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Voto de Gipsy Lamprey:
3
Western. Acción. Fantástico En el salvaje Oeste, a Jonah Hex (Josh Brolin) lo conocen por la cicatriz de su cara y por vestir un uniforme del ejército confederado. De niño su padre lo vendió a los apaches y tuvo que crecer y formarse en un mundo duro y hostil, sobreviviendo unas veces como pistolero y otras como cazador de recompensas. El único contacto que mantiene con el mundo es a través de la bella Lilah (Megan Fox). Adaptación del cómic del mismo nombre. (FILMAFFINITY) [+]
1 de julio de 2011
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yendo por partes:

El argumento es una chorrada, y para más inri el filme no es autoconsciente de su propia mediocridad. La estructura es confusa, fruto de un montaje deficiente. Se repiten flashbacks y sueños por doquier sin mucho sentido, especialmente en una escena con indios, cercenando toda posibilidad de que la película parezca interesante. En cuanto a la estética y la fotografía son las adecuadas para un western sobrenatural. Abusa quizás un poco como este tipo de películas de alguna slow-motion. El acompañamiento musical, realizado por el grupo de sludge metal Mastodon es irregular. En ocasiones demasiado cambiante de escena a escena.

Las actuaciones, pese un guión también mediocre también en cuanto a los diálogos, elevan un poco el tono general de la película, llamando la atención positivamente la de Josh Brolin en un papel que le viene de anillo al dedo y la notable interpretación de Michael Fassbender, en el papel de desquiciado sicario irlandés. A ellas debemos oponer un bastante neutro y soso John Malkovich como némesis del protagonista y la vergonzante no-actuación de Megan Fox, en un papel en lo que lo único que demuestra es que está muy rica de ver.

Todas las ganas de valorar un poco mejor a esta película se deshacen como un castillo de naipes con un abominable final repleto de escenas epilépticas y en el que se incluyen unas bolas de dragón particularmente ridículas como armas definitivas. La subtrama referente a la salvación del país (deudora de la también floja Wild Wild West), con unos artefactos steampunk tan de pegote, contribuye a hundir aún más el resultado. En esta escena final se resumen los efectos especiales de la película: unos CGI falsos de cojones.

En cuanto a su valor como adaptación lo desconozco porque no he leído nada del cómic de DC. Los poderes de resurrección momentánea de cadáveres de Jonah Hex no son una mala idea en principio, pero están mal llevados, no se corresponden a los códigos más pausados de un western y sólo se prestan a exhibir los efectos digitales exagerados y reguleros.

ExNihilo
Gipsy Lamprey
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