Mujeres a coro

¡Que suene la música! [Military Wives, 2020] es una historia real que te calienta el corazón, que está bien escrita llena de detalles y que caen bajo tu piel hasta el corazón. Esta llena de pequeñas lineas que tienen la suficiente profundidad para emocionarte y alumbrarte por dentro y es perfecta para ver con un té humeante.

¡Que suene la música! Es bonita, es suave, es agradable, es emocional y trata temas lo suficientemente universales como para funcionar perfectamente y hacerte llorar tus ojos enteros y reírte desde el fondo de tu bienestar.

Es cierto que la película es un poco formulaica, que cae en clichés pero está tan afinada y con las notas tan perfectamente ejecutadas que sus errores me dan absolutamente igual.
Y la maquinaria funciona tan bien que no solo una vez, sino tres o cuatro veces me he encontrado con los ojos vidriosos.

Military Wives es la nueva película del director de Full Monty, Petter Cattaneo basada en hechos reales sobre un grupo de mujeres que para “ocuparse” mientras sus maridos (y mujeres) están sirviendo en el ejército deciden montar un coro.

Los protagonistas son dos mujeres que cada una con su peso emocional y con backgrounds diferentes comisionan entre lo clásico y lo moderno mientras aprenden que juntas son mejores. Ambas protagonistas están perfectamente interpretadas por una soberbia Kristin Scott Thomas y una carismática Sharon Horgan.

Military Wives es una película perfecta para ver con tu madre, que le encantará a los que disfrutaron cine como “Calendar Girls” o “Philomena” y que tiene un sabor British que te alegra el día y te conmueve.

Cattaneo repite en parte la fórmula que le sirvió para triunfar hace ya décadas en Full Monty. Estamos ante una propuesta nada original de música, más drama, más comedia. Todo bien combinado, es cierto, pero que se ve menguado en su funcionamiento por un exceso de dulzura y buenos deseos que llegan a empachar.

Si suavizara un poco el tema melodramático y una parte, importante, de patrioterismo barato, la película funcionaría mucho mejor, sobre todo en lo que se refiere a la parte de comedia. El reparto es muy sólido, con dos grandes actrices como Scott Thomas y Horgan al frente y la película es amable, demasiado como digo, y se ve con mucha facilidad.

Una película para ver en verano y olvidarse de pandemias y otras miserias durante un rato. No da para mucho más, pero basta.

*Juntas somos más fuertes

Uno de los mensajes principales que deja la cinta, es el de que la unión hace la fuerza. Este grupo de mujeres no están sosteniendo un arma o arriesgando sus vidas en Afganistán, pero están lidiando al igual su propia guerra. Como ha dicho el director de la cinta, las películas de militares no deberían estar siempre relacionadas con la parte bélica, sino sacar la parte más humana que reside en ellas. En esta película no son ni los hombres ni las balas los protagonistas de la historia, sino sus mujeres.

Al principio de ¡Que suene la música!, vemos la soledad a la que se deben de enfrentar. El tener que despedirse de sus hombres sin saber si los volverán a ver con vida o no, es algo que puede destruir por dentro a cualquier ser humano. Sin apenas saber nada de lo que está pasando en el campo de batalla, estas mujeres deben pretender seguir con sus vidas, como si nada estuviera pasando.

Cuando se unen y hablan de lo que están atravesando cada una por su cuenta, es cuando comprenden que no están solas. A través de compartir sus historias personales las unas con las otras, son capaces de soportar en el frente.

Sin embargo, tienen que buscar un modo de canalizar tantos sentimientos encontrados. Todo aquello que sienten, que temen, que les gustaría decir o que fuera escuchado, lo canalizan mediante la música. Es un aspecto fascinante de ¡Que suene la música!, ya que demuestra el efecto liberador y terapéutico que puede llegar a tener el arte en una persona.

*Cindy Lauper y un par de cañas

¡Que suene la música! es ante todo una película cargada de optimismo y diversión, que nos ofrece momentos musicales extraordinarios. Las dos protagonistas principales de este film Kristin Scott y Sharon Horgan, estan fabulosas. Ese contraste en sus personalidades generara diversos roces entre ellas, pero también muchos momentos cómicos. El resto de personajes que forman este coro, están igual de fabulosas que las protagonistas del film. Es muy gracioso de ver cómo sin tener experiencia musical previa, consiguen poco a poco mejorar hasta llegar a sonar al unísono.

¡Que suene la música! nos ofrece números musicales increíbles, que van desde Cindy Lauper a Yazoo. Ya sea mediante canciones populares o cantando sus propias canciones, este coro lleva a cabo todas sus interpretaciones, como si le cantaran directamente a sus parejas. ¡Que suene la música! demuestra que a veces las palabras sobran y que una simple canción puede resumir una historia de amor completa. Aunque llega a ser muy conmovedora, la cinta sabe moverse muy bien entre el drama y la comedia en todo momento.

Llegamos a conocer la historia personal, de cada una de estas mujeres. Todas ellas captan la atención del espectador, ya que no estamos ante personajes planos o insulsos, sino ante personajes con historias que merecen ser contadas. Es un reparto muy dispar entre sí, pero que llega a conectar a través de la condición personal que les une a todas. Cuando un grupo de personas pueden relacionarse entre sí por el simple hecho de amar la música, es cuando algo tremendamente hermoso llega a suceder. Eso es exactamente lo que llegamos a experimentar, al ver esta hermosa película.

*Preservar su memoria

Otro aspecto importante que trata ¡Que suene la música!, está relacionada con preservar el recuerdo de los que ya no están con nosotros. Esta es la parte más emotiva del film y de que alguna manera sirve como epilogo de la historia. Para muchas de ellas la eterna espera, acaba en fatalidad. Por mucho que esos hombres arriesgaran sus vidas por su país, su recuerdo muchas veces caerá en el olvido. Es por ello que estas mujeres usan su dolor a modo de estímulo, porque es la única manera que tienen de mantener en vida el recuerdo de sus seres queridos.

Más allá de lo conmovedor que llega a resultar el final, ¡Que suene la música! consigue trasmitir una profunda reflexión respecto a este tema. La película nos muestra lo que trae consigo la guerra, nada grandioso ni heroico, sino más bien desolador y triste. Es interesante de ver la otra cara de la moneda, aquella que tendrá que seguir adelante, pase lo que pase. No es solo una historia entre soldados y sus mujeres, también es la historia de padres e hijos, hermanos y hermanas o simplemente la historia de gente que se ama incondicionalmente. Si algún mensaje deja ¡Que suene la música!, es la de que es indispensable salvaguardar la memoria de aquellos que dieron su vida por todos.

*Conclusión

Estamos ante una feel-movie, que nos hará pasar de la risa al llanto en cuestión de segundos. Es un bello reflejo, de la guerra silenciosa que deben de lidiar aquellas mujeres de militares. Es una cinta divertida y conmovedora, que no dejara a nadie indiferente con su bello mensaje. Con un reparto de lo más carismático, hará que el público disfrute de una buena tarde de cine en familia. En definitiva, una película para disfrutar de buen cine y música, a partes iguales.

Para todos aquellos que hayan disfrutado de la banda sonora de ¡Que suene la música! y quieran saber dónde la puedan escuchar, la tienen disponible en las principales plataformas de streaming musicales.

Escrito por Daniel Jiménez

Veinte años han pasado desde que Peter Cattaneo estrenase THE FULL MONTY, aquella divertida comedia que reventó la taquilla de medio mundo y se convirtió en referencia de muchas cosas, de hecho yo creo que todo el despliegue posterior de calendarios con hombres ligeros de ropa por causas benéficas así como los espectáculos de strep tease masculino solo para mujeres, se convirtieron en un auténtico boom y no había cena o evento en el que no faltase un “Full Monty”al final.


En éste caso, Cattaneo posa su particular mirada en la historia real de un grupo femenino de esposas de militares de una base inglesa cuyo maridos y algunas mujeres también son destinados a la guerra de Afganistán y que para salir de la vida opresiva de la base deciden montar un coro que acabó teniendo setenta agrupaciones diferentes por toda Inglaterra de indudable éxito.

La película es un producto amable y entrañable bastante en la línea de su compañera de cartelera “La familia que tu eliges”, en su buen propósito de agradar con una emotiva historia con la cual empatizas desde el minuto uno y sales con la risa tonta dibujada en la cara, algo que en estos tiempos oscuros de pandemia se agradece. Los personajes típicos del cine social inglés están perfectamente dibujados y las actuaciones del nutrido elenco son muy convincentes y trasciende la pantalla, por no hablar del "set list" con temas como "Time after time" "Shout" "Only you" «With or without you» o «We are family», de lo mejorcito del Pop Inglés.

Algo ñoña, cursi o melodramática; pues también, pero en espera de alternativas más suculentas o perdurables, cumple perfectamente su función de revitalizar la alicaída cartelera estival.

Un film que está inspirado en unos hechos reales. ¿Quién dice que uno no aprende nada cuando va al cine? No tenía ni idea de la historia y me ha gustado. El director Peter Cattaneo (dos obras que he podido ver de él como realizador han sido la infravalorada ‘Full Monty‘ con Robert Carlyle y la pasable ‘Un rockero de pelotas‘ con Rainn Wilson) se nota que sabe llevar a buen puerto tanto los dramas como las comedias. La verdad es que me esperaba algo a la mencionada Full Monty, sin striptease de por medio (evidentemente), pero se deja ver con alegría. Yo creía que tendría bastante más comedia, no sé por qué, pero sin duda el drama es parte esencial en el libreto, escrito a cuatro manos por Rosanne Flynn y Rachel Tunnard. Cierto es, que la película no me ha enganchado desde el principio, pero va de menos a más, y el guión pega un cambio grande a partir de cierta escena (me ha llegado a tocar la fibra sensible) y va hacia arriba. Un reparto mayormente femenino, con muchas rostros que desconozco, pero que está capitaneado por dos buenas actrices como son Kristin Scott Thomas (Tomb Raider con Alicia Vikander) y Sharon Horgan (Noche de juegos con Jason Bateman). También se puede ver pululando por ahí, y de secundario, a Jason Flemyng. Una buena y refrescante comedia dramática para poder verse solo o en compañía. Una mezcla entre Dando La Nota, Sister Act y Los Chicos del Coro cambiando al género femenino. Se agradece que las canciones se hayan subtitulado. Mi nota final es de 7/10.