Feroz crítica a la avasalladora forma de vida occidental. La contraposición de la civilizada cultura nativa americana frente a la salvaje expansión de los colonos. Un máster en desarrollo sostenible con una impresionante fotografía y banda sonora. Tal vez el mejor testamento cinematográfico que Kevin Costner pueda rodar.

Un cierre de saga terriblemente lento. Poco argumento para mucho metraje. Efectos digitales muy pobres e innecesarios, impropios de una película de su presupuesto. Humor forzado en muchas escenas. Diálogos rebuscados y muy sobrecargados. Lagunas a la hora de explicar ciertas conductas de los personajes al espectador que no ha leído las novelas. Calidad interpretativa mediocre, sin actor digno de mención. Bonita fotografía, eso sí.

No espere ver una línea argumental compleja y reflexiva. Esto es una suerte de Tetris del universo Marvel donde todas las piezas encajan. Acción en vena al servicio de los fans. Cuesta imaginar una amalgama tan dispar de historias con una plasmación cinematográfica de resultado tan digno. Cine de refresco y palomitas, que en estos tiempos es mucho decir.

Bajo tan mediocre título se esconde una comedia divertida. Humor barato pero funcional que asegura las risas de principio a fin. El guión juega con los tópicos adolescentes y unos protagonistas estereotipados en una buscadamente estúpida parodia. Probablemente usted encuentre momentos de humor demasiado zafio. O tal vez demasiado vulgares. En cualquier caso la composición final deja un poso entretenido.

¿Humor zafio? Sí. Y un montón de risas nostálgicas. Entrañable continuación de la icónica saga, que nos recuerda un tiempo en el que las comedias adolescentes todavía contaban una historia. No apta para aquellos que huyen de los gags sórdidos, soeces y en ocasiones escatológicos. Siéntense en la butaca, quítense los complejos y no la juzguen como algo que ni es, ni pretende ser. Disfrútenla.