Sinceramente, creo que hacía tiempo que no me emocionaba tanto con una película. Estos juguetes han sacado el niño que llevo en el interior y me han hecho derramar lágrimas de emoción, en uno de los mejores finales de la historia del cine (y no exagero), pero vamos por partes...

Ls historia empieza con un Andy a punto de ir a la universidad y pensando que hacer son sus muñecos, ya que ya no tiene edad para jugar con ellos. Por una casualidad acaban en un jardín de infancia dónde serán torturados por niños muy pequeños que aún no saben disfrutar de ellos.

Pero la historia se centra en como piensan los muñecos, y las razones que tienen para existir, en el fondo ellos solo quieren ser queridos por su amo, ya que esa es la función de un muñeco. Pero Woody, Buzz, Perdigón y cía, ven como tanto amor que le han dado a Andy, quizá no sea correspondido.

Pues yo hacía tiempo que no veía una cinta tan honesta, que trata igual de bien a niños y a adultos, y que consigue sacarte del cine con lágrimas, pero a la vez feliz. Esto es cine señores, cine en estado puro y duro y los señores de Pixar lo han conseguido por tercera vez con la saga Toy Story. Ahora esperemos que de una vez por todas esta cinta se lleve los premios que se merece y que no la ninguneen, sólo por ser de animaciín, ya que le da mil vueltas a todo lo estrenado este año.

Por última vez, quiero dar las gracias a Pixar por sacar el niño que llevo dentro y por dar este homenaje a los muñecos, unos amigos que nos acompañarán siempre, pasando de genrración en generación. Lo dicho: Una obra maestra.