El gabinete Caligari

Curioso filme. Un guión intrigante, de diálogos muy literarios, escrito por Robert Bloch, el autor del libreto de Psicosis, nos lleva hasta la moderna mansión en la que una joven está accidentalmente prisionera en manos de un extraño personaje, de nombre Caligari, que parece psicoanalizarla.

Aquí no hallaremos a Césare, ni estamos ante una historia de terror al uso. Quizás el principal fallo es tomar el nombre del afamado filme expresionista alemán; aunque tiene ciertas similitudes, sobretodo al final, con un guiño a la estética expresionista. Parece más bien escarbar en los tratamientos novedosos de la psiquiatría freudiana y una cierta obsesión con los traumas sexuales de los pacientes. Aparte de las extrañas situaciones a las que se enfrenta la protagonista y su comportamiento, aparentemente absurdo y errático en ocasiones, la presencia de un interesante plantel de secundarios distraerá al espectador de descubrir lo que realmente sucede.

Bien dirigido, con una excelente fotografía en B/N, buena banda sonora y una Glynis Johns que se adueña de la pantalla con esa voz aflautada tan peculiar, es una pena que esté olvidado en el baúl de los fracasos de la cinematografía mundial. Merecía mucho más.