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El árbol magnético

Drama Bruno regresa a su país de origen, Chile, después de una prolongada ausencia. La casa de campo que de niño compartía con su familia está ahora en venta, y todos se reúnen para despedir el lugar. La visita al "árbol magnético", una curiosidad local de extrañas propiedades, despertará en él sensaciones y afectos casi olvidados desde que era un chico. (FILMAFFINITY)
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
9 de agosto de 2014
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay que ser justos. Isabel de Ayguavives plantea una ópera prima mostrándonos qué tipo de cine le interesa y lo cierto es que lo hace bien. La cineasta busca despertar emociones a partir de diálogos medidos y grandes interpretaciones, de ésas en las que un personaje transmite más por lo que calla que por lo que dice. El mensaje de la película, basado en la nostalgia y el desarraigo, cala profundamente, precisamente por el contraste que supone plantear estos sentimientos mientras se relata el reencuentro de toda una familia, y de dos primos en particular. Con este esquema, el árbol magnético es un símbolo muy potente, quizá demasiado obvio.

El problema es que todo lo que se quiere decir ya se nos ha dicho tras el primer cuarto de hora de metraje. Todo lo demás es redundante y aporta más bien poco. Uno tiene la sensación de que la película podría durar 90 minutos ó 900, el resultado sería el mismo. Da igual que la familia se reúna para comer un asado o que los dos protagonistas se bañen juntos en el río, no hay información nueva que el espectador tenga que recibir, ni la historia avanza, ni los sentimientos evolucionan de ninguna manera.

Lo dicho, me ha gustado cómo está contada la peli. Lo malo es que cuenta muy poca cosa.
rober
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29 de julio de 2014
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuenta la leyenda que en la zona de Jahuel, relativamente cerca de Santiago de Chile, se puede contemplar un árbol con propiedades magnéticas, de tal manera que si dejas aparcado el coche cerca de él, inmediatamente comenzará a acercarse a dicho árbol de manera bastante sospechosa. Un fenómeno natural que da mucho de que hablar por la zona y que es toda una bendición para aquellos que tienen un complejo turístico a su alrededor (está situado en propiedad privada), ya que pueden hacerse su agosto particular.

Qué mejor excusa que tal fenómeno paranormal para contar una historia de reencuentros, de personajes desarraigados, de costumbres ganadas y costumbres perdidas. Tal obra nos la presenta la española Isabel de Ayguavives, que tras su paso por el cortometraje debuta con El árbol magnético en el plano del largometraje. Cuenta cómo Bruno vuelve después de mucho tiempo a Chile, concretamente a esa región de Jahuel en la que él se crió, después de haber emigrado a España para labrarse una carrera. Allí se encontrará con multitud de caras conocidas, resaltando entre ellas la de Nela (o Nelita), una prima con la que mantendrá una tensión amorosa bastante peculiar.

El denominador común en toda la película de Ayguavives es la interacción entre familiares en medio de un entorno natural. En apenas una hora y veinte minutos de película desfilan por la pantalla tantísimos personajes que es imposible controlarlos a todos, así que bien hace la directora en centrarse únicamente en los dos protagonistas, muy bien caracterizados por Andrés Gertrúdix y Manuela Martelli, ofreciendo sólo unos pocos retazos de los secundarios. De vez en cuando, se nos ofrece un plano del entorno natural en medio de una acción llevada a cabo por los protagonistas, tales como la caza y la pesca. Pero no son planos que provoquen modorra ni estén puestos porque sí, sino que realmente ayudan a conectar bastante bien las escenas.

Pero pronto se hace obvio que la máxima pretensión de la película no se encuentra en sus imágenes, sino entre sus diálogos. Ayguavives teje en El árbol magnético la psique de un hombre que vuelve a su tierra, pero que lo hace ya despojado de cualquier signo probatorio de que efectivamente pudiera ser originario de allí, cosa que no se demuestra ni en sus costumbres ni por supuesto en su madrileño acento. Bruno por tanto es una persona que vive bastante del pasado (así parece echárselo en cara otro de los personajes), ya que cada vez que alguien le pregunta por lo que está haciendo en la actualidad responde con evasivas y no arroja la más mínima intención sobre sus planes futuros.

Ayguavives arriesga bastante metiendo entre medias de este relato la trama entre Bruno y su prima Nela, en la que se nota con claridad que ambos se desean mutuamente, algo que por motivos obvios no está bien considerado en el plano moral o social. Por tanto, era imperativo conducir de manera correcta esta vía para que no empañase el producto final, ya fuera por resultar por resultar polémico o estorbar en el aspecto dramático. La cineasta consigue evitar ambas cosas y al final la sensación que se queda es satisfactoria, ya que en cierta manera (y sin destripar nada) se deja al espectador que juzgue lo que ha pasado y lo que pasará entre ellos.

El árbol magnético es una película bastante agradable en su envoltorio y amarga en su contenido, dicho esto último en el buen sentido porque el trabajo realizado por Ayguavives en su faceta de guionista es superior al conseguido detrás de las cámaras, ya que logra crear la historia de un hombre que tristemente ya nunca volverá a ser el que un día fue. Cierto es que el poso final que deja pudiera no ser el de haber asistido a una gran película, pero sí es lo suficientemente interesante como para seguir la pista de quien la ha llevado a cabo de cara a futuros proyectos.


Álvaro Casanova - @Alvcasanova
Crítica para www.cinemaldito.com (@CineMaldito)
Kasanovic
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25 de junio de 2015
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Modesta coproducción entre España y Chile, vista en el Festival de Cine Internacional de Donostia-San Sebastián 2013.
Se ve bien porque no molesta en absoluto gracias a su honestidad y dignidad, tanto formal como de fondo, pero la verdad es que no se retiene en la memoria mucho más allá.
Y eso ocurre porque todo discurre como quien oye llover o escucha al viento silbar, un espectáculo natural, fluido, a ratos entretenido por algún diálogo feliz a cargo de los más simpáticos personajes, pero sin mucha chispa, sin apenas emoción, bueno, puede que esta esté en el interior de la historia, pero de pueras afuera, lo que vemos y oimos, no pasa de la discreción absoluta.
Se puede ver tranquilamente no siendo un tiempo perdido el empleado en ello, pero se olvida de la misma
Constancio
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19 de abril de 2020
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es posible que un director/a piense que con el material preparado, escrito, rodado y editado, como él o ella lo han soñado, un espectador entienda lo que ve como el autor lo soñó. Sobre todo si el creador no se propone expresarlo con las herramientas de dicha creación. Es sorprendente que alguien crea que una reunión familiar de para hacer un largo como este. Sobre todo si no hay ningún tipo de trabajo que sugiera NADA de los intereses, deseos, sueños, conflictos, pasado de los protagonistas. Rodar un rostro mirando un horizonte no significa nada a menos que sepamos algo del que mira a ese horizonte, Rodar una conversación supuestamente conflictiva no significa nada si durante dicha conversación NADA sugiere un conflicto. Rodar muy bien una escena de encantamiento no da para construir una película entera. Ni siquiera se utiliza al arbol magnético para hacer un relato en torno a lo que supone para esa familia......sigo asombrado. Un rodaje en la otra parte del mundo para esto. Todavía más asombrado leyendo los comentarios de los profesionales del comentario.
Sigmund
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26 de abril de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Caza y pesca.
El acento chileno como hacia dentro (huevón, estáis) ya era un buen principio, cálido, lo mismo de siempre pero cambiado, y la comida poco después también, me trajo nostalgias y deseos, me abrió el apetito y me dio ganas de cocinar.
Sugiere delicadamente, juega en otra liga, en la otra vía, no la del cine grande y mayoritario, tan español muchas veces y casi siempre norteamericano, se deja caer, insinúa, tantea, advierte, juega, dulcemente.
Temas:
- La gran matriarca o abuela decrépita pero todavía hermosa y santa.
- La casa, también femenina, que parece que se abandona y con ella un trozo enorme y feliz de vida, el pasado, los viejos tiempos, todos esos queridos y dolidos recuerdos.
- La atracción latente, sutil, constante entre los dos primos; la nativa y el foráneo, la chilena y el español (no nos metamos en disquisiciones sobre orígenes y dejes, él no trata de disimular su acento y apenas lo justifican malamente).
- El árbol, como la casa, como la abuela, como el amor que se tienen, es la vida, la tierra, la esencia, la familia, los hombres y las mujeres, el sentido, los lazos que unen el pasado con el futuro, la sangre, la herencia, la perpetuación de la especie, los vínculos del hombre con la naturaleza, estamos a la mitad del cielo y pegados al suelo, en medio, vísceras y sueños, materia y trascendencia.
El estilo es pudoroso pero vital, tierno, luminoso, elegante, sabio, suave, hermoso, parece que acaricia a sus personajes con la mirada, especialmente a ella, a Neli, Nelita, Marianela, tan delicada y pequeña, con ese pelo ensortijado y esas (no) orejotas; y Gertrudix con su voz terrosa, también especial a su manera más fea o seca, los dos tímidos, sensibles, se observan y se quieren, se recuerdan, encuentran, anhelan, desean y enredan; y la fisura o herida abierta que es Javier, más vitalista y enérgico, bruto y realista, con sus ganas de huir y divertirse, menos anclado en el pasado, más pendiente de los placeres que imagina que le depara el futuro, con la dolorosa certeza de que seguramente con su querido primo no se volverá a ver.
Es una bonita película, lo dice todo sin contar apenas nada, es el rio de Renoir y la ciénaga de Martel, realismo, naturalismo, costumbrismo, poesía de la esencia, un poema en prosa, lirismo sin pose, plegaria en carne viva, comer, beber y amar, también, se supone, morir, al fondo, siempre.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
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