Después de la gran película que resultó ser X-Men: Días del futuro pasado por saber unir de forma idónea ambas generaciones vino Apocalipsis. Bryan Singer dirigió está tercera parte, cuyo elenco era el mismo que el de las dos anteriores. Con James McAvoy, Michael Fassbender y Jennifer Lawrence siendo los actores principales. Aquí vemos al que es posiblemente el enemigo más poderoso y complicado al que los miembros de los X-Men se han enfrentado. Hablamos del primer mutante que existió, el cual absorbe los poderes de los demás mutantes. Sorprendente es el aspecto de este gran enemigo con su extraño tono azulado de piel y esa voz tan susurrante. Dicho personaje es interpretado por Oscar Isaac (Ágora (2009), Robin Hood (2010), Star Wars :El despertar de la fuerza (2015) y Star Wars: Los últimos Jedi (2017)). En esta entrega volvemos a ver a personajes conocidos de otras entregas, en especial dos muy importantes de la saga, quienes son Jean Grey y Scott Summers aunque en este film ambos son adolescentes, pues la trama se sitúa en los años 80.
Magneto es más desarrollado en esta ocasión que en otras. En un principio vemos como él lleva una vida feliz, tranquila y normal hasta que crueles sucesos hacen salir su lado vengativo, del cual hizo gala en primera generación.
Digamos que la cinta conlleva un ritmo algo lento durante su primera hora de visionado. También en ello tiene que ver el mayor hincapié que se hace sobre el reparto. El final en cambio logra transmitir emoción con unas escenas muy bien elaboradas en el aspecto visual y técnico. Además que no se trata de un simple clímax. Vemos como se presencia un choque de mentes muy fuerte que terminará con la victoria una vez más del lado del Profesor Xavier y los suyos. El desenlace queda abierto a más posibles secuelas, que ojalá se hagan para seguir disfrutando de esta franquicia que empezó desde hace casi dos décadas de la dirección del propio Bryan Singer.
A la hora de valorar X-Men: Apocalipsis diré que no es la mejor de la trilogía moderna siendo esa la de días del futuro pasado, pero se asemeja mucho a la cinta del 2011 de X-Men: Primera generación y logra lo que en su día no hizo la decisión final, que es cerrar correctamente la trilogía. Pese a gustarme echo en falta a Lobezno, que aunque salga su aparición es muy breve, aunque puedo decir al menos que su presencia tiene lógica dentro de la historia.