Bienvenidos al barrio

Una bondadosa y amable mirada sobre las desigualdades y prejuicios sociales en un "París" cada vez más mestizo y multicultural, con un mensaje tan claro como optimista: "toda interacción entre los individuos de diferente clase social o cultural acaba por enriquecerlos, especialmente a los más favorecidos". Sin un sólo personaje negativo, hasta los Inspectores de Hacienda son buenos por naturaleza, la película glosa con bastante ingenio y con cierta gracia un indisimulado elogio a la diversidad, al entendimiento entre las personas al margen de su naturaleza étnica o condición social. Todo en un tono tan ligero y afable que acaba agradando.

Es demasiado superficial, tendenciosa en su simplicidad, pero lo compensa con vitalidad, con un derroche de simpatía, con una excelente gama de buenos actores. Y apoyada en una banda sonora que resalta sus virtudes, en la que destaca sobremanera el gran Barry White (divertidísima y lograda la secuencia en la que los traficantes tararean una de sus canciones). Hay canciones que crecen acompañando imágenes, porque en la misma medida que las resaltan, como si se retroalimentaran también ellas ganan cuerpo, suenan con renovada armonía. O dicho de una manera más sencilla, la música de Barry White resulta muy cinematográfica.

*Del París central al barrio de la Courneuve

Fred Bartel (Gilles Lellouche) es el peculiar jefe de una agencia de comunicación situada en un lujoso distrito de París. Tras una rigurosa inspección fiscal, se ve obligado a deslocalizar su empresa al barrio de la Courneuve. El nuevo centro de trabajo está en una zona muy conflictiva del extrarradio parisino.

Samy (Malik Bentalha) es un joven de le periferia que se ofrece a enseñarle las costumbres para trabajar de forma segura en su nuevo barrio. Tras unos días de adaptación al entorno, el empresario decide contratar a Samy obligado por las circunstancias. De esta manera es como el muchacho conoce a Elodie (Camille Lou). Ella es una joven y aplicada empleada de la empresa.

¿Sobrevivirán los trabajadores en el suburbio parisino? ¿Podrá Samy conquistar a Elodie? ¿El centro de trabajo será aceptado por los habitantes del lugar? ¿Volverán al núcleo urbano?

*La picaresca del sur de Europa se hace francesa

Con el aval de los casi cinco millones de euros recaudados en Francia, Bienvenidos al barrio se estrena en España tras su paso por Grecia, Portugal e Italia. Y es que la cinta gala honra a la picaresca que tanto gusta en los países del sur de Europa. Casi 500 años después de las primeras ediciones de La vida de Lazarillo de Tormes la vida sigue igual.

La película es una mordaz sátira hacia el mundo de las relaciones laborales. Centra su mirada en como algunos empresarios hacen todo lo posible, mediante la picaresca, para eludir sus responsabilidades fiscales. También es una cinta que nos habla de la precariedad laboral, de los falsos contratos y de la desigualdad salarial.

Otra de las temáticas tratadas con bastante gracia es la escala social que ocupa cada individuo según la zona de París en la que resida. Esto nos hace recordar con fuerza a la comedia italiana Como pez fuera del agua. En ella, se hacia hincapié en los distintos lugares de recreo, en los desiguales automóviles utilizados, o en el dispar lenguaje de los personajes según fuera su clase social. Todo ello converge en la mutua atracción de los mismos.

*Una comedia feel-good

Mohamed Hamidi enfoca su mirada, desde la comedia, en los muchos problemas que existen en la Francia actual. La cinta nos habla de la exclusión social, de la diferencia de clases y sobre todo de la fuerte presión migratoria existente en el país galo. El tono cómico se agradece. Pero no tanto que se lleve toda la situación a la caricatura.

Es cierto que hablamos de una comedia feel-good y por tanto el tono burlón es adecuado. Pero también es verdad es que el mundo Disney que refleja el cineasta poco tiene que ver con la realidad. Cabe decir, que esa especie de idealismo edulcorado por el que transita la historia se hace funcional a través de los hilarantes personajes representados.

*Personajes, reparto y crímenes traductores

Gilles Lellouche está esplendido en su papel de empresario sin escrúpulos. No obstante, despierta cierta ternura con su torpeza emocional. El otro trabajo importante es para Malik Bentalha que interpreta con acierto a un timorato anfitrión de la barriada marginal parisina. Del resto del reparto coral destacaría a la actriz gala Camille Lou. Ella interpreta con acierto a la empleada más perspicaz y popular de una empresa medio en ruinas.

En el capitulo de hoy dedicado a los crímenes traductores…nuevo despropósito. En España, hemos pasado de Jusqu’ici tout va bien a Bienvenidos al barrio. El póster tampoco ayudará a la promoción del filme francés. Sin embargo, en la parte técnica, nos encontramos con un encantador plano cenital sobre la capital francesa con el que se cierra el filme. Como diría el amigo Humphrey Bogart: «Siempre nos quedará París».

*Conclusión

Bienvenidos al barrio es en definitiva una comedia amable, bien realizada y que muestra de manera acertada los prejuicios del choque de culturas. No hablamos de una obra mayor, pero si de una película muy cuidada que demuestra una cierta recuperación del cine francés en este año 2019.

Escrito por Miguel Pina

Con pocos juicios y poca moralina esta comedia francesa discurre en el choque de culturas entre los que viven en el centro de París y los barrios marginales de la periferia.

No va a revolucionar el genero ni mucho menos y aunque contiene los clichés tantas veces contados, la sensiblería típica y el final recurrente no podemos criticarla ya que consigue hacerte reír en muchos momentos y tampoco pretende otra cosa.

Todos engañan a su manera. El director  Mohamed Hamidi ( La Vaca, Mi tierra ) conoce ambos lados e intenta demostrar que las personas al final son más parecidas de lo que parece. Todos se buscan la vida para sobrevivir.

Gilles Lelouche es  Fred Bartel un carismático jefe de una agencia de publicidad parisina llamada Happy Few. Después de una auditoria de Hacienda, se detecta un fraude del que tiene que devolver mas de un millón de euros de ayudas fiscales por acogerse a un plan de domiciliar la empresa en un barrio de la periferia. Pero la verdad es que en La Corneuve solo existe un buzón de correos con su nombre, su domicilio real esta en París. Si quiere evitar la multa tendrá que trasladarse de la noche a la mañana al suburbio en cuestión. Fred y su equipo conocen a Samy, un joven magrebi que rápidamente les enseñara las reglas y prácticas a adoptar en este nuevo entorno. Tanto para el equipo de Happy Few como para los locales, este choque de culturas será el comienzo de una pintoresca historia...

Al director se le perdona el que juegue demasiado con ideas preconcebidas, y con mucho tacto no se pasa de la raya en ningún momento intentando buscar la diversión en situaciones cotidianas algo exageradas sin ridiculizar a ninguna de las dos partes. 
Destino Arrakis.com

Aunque aquejada del buenismo que el director da a sus películas -he visto también La Vaca- y el no profundizar en las cuestiones -tampoco es que haga cine social- la película refleja el mundo actual -y el París actual y las mezclas que está viviendo Europa, pese a quien pese- de una manera relajada y divertida.
Hay muy buenos golpes que hacen reír, contado todo con un buen ritmo narrativo y dejando caer más de una reflexión interesante.
Comparada con la reciente "Qué hemos hecho para merecer ésto", austriaca de un corte parecido, es más divertida y menos profunda, pero recomendable y con buen post-gusto

Facilona comedia francesa que nos pone la diversidad cultural de un París, visto a través del prisma de las gentes de un barrio a las afueras y la zona residencial. Película previsible y que discurre en un ambiente extremadamente bonachón a pesar del choque de culturas. La ventaja es que se deja ver con facilidad y que a pesar de que sabemos todo lo que va a ocurrir, al menos nos lo cuenta de manera afable, distendida y con un buen ritmo. Para pasar un buen rato sin más.