Levanten la mano todos los que conozcan a Jonah Hex. ¿Todos? ¿Nadie? ¿Pocos? Seguramente que solamente habrán levantado la mano los “nadie y pocos”. Francamente, no sé en qué estarían pensando a la hora de llevar este personaje al cine teniendo en cuenta su grado de popularidad y la poca salida que le dan al western hoy en día... Así pues, hagamos una fórmula: Personaje desconocido + Género nada prolífico en la actualidad = Fracaso. No hay que ser un superdotado para conocer las consecuencias…

La encarnación en pantalla de Jonah Hex fue el muy reconocido Josh Brolin, pero poco pudo hacer con un personaje que tampoco es nada especial y del que acabó renegando. Hex no presenta nada que no se haya visto antes y si le quitamos su poder de hablar con los muertos (y su desfiguración en el rostro) no se distancia absolutamente nada de cualquier cowboy.

Ahora bien, la película no es la aberración que describen en muchos sitios. A final de cuentas se trata de una película entretenida, sin más. Cuenta con actuaciones más o menos competentes por parte de los protagonistas y buenas escenas de acción/efectos especiales. Habrá quienes la tachen de fantasmada por una serie de armas que se usan… pero a mí no me lo parece; quizás aquí es donde la fidelidad al material se hace notar, ya que justamente en varios de los episodios en que vi al personaje sus aventuras y armamento eran muy estrafalarios, llegando incluso a viajar al futuro… En fin, no hay que pedirle peras al olmo, y menos aún cuando se trata de un personaje tan poco conocido.

En definitiva: Con 'Jonah Hex' estamos ante la típica película que se deja ver sin esperar que luego te acuerdes mucho de ella…

-Lo mejor: Josh Brolin. Poder deleitarse algo con Megan Fox.

-Lo peor: Haber hecho una película basada en un personaje básicamente desconocido de DC Cómics y peor aún de un género nada popular como lo es el western. Le falta metraje para llegar a la hora y media de duración.

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