El Alamo es una magistral película en la que John Wayne asume labores de dirección, producción y actuación (encarna al mítico David Crokett), sin que esta inmensa labor se le escape de las manos.
Cuenta la historia de la resistencia de un pequeño grupo de tejanos en las ruinas de una Misión frente al muy numeroso y bien pertrechado ejército mejicano del General Santa Anna. Y aunque, ciertamente lo hace desde la perspectiva de los americanos, no por eso deja de reconocer las cualidades y virtudes del rival.
Es preciosa la fotografía y memorable la música compuesta por Dimitri Tiomkin (en mi opinión, una de las mejores bandas sonoras originales jamás compuesta). Las escenas de batallas son impactantes y la fase final de la película te deja sin respiración.
Las interpretaciones también están a la altura: el propio Wayne, Richard Widmark como Jim Boowe y especialmente Laurence Harvey, actor inglés que muestra en la pantalla su formación preferentemente teatral.
El tiempo ha hecho justicia a esta película, no superada por intentos posteriores, y que mantiene el aroma de los grandes clásicos. Por todo lo anterior, mi recomendación está más que justificada.