Traición sin límites

Entretenida película de Walter Hill, que no cabe duda, es deudora de Peckinpah y su Grupo Salvaje (1969). Ambientada en un pueblo fronterizo con Mexico, (en realidad rodada en El Paso), narra la historia de un sheriff de los de antes (un hierático Nick Nolte), y su enfrentamiento con su amigo de la infancia (genial Powers Bothe), que en la actualidad es un traficante de drogas que pasa de un lado a otro de la frontera como le vienen en gana. De por medio entran un grupo de soldados POW (dados por desaparecidos en combate) que vienen al pueblo a otra cosa muy distinta. En este grupo encontramos lo mejor de la película, en cuanto a personajes y actores, Michael Ironside, (Desafío Total, 1990) y su peculiar rostro, Clancy Brown (El Kurgan de Los inmortales, 1986), William Forsythe (La Roca, 1994), etc. Aparte de este gran plantel de secundarios se complementa con el veterano, Rip Torn (Maria Antonieta, 2006) y con Maria Conchita Alonso (Depredador 2, 1990) aportando el personaje femenino y clave a lo largo del film. Una película de acción con una original trama, pero que a pesar de todo, (buen guión, flojo montaje), en su conjunto es fallida. Aquí comienza la decadencia de uno de mis directores preferidos Walter Hill, (The Warriors, 1978), que tan solo en su primera época dio películas brillantes. La banda sonora corre a cargo de Jerry Goldsmith, que salvo su tema principal y el que se utilizo para el trailer, es bastante plana, y poco imaginativa, una pena viniendo de quien viene. En definitiva, film de acción que probablemente no defraudara a los amantes de dicho genero y que cumple su cometido.

Os gustará a todos los amantes del cine de Peckinpah, en general, y de Grupo Salvaje, en particular. Se podría decir que es un remake de esta última. Atmósfera insana y espectaculares escenas de acción. Nick Nolte está magnífico, como casi siempre, con una gran presencia, en un personaje que tranquilamente podría interpretar el gran Kristofferson. Sin duda, una buena película de acción que no defrauda a los fans del género.

Pero hoy en día se echan de menos las ochenteras. Y esta es de las buenas.
A veces, pongo su nombre en google y veo alguna escena suelta.
El mejor tiroteo de los que he visto, tipo OK Corral, el de la gasolinera. No tiene desperdicio, bebe de Sam Pekimpack, y Walter Hill lo borda: en la descripción de los personajes y en las escenas de acción.
Envejece bien. Es difícil, casi imposible encontrarla en un videoclub (si queda alguno). Pero si pueden, no se la pierdan.

Dos viejos amigos de la infancia que eligieron caminos opuestos, se enfrentan en la frontera mexicana mientras se realiza una misión secreta.
Película de Walter Hill que presenta claras reminiscencias del cine de Sam Peckinpah, con escenas de acción repletas de sangre, balas y polvo.
Al igual que ocurre con la dificultosa visibilidad de la frontera mexicana, sucia y polvorienta, el argumento de la película no es nítido, se presenta ambiguo por momentos y no presenta un esquema compacto.
Se apoya en un guión endeble que junta lo que podrían haber sido dos buenas historias independientes en una única y confusa historia, que se limita a girar en torno a las traiciones.
Cine lleno de testosterona y de tipos duros, que presenta los tradicionales personajes estereotipo, con el bueno y el malo de turno, simples y de comportamientos previsibles.
Cuenta con un amplio abanico de intérpretes masculinos entre los que destaca negativamente Nick Nolte, que se limita a poner cara de tipo duro y a pasearse por los escenarios como si estuviera escocido.
Presenta ostensibles puntos débiles de guión y por momentos resulta aburrida, puesto que no ofrece un hilo argumental sólido ni atractivo.
Walter Hill gasta toda sus municiones intentando emular a Peckinpah y agujerea un guión de por si maltrecho.

Qué grande es Nick Nolte,un actor que raras veces me defrauda (en esta película suma bastante el hecho de que el señor Constantino Romero preste su voz). Esta película es un ejemplo de cómo hacer un historia entretenida que mantiene la tensión en todo momento.
Las escenas de acción son constantes (impresionante el tiroteo en el bar del desierto) y están muy bien resueltas por el maestro Walter Hill, que de esto sabe un rato.

Como colofón se permite hacer un claro homenaje a "Grupo Salveje", y deja el listón bastante alto.
Entretenimiento puro y duro.