No es una película que me haya sorprendido. Es buena, tranquila, pero cuando se acaba, te quedas igual que si no la hubieses visto. No consiguió despertar en mí ninguna emoción.
Se puede ver, es una película neutra: no dice nada que no sepamos, no expresa nada, no es imprescindible.

¿Cuántas veces nos apetece escapar de la vida real, y tener la excusa de estar loco para que nadie te pida explicaciones?
Creo que si nos dejásemos llevar por lo que sentimos, lo que cuenta esta historia sería algo normal. Hay mucha gente que tiene tanto amor dentro, que un día, de repente explota. Y necesita dar ese amor. No tener a nadie a quien dárselo puede suponer un problema en algunos momentos. ¡Quién pudiera tener un muñeco al que contarle esas cosas que no has contado nunca! ¡Quién pudiera ser, aunque sea unos instantes, uno mismo, sin restricciones!
Lo que esto me hace pensar, es que lo peor de todo, es que somos nosotros mismos los que nos atamos a una cuerda muy corta.

No esperaba mucho de esta película, pero lo que he visto me ha dado vergüenza ajena. Sólo por la cantidad de películas que han hecho estos dos "grandes actores" se suponía que la interpretación tendría que haber sido algo buena, aunque hubiese sido un poquito.
Nada, te dan ganas de salirte del cine.

No es buena, y tiene unas interpretaciones "españolas", pero te partes de risa durante toda la película; tú y toda la gente de la sala.
Yo la recomiendo sin duda.

No puedo decir que se trate de la mejor película que he visto en mi vida, pero sí que hacía mucho tiempo que una película no me hacía reir tanto y no me despertaba tantos sentimientos.
Emotiva, con humor genial, reparto muy bueno, sobre todo la actriz que hace de Cara.
La recomiendo mucho, mucho, avisando de que no hay que esperarse una obra maestra, si no, una de esas películas sencillas que tocan temas de la vida misma.