Era un programa infantil basado en canciones y en episodios teatrales en el estudio. Un programa pionero que a lo largo del tiempo su formato perduraría con otros títulos y otros protagonistas. Evidentemente tenían una gran aceptación a propósito para entretener a los niños a la hora de la merienda.

Recuerdo vagamente las historias pero por lo que sea no he olvidado a los protagonistas que montaban el escenario diario dándole un aire de aventura muy efectivo. Para ello nadie mejor que el Capitán Tan, con su salacot y su jersey a rayas horizontales, que siempre empezaba relatando: Por mis viajes a lo largo y ancho de este mundo....

No podía faltar la pareja de malvados, el contrapunto, obligada referencia para crear la intranquilidad al argumento de rigor. Eran los hermanos Malasombra, pistoleros del Western vestidos de negro, proclives villanos siempre dispuestos a fastidiar a Valentina, la heroína; Locomotoro, conductor del todo menos del codo; al Capitán Tan y al Tío Aquiles.

No sé porqué, no se me ha olvidado tampoco la estupenda canción que los definía a sí mismos como auténticos bellacos y en la que no dejaban títere con cabeza:

Somos malos malasombra somos malos de verdad. Somos como una espina, que sólo sabe pinchar. Y más malos que la quina. Valentina una sardina, un pelmazo el capitán, y al tonto del tío Aquiles no podemos aguantar.

La verdad es que uno se ponía de parte de los hermanos Malasombra.