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Perseguido

Cine negro. Thriller John ‘Kit’ McKittrick (Garfield), un hombre que combatió en la Guerra Civil española (1936-1939) dentro de las Brigadas Internacionales, huye de una cárcel nazi, en la que ha sufrido torturas durante dos años. Al volver a Nueva York, se entera de que su mejor amigo se ha suicidado durante una fiesta. Sospechando que su amigo ha sido víctima de un oscuro complot organizado por agentes extranjeros, decide investigar por su cuenta hasta ... [+]
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Críticas 9
Críticas ordenadas por utilidad
31 de mayo de 2011
20 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me ha terminado de convencer esta problemática cinta de espionaje, sobre todo en nuestro país donde fue vetada por la censura franquista. Narra la historia de un ex-combatiente norteamericano de las brigadas internacionales, que después de ser rescatado por un camarada italiano de las cárceles franquistas, donde fue sádicamente torturado, vuelve a Nueva York al enterarse de que su amigo se ha suicidado. Al no creerse la versión oficial sobre las causas de la muerte de su colega, decide investigar por su cuenta descubriendo una intrincada red de espías nazis que colaboran con el régimen de Franco y que también desean algo de él que desconoce.

La trama, como en muchas películas de cine negro, se enreda demasiado y la cantidad de personajes acaba por despistar al espectador. La intriga por momentos se vuelve más farragosa y uno se pierde en las subtramas de un guión confuso, pero a grosso modo el argumento se entiende perfectamente debido a la pericia del director para subrayar los pasajes más importantes. A ello ayuda la presencia de un interesante plantel estelar, en el que destacan el gran trabajo del malogrado John Garfield y el de una bellísima Maureen O´Hara.
Harold Angel
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12 de febrero de 2015
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Floja película de espionaje dirigida por Richard Wallace y basada en un enrevesado guión que repite indecentemente nombres y situaciones aun cuando el espectador sabe desde los primeros minutos quien es el hombre que arrastra la pierna. No hacía falta tanto rodeo. Así las cosas, ganará enteros la vertiente psicológica de la cinta, centrada en el personaje interpretado por John Garfield (sobreactúa un pelín), en detrimento de la repetitiva trama de espionaje.
Me da la sensación de que el gran John Garfield y el magnífico trío de mujeres que lo acompaña, andan, en esta ocasión, demasiado desaprovechados.
Por cierto, ¿cómo puede la banda sonora de esta película estar nominada al Oscar de aquel año? La horrorosa música machaca la historia sin compasión una y otra vez.
el chulucu
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11 de junio de 2017
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
115/04(07/06/17) Interesante aunque irregular film dirigido por Richard Wallace, un thriller con sabor a cine negro que tiene el aliciente para los hispanos de que trata colateralmente el conflicto de la Guerra Civil española, en lo que es una cinta con efluvios claros a propaganda patriótica estadounidense en el contexto de la segunda Guerra Mundial (aunque sin subrayados panfletarios y se agradece), donde los nazis son malos malísimos. El guión de Warren B. Duff (“Ángeles con caras sucias”) se basa en la novela homónima de Dorothy B. Hughes que tiene su fuerte en el tratamiento psicológico del protagonista, un tipo atormentado que regresa a casa tras estar preso con torturas en una guerra, de cómo sufre los trastornos mentales, que pueden llegar a despistar sobre si las motivaciones del mismo son reales o fruto de sus desvaríos paranoicos, y tiene uno de sus puntos débiles un McGuffin muy débil. Es un producción de la RKO que para el film le fue prestado por la Warner a su estrella John Garfield que realiza una muy sentida actuación.

John "Kit" McKittrick (John Garfield) soportó dos años de tortura después de haber sido capturado en la Guerra Civil española . Sin embargo, se las arregló para retener información vital que pretendían sus captores, en especial su líder, que nunca había vio, un nazi con cojera. Su amigo de toda la vida, Louie Lepetino, organizó su fuga. Cuando Louie, un teniente de la policía de Nueva York, muere en circunstancias sospechosas durante una fiesta, Kit termina su convalecencia en Arizona y vuelve a la ciudad para investigar. Al final del viaje, se topa en el tren con una atractiva compañera de viaje Toni Donne (Maureen O'Hara). Cuando Kit va a la policía para averiguar lo que saben, inspector Tobin (John Miljan) le dice que fue un suicidio, pero Kit no lo cree. Comienza su propia investigación interrogando a los diversos invitados a la fiesta. Entre ellos destacan un historiador noruego y refugiado en silla de ruedas, el Dr. Christian Skaas (Walter Slezak), su sobrino Otto (Hugh Beaumont), y antiguo amor de Kit Barby Taviton (Patricia Morison), que organizó el sarao, y Toni Donne. También estuvieron presentes la cantante Whitney Parker (Martha O'Driscoll), y su acompañante, que toca el piano Antón (John Banner).

La cinta tiene sus puntos interesantes en como refleja la cuasi-demencia del personaje principal, para ello se vale de una mezcla de recursos utilizados con mucha destreza por el realizador, como la música insidiosa, una cámara nerviosa que juega con el rostro y gestualidad del protagonista, una edición eléctrica (mezclando luces, sombras tenebrosas, grifos goteando, sonidos delirantes, …) de Robert Wise (“Esmeralda, la zíngara” o “Ciudadano Kane”), y por supuesto la actuación vibrante de John Garfield, que transmite toda una gama de sentimientos, tipo ajado, removido, atormentado, atacado constantemente por su angustiante pasado, sabiendo con matices explotar bipolaridad entre sus desestabilización de ataques por recuerdos que lo asfixian (esos sudores fríos, ese rostro temeroso ante los recuerdos de oír a su torturador cojo, esa mirada aterrada, …), estremecedor cuando relata los abusos físicos y mentales a los que fue sometido, en miscelánea a su prepotencia cuando investiga, al seguridad que desparrama, ello como escudo ante su evidente fragilidad, sabe imprimir intensidad y carácter indómito, mostrando hondura psicológica, exponiendo los horrores de la guerra, sus traumáticas consecuencias, excelente como desprende estar al borde del colapso, sobre sus espaldas reposa el peso de la cinta, mostrando ser un superviviente.

Esta parte de thriller psicológico se podría haber explotado más, haber sumado más ambigüedad jugando con la esquizofrenia del protagonista, pero esto se deshecha en favor de certezas, aminorando la carga de profundidad del resultado final. En la parte “policial” flojea, con una trama cogida con alfileres, con un supuestamente misterioso villano que se ve a la legua, con un confuso desarrollo que hace que el espectador piense que se ha perdido algo (algo típico en muchas obras de cine negro), con subtramas que desvían la atención de lo importante, enredándose en varios momentos, con profusión de personajes que se mencionan pero no se ven, con un desarrollo en algunos tramos farragoso, con una motivación de los malos bastante burda.

Se puede ensalzar el modo en que el realizador inicia el relato, con el protagonista Kit en un tren mirando por la ventana, con el objetivo centrado en el reflexionando en off sobre su reciente y hastiante pasado, mientras entra en un túnel (alegoría de por lo que ha pasado), además es reseñable el modo en que juega con varios elementos para dar más dimensión psicológica a la cinta, me refiero por un lado a las copas con el escudo heráldico que son parte fundamental de la historia, con claras resonancias a los (han pasado a la Historia como pérfidos y perversos) Borgia; el otro elemento es el medallón con el escudo que utiliza Kit para incitar a los “malos”. Contiene genuinos elementos del cine noir, con personajes amorales, atmósfera turbia desesperanzadora, protagonista duro, y por supuesto una femme fatale, con interesantes momentos de tensión e intriga, aderezado con un rush final sugerente, que en su culminación gana enteros por sus niveles de fatalismo. Tampoco el romance entre John Garfield y Maureen O'Hara muestra demasiado calor, queda algo frío y tenue, forzado. Se suma a unos diálogos no muy trabajados que dejan sensación de funcionales.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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18 de agosto de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cinta de cine negro que con el tiempo va adquiriendo cada vez más la categoría de película de culto por ser de las pocas que abordan el tema del fascismo no solo en Europa si no también dentro de la sociedad americana de los años 40. Quizá un poco más valiente que la novela, de la que parte, a la hora de posicionarse ideológicamente ante la defensa de la intervención americana en la guerra civil española de las brigadas internacionales. No falta el discurso idealista de John Garfield frente a Maureen O'hara cuando le pide que finalmente se rinda en su deseo de venganza. Curioso el hecho de que tanto en la película como en la novela no se menciona nunca el nombre de Hitler y es sustituido por el de “hombrecillo” de Berlín.

Era tan conocido el interés de John Garfield de participar en este tipo de papeles idealistas que fue, siete años después, perseguido y juzgado por el Comité de Actividades Antiamericanas del McCarthismo (La famosa caza de brujas) que acabó destrozando su carrera cinematográfica y su vida muy poco después.

Otra aportación interesante de esta película al género negro es el tratamiento psicológico del personaje. Resaltar como la voz en off, tan típica de estas producciones, aquí no se utiliza para narrar o aclararnos puntos del argumento, si no para mostrarnos la lucha interior del protagonista cuando esta teniendo alguno de sus ataques producto de las secuelas del trauma sufrido en las torturas de las celdas franquistas, después de haber pasado por un centro de tratamiento o clínica mental que curiosamente es llamado como “rancho”.
Cabe remarcar también su economía de recursos por el hecho de no recurrir al flashback para mostranos las torturas o penalidades del pasado del protagonista (hoy en día imposible de no sucumbir por cualquier guionista). Basta con un monólogo descriptivo frente a su amigo y, en las recaídas, mostrarnos un temblor de manos, unas gotas de sudor en la frente, primeros planos, sombras recortadas sobre la pared y como finalmente ha de aporrear un piano para disimular los sonidos del interior de su cabeza. Según avanza la trama se puede incluso llegar a dudar de su sano juicio y pensar que todo esta siendo producto de su imaginación.

También se le puede achacar a esta película, según mi opinión, la falta de química de la pareja protagonista y su enrevesado y precipitado guion que cuesta seguir, producto de tener que resumir (de manera bastante fiel, excepto algunos detalles) en 90 minutos la novela de Dorothy B. Hughes de 200 condensadas páginas.

Como dato final, comentar que esta gran escritora del género criminal tuvo otras dos novelas adaptadas al cine: La magnífica “Persecución en la noche” (Ride the pink Horse, 1947) dirigida por Robert Montgomery y la obra maestra de Nicholas Ray “En un lugar solitario” (In a lonely place, 1950)

Bibliografia:
“La Brigada Hollywood” de Javier Coma
“El cine negro 2” de Víctor Arribas.
“Rojo sobre negro (1930-1960)” de Javier Luengos
Roderick Usher
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4 de abril de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las pocas películas de la época que he visto donde se mencione la tortura y que el protagonista haya sido un soldado capturado y torturado que sufre graves secuelas psicológicas.
La primera parte es muy interesante y original, ya después cuando llegan a la mitad se vuelve mucho más predecible y cursi.
Lo peor: el personaje de Toni Donne, a mí me gustan los roles ambiguos pero acá no saben manejarlo para que resulte efectiva.
Lo predecible y acartonada que resulta la segunda parte.
Lo mejor: todo el tema psicológico del protagonista.
La amistad que tiene con Whitney, o necesitan meter lo sexual, ni romántico, son solo amigos.
Manuel
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