Cita en Hong Kong

Una aventura nunca es simple. Una aventura puede estar en el ir y venir, en la compañía, en conectar con la gente del lugar... Y aquí tenemos un Hong Kong colonia del Reino Unido que lo fue hasta el año 2000 muy a propósito para la aventura. Un Hong Kong que se extiende muy bien en su retrato, con el bullicio de las calles y de los juncos por el mar. A la cabeza veremos un maduro Clark Gable desplegando su potencial sin menear el bigote, y una Susan Hayward de lo más atractivo.

Mezcla de nacionalidades en la postguerra, falsas conciencias, refugiados, gente de mal vivir, gente que subsiste como puede en una atmósfera agobiante por el control chino de sus fronteras, y las autoridades inglesas en frente; todo ello con un fondo de contrabando y un tenue velo de espías.

Aquel cine de aventuras nunca morirá.

Un Clark Gable físicamente diezmado, pero que esta en su salsa como aventurero solitario.

Un soldado de la fortuna que afronta un reto mas. Al "salvar" al rival que es la pareja de la dama en la que ha fincado su mirada. Una historia interesante en lugar exótico, en una etapa en la que Hog Kong era colonia británica y las aguas eran chinas... Gable en su eterno rol de lobo solitario, un viejo lobo que vive una de sus ultimas misiones y parece haber perdido las esperanzas de haber encontrado el amor. El rol de Hank Lee tiene algo del alma Bogartina, pero el rey Gable le da algo de la fuerza que un conserva como viejo pirata al que una vez vimos comenzar su carrera el "Los mares de China"

Solamente el poder contemplar a estos dos grandísimos actores de Hollywood, Clark Gable y Susan Hayward, es motivo suficiente para ver esta película, aunque la historia es un poco floja al igual que el guión, y con una dirección un tanto rutinaria del reconocido director Edward Dmytryk.
Pertenece esta producción al conjunto de películas que rodó las Fox para lanzar el nuevo sistema cinematográfico Cinemascope a partir 1953 y que tenía en exclusiva al comienzo de esta nueva etapa, contando para ello con varias estrellas y directores de gran prestigio. Este film fué rodado el mismo año en el que Clark Gable protagonizó para la misma productora el Western Los implacables, y Susan Hayward después de rodar El jardín del diablo en 1954 y Caravana hacia el Sur en este mismo año 1955 para esta misma productora, con el aliciente del nuevo procedimiento visual con ambos actores.
Es un film para pasar el rato disfrutando de dos estrellas inolvidables. aunque en este caso no sea una película para el especial lucimiento de los dos.


José Antonio ZG

Estas películas antiguas tienen cierto encanto filmográfico, pero en este caso resulta un poco demasiado simplón.

Los caracteres son casi caricaturas de personajes de película. Los actores actúan también como caretas y maquillaje de película. Las situaciones son muy elementales buscando el aplauso facilón del público.

El color y los escenarios son bonitos. El vestuario de Susan Hayward también.

No da para más.

Rutinaria aunque entretenida cinta de tarde de sábado en cinemascope y technicolor, sin más salero que ver a Gable en el ultimo tramo de su vida con su imponente figura fisica en una descolorida y poco creible historia de amor junto a una actriz con tan poca química como Susan Hayward con su permanente cara de inexpresiva desgana y un Michael Rennie muy poco aprovechado en un Hong Kong bellamente fotografiado. Dmytryck dirige con desinterés un argumento que podría haber dado mucho más de si.