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España España · valencia
Voto de elquicio:
5
Drama Una cuadrilla de obreros alemanes sienta campamento en un pueblo búlgaro para levantar una central hidráulica. Molesta el descaro zafio de su despliegue, ofende la saña eficiente con que desarraigan el paisaje, y agravian con sus sudores masculinos de beberse la paga y silbar agudo al paso de las chicas. Va a estallar el conflicto...
23 de junio de 2018
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
De muy bajo presupuesto, se trata de otra película más de ensayo, que no de arte, preñada de honores de segundo nivel y que la crítica eleva a un inexistente altar desde el cual cae desplomada. Cuatro gatos en el cine y algunos de ellos se marcharon apenas 20 minutos después del inicio.

Se trata, pues, de una pseudo historia -“Nunca tengo una historia en la cabeza cuando arranco una película” [ver entrevistas, ut supra]- esbozada en torno a un grupo de alemanes que llegan a un rural pueblo búlgaro [Petrelik] para realizar una obra hidráulica menor y viven el conocido proceso de adaptación temporal entre el forastero y el natural. Punto.

Y contrariamente a lo que subraya la sinopsis de Filmafinity, todo lo que allí ocurre no tiene nada de extraordinario: no hay despliegue zafio, no hay saña ambiental, no hay agravios notables ni machismo exacerbado. Ni tampoco ningún conflicto, más allá de los choques habituales en estos casos. Todos los que, procedentes de la ciudad, han ido a veranear al pueblo saben, en cierta medida, de qué estamos hablando.

De modo que aunque la directora alemana, Valeska Grisebach, subraye su interés por resaltar el conocido supremacismo racista del alemán -experiencia que yo he vivido, por ejemplo, en Canarias o en la antigua Yugoeslavia- el film se pasea entre unos forasteros y gente del pueblo que tratan de llevarse bien aunque, inevitablemente, surjan los roces. Es decir, los búlgaros se comportan como unos perfectos caballeros si tenemos en cuenta que fueron dominados por los alemanes hace no demasiado [la última vez, durante la II Guerra Mundial, con notable resistencia pro rusa del país]

Por lo demás, la película la salva el protagonista, Meinhard Neumann, que, como el resto de buenos actores, no es profesional del cine. De modo que, eso sí, chapeau para el responsable del casting.

Porque todo lo demás, según confesión de la propia Valeska, es pura espontaneidad naturalista, sin apena guión para que el ingenio fluya por si mismo: los actores y yo “descubrimos juntos de qué trata la película“. Alega que para esta película se ha inspirado en Michelangelo Antonioni pero yo prefiero no glosar tal convencimiento.

Con un planteamiento de documental, como captando la rutinaria vida cotidiana y tratando de que le influya lo inesperado; cámara contemplativa tipo reportero, casi al hombro; ritmo intencionadamente lento y cansino; con eternos silencios y sin más banda sonora que unas cuantas composiciones incorporadas, de corte folclórico; una puesta en escena pobre y con escenarios nada sugerentes; un montaje de Bettina Böhler intencionadamente cortante, descohesionado, a modo de eficientes retazos impresionistas de un realismo pretendidamente poético; y una fotografía de Bernhard Keller, descuidada -salvo en los planos/contraplanos- que tan pronto deslumbra por el exceso de luz como te inunda de total obscuridad, impidiendo ver qué está ocurriendo.

En resumen: un malogrado intento del que, además de la ya mencionada interpretación, puede salvarse ese cierto sabor poético de realista de western rural a la europea; con un gran Meinhard Neumann que se come la pantalla con su imagen melancólica, escéptica, solitaria, de inadaptado, casi autista, tratando de olvidar su pasado y de sobrevivir entre los dos mundos que circunstancialmente se encuentran en el pueblo.

De conformidad con la moda feminista imperante, Valeska cuenta que ha disfrutado filmando los suaves duelos, enfrentamientos, entre los ‘machos‘, pero hace desaparecer, como por encanto, la eterna rivalidad entre féminas, seguramente porque ‘no tocaba’. Y mira que en los pueblos donde acuden forasteros…, hay de eso.

Asé que, háganme caso y elijan entre otras opciones. Esta obra, a no tardar, podrá verse tranquilamente en la 2.

Lento e inconsistente film con hechuras de documental y pretensiones de ‘western’ [5 sobre 10]

El quicio de la mancebía [EQM]
https://elquiciodelamancebia.wordpress.com/2018/06/23/western-alemania-2017-de-valeska-grisebach/
elquicio
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