Tim Burton ha pasado de ser un creador de mundos a rehacer lo ya inventado. Y no lo hace mal; logra captar la esencia de Dumbo, el encanto de un circo que tiene las horas contadas y su renacer con un elefante recién nacido que tiene unas orejas extraordinariamente grandes. Decepcionado en un principio por eso, Max Medici (Danny Devito), dueño del circo, logrará sacar partido del animal en cuanto sepa que este puede volar. Es una historia que todos conocemos y que tiene grandes artificios y efectos especiales. Esto lo hace más visual y atrayente, pero también más frío.

Para los niños es un espectáculo divertido. Verán a Dumbo volando por el circo, luchar por estar al lado de su madre y relacionarse con sus nuevos amigos, los hijos del protagonista (Colin Farrell) y su "partenaire" (Eva Green). Como no podía ser de otra manera, debe haber un malo, y ese no es otro que Michael Keaton. Un histriónico y rico dueño de Dreamland, un parque de atracciones con circo incluido que no dudará en atraer al circo Medici y hacerse con la propiedad de Dumbo. Tim Burton dedica una pequeña crítica al mundo del espectáculo y produce una película solvente en todos los aspectos, pero sin alma alguna.

En definitiva, DUMBO no me ha sorprendido. Me ha parecido un filme interesante para los niños pero no para los adultos. Artificiosa y visual, al estilo Burton, pero fría y desangelada. Le falta conexión con el espectador y da la sensación de que su director ha cumplido con su trabajo y poco más. Correcta, sin más. Si tenéis niños podéis hacer que disfruten.