24: Redención (TV)

Al final, tras un tiempo considerable de espera, "24" da un paso adelante con este especial para televisión, que sirve de puente entre la más que decepcionante sexta temporada y la genialísima séptima, en el cual comienzan a innovar más que nunca, presentado una premisa nueva, fresca e incluso inusual: colocar a Jack Bauer en África, sin apoyo ni nada, en un lugar en el que está a punto de acontecer un estado de sitio.

La historia en sí es muy buena, aunque he de reconocer que podrían haberla trasladado mejor a la pantalla pues, a pesar de que todo está correctamente hecho, sientes que aún así falta todo ese sentido de la emoción y la tensión que caracteriza a la serie.
Pero, aún así, y pesar de que hace tiempo la ponía peor de calificación, he decidido reconsiderar y darle a este especial el respeto que merece; y es que es un buen paso adelante para la serie y para los fans, pues te prepara para la nueva temporada, que por cierto es total, y te ayuda a olvidar un poco la enorme decepción que supuso la sexta temporada.

Con todo, comentar que la música está bien, Kiefer Sutherland no hace de Bauer... él es Bauer y el final del especial, posiblemente lo más emocionante del mismo junto con la genial escena de acción en el poblado, es realmente bueno.

Con todo: un especial entretenido, que deja un correctísimo sabor de boca y resulta recomendable.

Después de ver la precuela o telefilm de 24 he llegado a una conclusión... quiero ver la nueva temporada ya!
La verdad es que con 24:Redemption aparte de ser una gran introducción de cara a la nueva temporada, nos muestra un país, como otros muchos de Africa, en dónde reclutan y roban niños desde pequeños y los preparan para matar a diestro y siniestro, y la verdad es que en 24: Redemption, se explica y se ve perfectamente este problema que sufren en los países subdesenvolupados.
En definitiva, 24: Redemption me ha gustado mucho y espero con ansia la nueva temporada para saber que pasa con Jack Bauer.

Jack Bauer y la serie “24” me engañaron una temporada y media, lo que tardé en darme cuenta de que estaba perdiendo el tiempo con una serie que presumía de presentar hechos en tiempo real (lo cual era rigurosamente cierto) a costa de que dichos hechos fuesen más falsos que Judas. Y es que aunque la idea, en sí misma, es buena (24 horas sin trampa ni cartón en medio de una trama de espías y terrorismo), todos sabemos que un complot o una investigación no se maquinan y resuelven en un día, suele ser cosa de semanas o meses, por lo que 24 horas REALES en la vida de la UAT estaría llena de silencios, gente a la que no le arranca el Windows, funcionarios que se toman hora y media de desayuno, Nina Mayers yendo al baño, el atasco en la M40, etc… lo cual no pega mucho en cámara.

Resulta mucho más entrenido que un día en la vida de Jack Bauer esté lleno de intentos de hackeo, dos asaltos a la UAT por episodio, cuatro intentos de violación de su hija y siete muertos por hora… aunque la credibilidad se resiente. Se resiente cuando Jack secuestra un coche en Oklahoma y llega a Detroit en media hora (de tiempo real, claro), cuando a la hija la ataca un puma en Los Ángeles (en tiempo real), cuando abortan un complot nuclear (en tiempo real) cada dos episodios en el último minuto, cuando los malos no consiguen acertar con una ráfaga a medio metro (en tiempo real) y Jack los mata a pares con un disparo de pistola a media milla... En fin, lo dicho, que aguanté una temporada (por ver en qué quedaba la cosa) y el principio de la siguiente (por ver si mejoraba).

Así que me puse a ver esta película sin muchas expectativas (o mejor dicho, con las expectativas de ver lo mismo de siempre, plantarle una nota de 2-3 y ponerme a otra cosa)… y me encontré con una cosa muy curiosa: la historia no transcurría en 24 horas sino en 2… lo que obligó a condensar la película y aligerarla de tramas: una principal y otra extremadamente secundaria que sólo sirve para abrir la puerta a una segunda parte o a una nueva temporada. Como resultado, sale una cosa muy creíble, con una historia que podría perfectamente desarrollarse en las dos horas en las que se supone que discurre y en la que vemos a un Jack Bauer humano, desengañado, escapando del Sistema igual que John Rambo…. y que se ve metido contra su voluntad en una espiral de violencia que él no ha provocado, pero que tiene la obligación moral, como ser humano, de terminar. En este sentido, otro acierto es la elección de los enemigos, unos malos realmente malvados hacia los que no se puede sentir otra cosa que “Jack, acaba con ellos” (nada de multinacionales, ni árabes rencorosos, ni pingüinos mutados, ni bosnios con mala leche que acaban cayendo a veces mejor que el propio gobierno americano y que da pena que les trinquen en el último momento).

Realmente hay muy pocos puntos nuevos, pero han tocado lo justo para mejorar la base de “24” y hacer dos horas de disfrute en tiempo real.

Para los fans de 24, entre los que me incluyo, redención es como un delicioso aperitivo.
Se trata de un doble episodio que nos sitúa entre la 6 y 7 temporada. Ahora sabremos que Jack no se lanzó al precipicio al final de la 6ª.
Personalmente, me ha gustado mucho, el cambio de escenario, un país ficticio pero que podría ser cualquiera de los muchos en conflicto en África ofrece muchas posibilidades y es un toque original en lugar de esas selvas de asfalto que nos ofrecieron en las temporadas anteriores.
Imprescindible para los seguidores de la serie.
Pero si 24 no te gusta, mejor que no la veas.

Cuando uno ve eso de "24: La película" habiendo sido seguidor de la serie en alguna de sus temporadas, piensa que va a encontrarse con algo especial. Cuando menos, similar a lo que nos muestra la serie en cuestión a inmediatez de la acción y concatenación de líneas argumentales en un escasísimo marco temporal.
Sin embargo, lo que se narra aquí es un pequeño paripé del bueno de Bauer (cuidado cuando lo atrapéis por favor; atadle hasta el último dedo del pie que es capaz de hacer una llave mortal con la uña del dedo gordo) por las selva africana mientras trata de salvar de un ambiente nocivo de guerra civil a un grupo de niños (y sólo a ese grupo de niños; ¿el resto de ciudadanos inocentes? pues... ya si eso luego vengo, pero estoy liado). Entretiene, sí, pero se olvida con demasiada facilidad. Encima la trama externa desarrollada en Washington no es otra cosa que un trailer del argumento conspiratorio principal de la siguiente temporada de la serie.
Destacar la presencia casi testimonial de John Voight y la interesante aunque desaprovechada participación de Robert Carlyle.