La última película de Walter Salles tiene un buen trabajo de guión y desarrollo de personajes , y utiliza estupendamente la ambientación y los escenarios escogidos, que invitan al espectador a sentirse parte de ese importante viaje iniciático de un joven y burgués estudiante de medicina que descubrirá las miserias que le rodean.

El principal defecto, en cualquier caso, de esta buena película, es que su director y el guionista han caído en la tentación -tan previsible, por otra parte- de la idealización del personaje, de manera que no se ven fisuras morales a su figura, quedando cerca de una “santificación” excesiva y del todo punto irreal.

Muy esperado era el regreso de Tarantino a la dirección tras siete años desde que estrenara 'Jackie Brown', y pese a que se trata de una película mucho más ligera y simple en su argumento, lo cierto es que no sólo no decepciona sino que deslumbra de nuevo, por la capacidad que tiene para cautivar al espectador con un estilo visual propio y con mucho talento.

Tarantino es uno de los genios del cine actual, y esto es así por ser capaz de seguir sorprendiendo al espectador con detalles como esa impagable secuencia de animación al estilo manga que cuenta la historia de uno de los personajes más intensos y atractivos del relato.

Se le puede criticar a Tarantino su toma de postura frívola e incluso amoral hacia la violencia, pero esto ya se sabía, así que se puede ir preparado al cine, dejándose llevar por una historia deliberadamente excesiva, que en manos de Tarantino seduce y entretiene... y en manos de sus imitadores simplemente aburriría, irritaría o indignaría.

Las tendencias de selección -y premios- en el circuito festivalero va por rachas. Si hace unos años, ya décadas, se puso de moda incluir y sobrepremiar representantes de la cinematografía iraní, en los últimos años el cine que parece que tiene que estar a la fuerza en cualquier certamen cinematográfico que se precie es el rumano.

El último Oso de oro de la Berlinale, correspondiente a este también pandémico año 2021, es esta obra rumana dividida en 3 partes. La primera es una inutilidad en la que sólo vemos a la protagonista caminar por la calle de un lado a otro en planos interminables, sin saberse muy bien qué hace y a qué se dedica. El segundo segmento apuesta por una sucesión de instantes televisivos, bien publicitarios o bien de informativos rumanos de las últimas décadas, que se ve con cierto interés al reflejar el contexto en que se ubica lo que parece que se quiere contar, aunque no esté muy claro todavía, y únicamente haya quedado levemente apuntado en el tramo final de la primera parte. La tercera y final consiste en un juicio popular y sin juez a la profesora protagonista (sí, la que caminaba constantemente al principio), que subió un video personal porno casero a la red y ha sido identificada, escandalizando al personal del centro educativo donde trabaja. Tiene algún momento divertido en las reacciones del personal con respecto a que siga ejerciendo en el colegio de sus vástagos, y satiriza sectores de la sociedad rumana, pero también se alarga y es reiterativo.

En definitiva, uno más de esos osos/leones/palmas/conchas/leopardos... de oro... cuyo valor real es más bien la hojalata.

El veterano Mario Camus nos entrega en 'El prado de las estrellas' una película plana, convencional, previsible, maniquea, tópica y con una forzadísima y antinatural dirección de actores, con la excepción de un buen y muy digno Álvaro de Luna.

"La carta esférica" me pareció moderadamente entretenida al principio pero muy fallida en su conjunto, sobretodo por la parte final, bastante ridiculilla, tópica, previsible e increíble (de falta de credibilidad, claro).

En cuanto a los actores, Carmelo Gómez muy correcto, que no brillante, y Aitana nunca será una estupenda actriz, porque le falta bastante para ello, aunque al menos en esta no es un desastre, salvo alguna escenita (¿como se atreven a escribirle o rodar con ella una escena en la que se tenga que reir?). Los secundarios cumplen más o menos, aunque no me creo en absoluto a ese capitán de barco y un poco a duras penas al maf.. al italiano, un Enrico Lo Verso qe le está cogiendo el gusto al cine español.