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España España · Sevilla
Voto de Seldon:
10
Serie de TV. Thriller. Drama Serie de TV (2008-2013). 5 temporadas. 62 episodios. Tras cumplir 50 años, Walter White (Bryan Cranston), un profesor de química de un instituto de Albuquerque, Nuevo México, se entera de que tiene un cáncer de pulmón incurable. Casado con Skyler (Anna Gunn) y con un hijo discapacitado (RJ Mitte), la brutal noticia lo impulsa a dar un drástico cambio a su vida: decide, con la ayuda de un antiguo alumno (Aaron Paul), fabricar anfetaminas ... [+]
1 de octubre de 2013
18 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de que nadie me tilde de exagerado... ¿la mejor? ¿Seguro? ¿Mejor que otras grandes –y de culto- como Los Soprano, The Wire, o alguna de las series de calidad que aún están en activo? Pues sí... sin dudas. Y encima, no es de la todopoderosa HBO: es de la cadena AMC, que ya tiene algunas series magníficas como The Walking Dead, y otras que cuentan con el favor unánime de la crítica, como Mad Men.

A diferencia de lo que ocurre con otras como Los Soprano, en esta serie no existen momentos muertos, episodios flojos en los que parece que no pasa nada y que no hacen avanzar la trama, salvo quizás el de la mosca, pero incluso en éste, con toda la paranoia, la trama avanza (Los Soprano es muuuy buena, pero los tiene).

Además, no es una serie excesivamente exigente con el espectador, no es lenta, no tarda en arrancar, no necesitas ver 10 episodios para apreciar la calidad y engancharte (por ejemplo de The Wire es magnífica, sobresaliente, pero le pasa esto). Con esta no, os reto a ver los tres primeros capítulos de la serie y ver si luego podéis abandonarla y no ver más: van enlazados, tiene un ritmo vertiginoso y hacen gala de un humor negro bestial

Y por último, en general, las series, por muy buenas que sean las primeras temporadas, tienen tendencia a alargar las historias innecesariamente y acumular episodio tras episodio para seguir haciendo caja, disminuyendo el nivel de calidad global, hasta que las cancelan o las acaban apresuradamente. En esta no es así: cada temporada es mejor que la anterior.

La verdad es que tengo que confesar que tarde bastante en empezar a verla: aunque había oído hablar muy bien de la serie, nunca me había decido a echarle un vistazo... ¡craso error! Y fue precisamente por su sinopsis. Me explico, lo que yo conocía por lo que la gente me contaba y lo que leía iba más o menos así:

“Es la historia de un profesor de instituto, que tiene problemas de dinero (hasta el punto de necesitar un segundo empleo en un lavadero de coches), una hipoteca que pagar, un hijo minusválido, y una mujer que acaba de quedarse embarazada... y en estas que al pobre diablo le diagnostican cáncer de pulmón inoperable. Así que el hombre, desesperado, decide meterse a narcotraficante”.

Como podéis imaginar, con una descripción tan alegre a lo que me sonaba era a dramón lacrimógeno y lo que menos me apetecía era dedicar horas de mi vida a ver las desgracias de este pobre hombre.

Pero no, de eso nada. No es que la sinopsis anterior diga ninguna mentira... Es que hay más, mucho más.

Los jugadores de billar (del americano, no del francés), cuando las bolas no se separan bien tras el primer tiro y quedan en una mala posición, dicen que “las bolas han roto mal”. Y, a partir de ese mal movimiento inicial, la partida puede torcerse y todo acaba yendo de mal en peor. Ese es el Breaking Bad del título, empezar con mal pie, torcerse, ir de mal en peor. Porque de eso es de lo que va la serie, de cómo un hombre, esencialmente buena persona, y al que sólo mueve la buena intención y un interés en teoría altruista (su preocupación no es él, es su familia) se va volviendo, poco a poco, temporada tras temporada, un verdadero cabrón con pintas. Y todo empujado por una mala decisión y por las circunstancias, siempre por las circunstancias.

Walter hace lo que hace primero por necesidad, luego por prurito profesional, después lo hace por el orgullo que siente de su producto. Posteriormente lo hace simplemente porque no puede parar de hacerlo, aunque lo intente, no le dejan, y al final lo hace por simple avaricia... y porque le gusta: es bueno en lo que hace lo sabe y le gusta.

En fin, una verdadera obra maestra de la TV. Fue bonito mientras duró, pero tenía que acabar: Echare de menos la químinca que existe (nunca tan apropiado el adjetivo) entre Walter y Jesse Pinkman, o personajes tan buenos como Hector Salamanca, Mike, Saul... o ese villano de Gus "hermanos pollo" Fringe. Y esa cabecera con el humo y la tabla periódica de los elementos químicos con esa guitarra a lo Ry Cooder sonando de fondo.

Si quieres leer más, pásate por: http://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com.es/2013/09/breaking-bad-probablemente-la-mejor.html
Seldon
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