El premio (The Ticket) (TV)

Tras ganar el gran premio de la lotería, Keith (James Marshall), acompañado de su mujer (Shannen Doherty) e hijo (Phillip Van Dyke) optan por ir a cobrarlo sobrevolando la montaña con una avioneta, pero una avería (provocada) les deja tirados en pleno monte nevado. Así comienza una persecución en la que no sólo está en juego el dinero, también sus propias vidas.

El punto de partida de la película es interesante, aunque pronto desemboca en el típico thriller televisivo, es decir, una intriga algo descafeinada a la que le falta acción. Tampoco ayudan muchos unos diálogos que resultan en su mayor parte ridículos. Además, los malos de la función están totalmente caricaturizados, restando con ello tensión (y realismo) al relato.

Los actores están correctos, a pesar de los tontos (y relamidos) diálogos que deben recitar. Al final nos queda un producto del montón, con algún momento ligeramente interesante pero que, en líneas generales, resulta demasiado irregular y predecible.

Está claro que ver una película protagonizada por Shannen Doherty implica no disfrutar. Todavía espero la ocasión que haya alguna película de esta actriz que me llame mínimamente la atención; ya no espero ni siquiera que me guste.
En esta ocasión nos encontramos ante una historia bastante básica, donde una familia humilde recibe un premio de la lotería, y por diversas circunstancias se verán perseguidos por gente que intenta robar el premio e intentarán matarles.
Los personajes están totalmente desdibujados y la verdad es que no interesa nada lo que les ocurre. A ello ayuda un guión muy mediocre lleno de diálogos estúpidos, llenos de frases que no encajan con los persoajes y con el suceso.
Por otro lado, he de decir que las interpretaciones son muy malas. Los personajes parece que están de excursión por el monte, en vez de intentar salvar la vida. Todas las cosas que les ocurren no les afentan para nada.
Quisiera hacer un inciso en referencia a los personajes que hacen el papel de villanos. Los personajes son malos malos malos. Son tan malos que parecen personajes de dibujos animados para niños de 2 años. Todo lo que hacen es lleno de maldad sin nigún sentido, y parece que uno está viendo a esos clásicos de dibujos animados donde las brujas solo se movían por un único sentimiento. Horrible.
En fin, una película que no entiendo de su existencia, y que entiendo mucho menos que tenga una nota superior al 3. Algo totalmente incoherente, ya que sinceramente no merece la pena ni siquiera ver un solo minuto.