Esta es la tercera película de la trilogía de Bernard Émond sobre las “virtudes teologales” (fe, esperanza y caridad), la dedicada, por tanto, a la caridad. En este film recupera a la protagonista de la primera (la doctora Jeanne Dion) y la traslada en una región remota de Quebec, donde hará de sustituta de un viejo médico de cabecera.

A diferencia de las anteriores, en esta el director desarrolla una narración lineal y no se centra en las tribulaciones de la protagonista, sino en su tarea profesional: a partir de la realidad de sus pacientes (con mucha población envejecida), la doctora se ve afectada por su creciente implicación, por una proximidad a la que no está acostumbrada. El film es un claro homenaje a los médicos de familia, como ejemplo de una actitud de compromiso generoso y de servicio a la comunidad, que el director parece reivindicar.

Paralelamente al desarrollo argumental, una voz en off (la del productor del film: sí, un poco cargante) va presentando una crónica de la vida cotidiana de Nueva York, muy bien ilustrada por una cámara que nos va mostrando preciosas imágenes del Nueva York de la época (calles, barrios, autobuses, metros, escenas colectivas...). Para mí éste es el aspecto más atractivo de la película. La historia en sí es una tópica trama sobre la investigación policial de un asesinato, que muestra todo el proceso desde el crimen hasta la resolución del caso y "demuestra" la eficacia y la competencia de una policía modélica.

Un adolescente solitario y voyeur, traumatizado por la muerte de su madre, es expulsado del nido familiar y se va a la ciudad a buscarse la vida. La peli es talmente un cuento sobre el tránsito del protagonista a la vida adulta, con todos los ingredientes típicos: un trauma infantil y una madre mitificada, una madrastra mala y egoísta, una princesa (a imagen de la madre!) asediada por un villano y salvada por Hallam y, al final, una prueba que ha de superar y que le abrirá los ojos sobre el pasado mitificado para así liberarse de él y poder crecer. Pues eso, entretenida, pero con un guión hecho a costurones, inconsistente y poco creíble.