El baile

Esta obra de teatro del genial Neville sirve de modelo para lo que es contar la historia de una vida y su entorno de una manera sencilla y profunda.
Un matrimonio bien situado que vive feliz. Cuentan con la incondicional compañía de un amigo del marido que por fin termina instalándose en la casa, en la habitación de los invitados, ya que además es un ferviente admirador de la mujer a la que adora tanto como el marido.
En realidad, ambos amigos, siempre juntos y enfrascados en su pasión por los insectos disecados, representan el desdoblamiento del marido, son en realidad la misma persona. Muchas veces, en nuestra vida, nos hemos sorprendido viendo que hablamos solos, que nos decimos algún comentario, sobre todo, algunos; pues esto es lo que pasa.
El marido es un tipo bromista, feliz, y a su lado está el “otro yo”, su contrapunto: el celoso, el desconfiado; pero que siempre termina haciendo lo que dice el marido.
Y digo esto porque la mujer lo sabe.
Ella siempre cuenta con ellos, que se desviven por complacerla, pero en realidad ni el uno ni el otro hacen que se sienta satisfecha, por eso un día planea irse, no puede soportar la idea de que la vida un día termine y no haya sabido lo que podía haber llegado a conseguir por sí sola.
Y eso es "el baile", el baile ese al que siempre quieren asistir pero que la confortabilidad que la buena vida le da al marido, o lo que es la conformidad de su existencia, y que le hace estar siempre tan a gusto en su salón con los bichos de su colección, le hace una y otra vez resistirse a ir.
Y la desgracia llega…

La película es completamente teatral, pues casi todo sucede en una habitación. Neville logra que nos creamos a esos dos amigos que conviven en el mismo apartamento con la misma mujer a la que ambos adoran, aunque sea únicamente esposa de uno de ellos. Hacer pasar eso con toda suavidad y humor, ya es.......pero conforme la historia se desarrolla deja de parecernos una situación absurda y hasta un poco "ñoña", y resulta que también cabe la muerte, y la vida que da otra oportunidad a ese amor que no muere......a esa adoración por Adela. Un "menage a trois" a la española con tristeza y lágrimas. Un buen melodrama.

Catorce años después de "La vida en un hilo", Neville le regala a su amante, Conchita Montes, una variación sobre el mismo tema: el ménage á trois imaginario. Debía ser una fantasía de la parejita.

"El baile" en realidad es una obra de teatro del propio Neville. Y aquí sencillamente se adapta a la gran pantalla. Conserva esa esencia teatral en su estructura, tres actos; y en que está sustentada en tres actores apenas.

Al igual que en "La vida en un hilo", la mujer busca dos tipos de hombre a la vez: uno más liberal, y otro más conservador. Al menos en apariencia. Pero a diferencia del film anterior, aquí sí hay una relación entre los dos hombres, no sólo por amistad, sino por una doble pasión que con el retorcido sentido del humor de Edgar Neville seguro que era una puyita a su querida: por Adela, la mujer; y por los bichos.

Naturalmente está todo muy tamizado para poder pasar la censura. Pero con una mirada sucia, que es lo que se estila en Filmaffinity, esta película es una divertida cochinada.

Obra teatral personalísima del autor que había estrenado en 1952 y que adapta para el cine. “El baile” es una reflexión sobre la amistad, el amor, la muerte y el inexorable paso del tiempo, una comedia elegante, romántica, tierna y nostálgica. Estructurada sobre un inocente “menaje a trois” en una convivencia limpia y huérfana de cualquier morbo, más allá de la anécdota es una loa apasionada de la “belle époque”, un canto a las buenas maneras, un elogio de la distinción y la inteligencia, alejada de cualquier atisbo de vulgaridad.

La película se articula en tres actos que pertenecen a tres épocas distintas en las que vemos transcurrir el paso del tiempo y los avatares de los tres protagonistas. Una propuesta arriesgada para la época, dos hombres enamorados de la misma mujer y que conviven bajo el mismo techo. El sutil e inteligente humor, las transiciones temporales que muestran distintas escenas del tiempo en el parque del Retiro, los brillantes diálogos para las tres diferentes épocas y formas de hablar que corresponderían a 1905, 1930 y 1955 en los que se desarrolla el relato y la excelente caracterización de los personajes, mantienen intacto el interés por la trama amorosa y consiguen que, aún hoy día, la comedia pueda resultar atractiva para todo tipo de públicos.

El trío formado por Adela (Conchita Montes), su marido Pedro (Alberto Closas) y su amigo Julian (Rafael Alonso), conservan una amistad que se mantiene años y años, incluso cuando la elipsis del cambio de acto en teatro se convierte en una brillante elipsis cinematográfica. Los tres actores están prodigiosos, quizás como nunca, el ritmo no tiene un desmayo, humor refinado, sentido del absurdo. Pedro y Julián van perdiendo con la edad, sus otras facultades, pero no la memoria, ni las continuas bromas en la infancia conservada dentro, que es la clave de su amistad. “El baile” no es una película anticuada, es antigua como los clásicos, pero siempre permanecerá viva por los temas universales que trata.

Edgar Neville escribe la obra de teatro “El baile” que es estrenada en Madrid el 26 de septiembre de 1952 con Conchita Montes, Rafael Alonso y Pedro Porcel. Años más tarde el mismo Neville decide llevarla al cine, el reparto es el mismo, salvo el papel de Pedro Porcel que es interpretado ahora por Alberto Closas.

La historia se divide en: primer acto (juventud hacia el 1915), el segundo acto (madurez hacia los años 30), y por último el tercer acto (vejez en los años 50). En estos se cuenta la relación entre tres amigos (Pedro, Julián y Adela). Pedro y Julián se conocen desde la infancia, a estos les une su pasión por la entomología y su amor por Adela. Adela finalmente decide casarse con Pedro, pero Julián no se da por vencido y está dispuesto a luchar por el amor de Adela.

La película en muchos momentos nos muestra a los tres amigos como un trío, aunque de una manera muy sutíl y muy elegante para poder pasar la censura en esos años, de hecho en la película no aparece ni siquiera un beso apasionado (en las ocasiones que se besan los protagonistas lo hacen de una manera asexual, casta). La historia solo transcurre en las dependencias de la casa donde viven los tres personajes y no hacen en ningún momento referencias a nada del exterior, ni siquiera al momento histórico.

Para mi gusto una película aceptable, aunque tiene varios fallos:
ya para el final (el tercer) acto puede parecer demasiado lento.
en muchas ocasiones los personajes pueden parecer demasiado cursis (sobretodo el personaje de Adela)
al tratarse de una obra de teatro llevada tal cual al cine, no cambian en toda la película de localización (solo salen al exterior para cambiar de acto), por lo que nos da el aspecto de una película demasiado teatralizada.