Muy bien hecho, de verdad. Lástima que el contenido de la historia sea tan resbaladizo, tan ligero; parece humo que se deshace y se olvida, por algún extraño motivo que no puedo precisar. Puede que haya poco dinamismo y sea algo repetitiva, limitándose a programa tras programa siempre con el mismo mensaje, contradictorio por momentos y normalmente tibio.

Pero el resto es impecable. Me ha gustado mucho el estilo elegante, teatral y sobrio de Clooney, preocupándose por el actor que tiene delante y cuidándose de retratar sus sentimientos. Hay silencios que valen más que cualquier discurso. Precioso blanco y negro, bien utilizado, prácticamente inevitable al retratar la época que retrata y con los documentos reales que inserta en la trama. Ni siquiera el entorno cerrado, sin nada de exteriores, entorpece la narración; utiliza la música para dar respiros y los cigarrillos de tabaco para relajar. Muy bien hecho, Clooney, muy bien.

Da pena que no remate la faena con una historia de más calado, con algo más de alma y emoción, menos fría y con más sustancia; también el tono se pasa de distante, pero aún así la impresión es buena. De ahí mi aprobado y mis fellicitaciones al director. Si Clooney sigue así, todos se lo agradeceremos.