Va a ser que nadie es perfecto

Pues a mi también me sorprendió esta película, entre otras cosas porque esperaba bien poco, vistas sus pobres críticas y su punto de partida argumental, pero el film de Oristrell resulta de lo más entrañable, con un guión que va creciendo, unas interpretaciones más que correctas ( en especial Jose Luis García Pérez ) y que termina dejando un inmejorable sabor de boca,casi deseando que no terminara nunca esa noche mágica.
Como ya comentó otro compañero,la secuencia de los créditos finales es de lo más original y divertido.
No pasará a la historia pero el cine español necesita más comedias como ésta,mal que les pese a los que la califican de cutre.

Mi contacto con la película no era muy halagüeño: la escogimos porque era la que empezaba más tarde, y así nos daba tiempo de cenar más tranquilos.
Y francamente resultó un acierto esta decisión. No es cine de arte y ensayo, que se abstengan los intelectualoides, no va de la discapacidad.
Los protagonistas son ciego, sordo y cojo, y eso llama la atención y da pie a que se inicien las tramas de los personajes, pero para el resto, para el desarrollo de la historia, lo mismo podrían haber sido un calvo, un zurdo y un tio con los pies planos.
Una bonita comedia romántica, con buen ritmo (no trepidante, sino bueno), y con interpretaciones que me sorprendieron favorablemente de José Luis García y Santi Millán (especialmente este último, acostumbrado a verlo en televisión, me gustó mucho)
La recomiendo mucho para quien quiera salir del cine contento de haber pagado la entrada.

En este nuestro glorioso cine español hemos alcanzado la cima del último ochomil de la interpretación y hemos de dar gracias a dios nuestro señor porque podemos disfrutar de magníficas estrellas invitadas, e incluso protagonistas, del calibre de:
friquis de la tele, futbolistas, Nacho Vidal, triunfitos, granhermanos, cantantes de grupos de mierda, presentadores de concursos y actores de teleserie como el bochornoso Fernando Tejero, que no sabe ni hablar.

Los periodistas no saben escribir, los actores no saben hablar, los cantantes no saben cantar... esto es una maravilla.

Voy a hacer la media de la parte de mi dinero que recae en el tío este y cada céntimo mío que caiga en sus manos será introducido por su ano, cual hucha, hasta que se le revienten los intestinos y sólo pueda interpretar un remake de Johnny cogió su fusil.

El guión parte de uno de los planteamientos básicos de la historia del cine: narrar el viaje interno de unos personajes a través de su singladura geográfica, una "mini road-movie" de una noche, tal y como lo hicieran magistralmente antes Lucas con "American Graffiti" y sobre todo Scorsese con su "Jo que noche", película con la que esta comedia guarda ciertos puntos de conexión. La película no es ninguna maravilla, pero al menos nos envuelve en un aire amable y "buen rollito" que, dado los tiempos que corren para la comedia, es un aliciente para dedicarle una horita y media. No es demasiado original, aunque potencian un curioso ambiente surrealista cargado de referencias cinéfilas, no es demasiado graciosa, aunque te mantiene con la sonrisa durante bastante metraje, no es demasiado nada... pero, ¿quién puede pedir hoy demasiado?

Aunque la película trate de un ciego, un cojo y un sordo, como suelen empezar muchos de nuestros chistes no lo es.

Es una película que si profundizas en la risa inicial que provoca, encontraras una forma distinta de ver la discapacidad: una forma natural y sana, sin autocompadecimientos (cosa que se agradece)...

Genial el papel de los protagonistas, sobre todo el de Santi Millán que hace a la perfección el papel de sordo..

En fin, una buena película que te acerca a la discapacidad tal y como es, sin penas, ni glorias, como una realidad social distinta, no más.