La mosca

Revisada esta fantástica cinta donde en cierta forma el relato de 'La metamorfosis' de Kafka se hace celuloide. El bueno de David sigue reflejando el sugerente paralelismo entre la degradación física y mental y el sexo y la relación de pareja, algo definitorio en gran parte de su filmografia.

Junto a 'La cosa' de Carpenter son dos de los mejores ejemplos en el cine de género de como debe ser un remake. Su director se apoya precisamente en lo que se mantenía en 'off' en la película original de Kurt Neumann, la transmutación.

David Cronenberg logró aquí unir su estilo personalísimo con la revisión de un clásico de terror para ofrecer grandes resultados.

El horror corporal que ofrece está contado de una manera que es muy fácil de asumir por el espectador, que se mete rápido en la película y empatiza con los personajes y sus problemas.

Seth Brundle no es un científico loco más, sino una persona muy bien perfilada, con la que es fácil simpatizar, y cuyo deterioro físico y mental logra calar en el espectador.

Es por ello que resulta crucial que cortasen la escena en la que mata al babuino, dado que destruía buena parte de la simpatía que construía Cronenberg en torno a su personaje. Con dicha escena eliminada, las motivaciones de Brundle son coherentes y el escaso autocontrol que mantiene sobre el monstruo que surge de él tiene más sentido.

Lo mejor: Jeff Goldblum y los efectos de maquillaje.

Lo peor: El final es lógico para la historia, pero habría sido más deseable uno como el de la segunda parte. Seth lo merece.

Esta es una de esas películas, las cuales una vez que uno las ve,se le quedan guardada en la memoria para siempre. Puede gustarte o no, pero las grotescas imágenes quedan grabadas en tu retina.
Es un horroroso sueño ,un camino sin retorno sustentado por la obsesión de un científico y condicionado por el amor.
Cronenberg nos hace pasajeros de su pesadilla y nos relata la destrucción humana de un hombre cuyo destino se vio trunco con la intervención involuntaria de un insecto.
Una joya de la década de 1980 que merece ser vista sin prejuicios.

David Cronnenberg logra realizar un remake que supera a su predecesora, situación que pocas veces ocurre. La Mosca, transforma la película de serie B de Kurt Neumann en un producto de alto standing con cualidades muy ochenteras, donde lo fantástico y extravagante se impone en una década absolutamente abierta a la imaginación.

El director nos pone de relieve el debate, y ya han pasado más de 30 años, del avance tecnológico como garante o adversario de la condición humana. Y esta vez lo hace con un empeño técnico muy característico de sus obras, destacando por encima del resto el gran trabajo de maquillaje y unos efectos especiales que harán la delicia de algunos y provocarán la repugnancia de otros.

La gran cualidad de la película es poner de manifiesto los problemas que subyacen de un desarrollo científico incapaz de ser controlado por el ser humano a través de una historia de amor como epicentro de un guión genialmente interpretado. Sin embargo, su problema es que no deja de ser una copia de un film cuyo chicle se puede estirar más allá del aporte tecnológico – gran metáfora por otra parte -, pero cuya narrativa y recorrido están atrapados entre cuatro paredes que marcan los límites argumentales, tal y como una mosca se queda atrapada en una habitación.

Extraña película de mezcla de ficción científica y terror con toques bizarros y asquerosos. Con una muy aceptable actuación de Jeff Goldblum, David Cronenberg nos ofrece este intento de METAMORFOSIS Kafkiana versión ochentosa.