Película que retrata la incesante búsqueda de un asesino en serie, tan meticuloso que espera noches lluviosas y que una canción suene en una radio local para cometer sus crímenes. El espectador se ve sumergido en el punto de vista del grupo de detectives a cargo, que buscan dar con el culpable de tan terribles asesinatos en la tranquila comunidad rural.

Durante la búsqueda logran capturar a una buena cantidad de sospechosos a los cuales mediante interrogatorios prácticamente los obligan a confesar. La trama se desarrolla de forma lenta pero muy concisa, el misterio y la intriga por descubrir el culpable hace que el interés se mantenga a lo largo de todo el metraje.

Todo eso se mezcla con pizcas de humor que hacen aún más agradable la visualización. La realización en general del film es excelente, no se encuentran puntos negativos en ningún aspecto, desde las actuaciones hasta la dirección o los escenarios, todo está muy bien conseguido.

El final es una belleza, alejado de cualquier convencionalismo que un cine común y complaciente pudiera otorgar, una secuencia previa llena de tensión con uno de los sospechosos, golpes, agresiones, búsquedas interminables con pocas pistas, una película sólida, agradable, una joyita.