En los últimos meses, gracias a Filmin, estoy viendo (o volviendo a ver) la obra de Los Arqueros.

De momento "Un cuento de Canterbury" está siendo mi favorita y Narciso Negro, me ha decepcionado bastante.

Por supuesto que el aspecto visual es apabullante: el espacio del "palacio", el color, la fotografía... todo resulta llamativo y evocador, pero varias cosas me fallan y me impiden disfrutar tanto de esta película como cabría esperar.

- El tratamiento "colonial" de los habitantes de la montaña. Sé que no se debe juzgar una obra fuera de su tiempo, pero no puedo evitar que me chirríe cada vez que oigo que los nativos "son como niños", y se repite varias veces.

- En ese mismo sentido, el príncipe (o joven general) que interpreta Sabú y, aún peor, la cuidadora desquiciada del palacio, parecen puestos ahí solo para resultar, como poco, estrafalarios. La joven interpretada por Jean Simmons (no voy a hacer sangre con su maquillaje "racial") también parece más un animalillo, que un ser humano.

- La interpretación de Flora Robson, en especial esas miradas tan obvias y repetitivas.
Supongo que no es problema de la actriz, sino de la dirección de actores.
Y entiendo que es una referencia al cine expresionista pero, al estar incluida dentro de un conjunto de interpretaciones naturalistas, me resulta demasiado forzada.

- Todo lo relativo al personaje de David Farrar, un tipejo más parecido a un obrero gritando zafiedades desde un andamio que a un hombre capaz de despertar el deseo en unas mujeres hechas y derechas.

Por lo menos podían haber cuidado el aspecto estético y encargarle el papel a un actor más atractivo (y sin esos pantaloncitos de boy scout).

Lo que no impide que sea una película muy apreciable, con algunas escenas que permanecen en la retina, como esos labios que se pintan de rojo, ese campanario, la primera noche entre murales de concubinas y, sobre todo, el viento, ese viento...