The Good Doctor (Serie de TV)

David Shore en 2004: - "Las series de médicos están de moda, pero ya está bien de urgencias con guaperas que caen bien, voy a pensar en algo diferente... un médico superinteligente pero viejo y feo, arisco, malcarado y cabroncete. Con muchos problemas personales, peleas por el control del hospital y escarceos amorosos. Me voy a forrar".
Y creó "House MD."
David Shore en 2017: - "Las series de médicos siguen estando de moda, pero ya está bien de médicos feos, agresivos, ariscos y cabroncetes, voy a pensar en algo diferente... un médico superinteligente pero joven y guapito, adorable, achuchable y azucarado. Con muchos problemas personales, peleas por el control del hospital y escarceos amorosos. Me voy a forrar".
Y creó "The Good Doctor".
Espero que David Shore no tenga más "creaciones" porque sería más de lo de siempre.
Leves cambios. Mismas tonterías.

"The good doctor"

Partiendo de la base que no me gustan las series de médicos y no me gustan las series con capítulos autoconclusivos, debo decir que esta serie me ha encantado.

El peso de la Historia se la lleva nuestro protagonista con autismo interpretado por Freddie Highmore. Este chaval va a llegar muy lejos en el cine, es simplemente INCREÍBLE. Ya me enamoro su actuación en Bates Motel pero aquí se supera.

La serie en si es una serie más de médicos, donde cada capítulo explora una enfermedad rara, y cuando acaba el capítulo pueden salvarse o morir. Pero lo que la hace diferente es nuestro buen doctor. Además el resto de personajes cumplen sus roles perfectamente.

En definitiva mi nota es un 8/10

Mucho bombo para una serie que no pasa de un refrito de House regado con todos los tópicos morales y debates sociales.
La serie es entretenida y perfectamente visible, pero no podemos buscar una serie de calado y que aporte alguna novedad.
Reúne todos los clichés de las series de médicos, personajes arquetípicos, pacientes con conflictos paralelos y médicos estereotipados. El protagonista ha hecho un buen trabajo de construcción del personaje, pero a veces se ve forzado o muestra incoherencias por culpa de las exigencias de la trama.
Tampoco es significativo porque es una serie que subestima continuamente al espectador. Con un uso abusivo de flashbacks para reforzar emociones o recordar escenas, una artificial explicación de pasados de los protagonistas forzadamente traumáticos (los otros médicos residentes) pero que no llega a dar una profundidad real a los personajes, ni sus relaciones resultan realistas ni los conflictos creíbles.

Me parece una serie entretenida, pero muy por debajo de lo que fue House en su momento y en el momento de escribir esta crítica, sobrevalorada.

Esta fue mi crítica inicial:
"Aguanté hasta el capítulo 4, pero un drama o tragedia por capítulo no es lo que esperaba. La vida ya tiene bastante de eso, y si tengo que elegir, incluso prefiero un blockbuster.
En cuanto al apartado artístico. Me llama la atención que la expresión facial del protagonista sea distinta cuando es niño (más atormentado en éste caso y con media sonrisa permanente de adulto). Por lo demás, no tengo nada más que decir. Todo muy correcto para cumplir su cometido, que es entretener."

Sin embargo, mi pareja que es más racional que yo, más sensible y que afronta la realidad con más valentía que yo, me animó a seguir viéndola junto a ella. Se lo agradeceré siempre porque lo que vemos en la serie es un ejemplo de superación individual y en equipo. Es un homenaje a las etnias minoritarias, a las mujeres y a los discapacitados donde vemos que también pueden ser sobresalientes. Es un relato de la vida en el que se nos enseña que por muy dura que sea la caída, siempre hay que levantarse y seguir hacia delante.
Y el tándem Highmore y Schiff es simplemente maravilloso, culminando al final de temporada con unas actuaciones insuperables.
Gracias Lidia.

Había cierta expectación por el regreso de David Shore a un drama médico tras “House M.D” y por su unión con un siempre convincente Freddie Highmore. Pero hasta ahí podemos llegar.
Esta nueva aventura se cae por completo en un primer capítulo que es algo así como mimosín muriendo de una sobredosis de azúcar, todo es cursi, ñoño y forzado.

En la serie Highmore interpreta al “buen doctor”, un joven recién salido de la universidad que sale de su pueblo natal de camino a la gran ciudad mientras tiene que superar sus traumas y sus propio problemas y concepciones de él que tiene la gente.

Y es que… tiene autismo y se refugia en la medicina con todo su conocimiento y le dice a la gente qué hacer porque es muy inteligente, mientras nadie le cree por parecer un bicho raro hasta que se dan cuenta que puede tener razón.

La vida en el hospital tiene sus internos que se acuestan juntos y música lacrimógena a todo volumen mientras se esfuerzan tanto en hacer otro Anatomia de Grey que prácticamente no queda nada original en este otro drama bélico.

Lo mejor: Highmore
Lo peor: Es de un cursi y repipí subido.

Nota: 3/10