Los Muppets

Los Muppets se rien de su propia miseria, del olvido al que personajes conocidos son sometidos un tiempo después (solo hay que ver un cameo que aparece "para relanzar mi carrera"). Hollywood es así, una tierra de juguetes rotos que solo a veces vuelven con atino a la gran pantalla. Es el caso de estos "teleñecos" que vuelven con fuerza, con mucha música y que descubrirán ese humor blanco que ha acompañado a varias generaciones. Va por la cerdita Peggy, la rana Gustavo y todos aquellos que creyeron que la vida se puede soportar mejor con una sonrisa. The Muppets come back to the town. Han vuelto para quedarse y bendita sea su vuelta para todos los que crecimos con sus amables gags que por mucho tiempo que pase, siguen funcionando.

Los personajes míticos de Jim Henson han regresado, quizá no soy de los que nacieron con las marionetas, pero al final me inicié con ellos viendo su serie animada en versión bebés, sí, los Muppets Babies fueron mi introducción al mundo de Henson. Ahora después de más de una década de su ausencia regresan. Con la esencia que los caracteriza, René (Kermit) y compañía vuelven más graciosos que nunca.
Para poder disfrutar la cinta de las marionetas debes de aterrizar el mundo en el que se desarrolla, un muppet es alguien normal que convive como cualquier persona, no son mal vistos ni discriminados –digamos no necesita tener lógica el hecho de que Jason Segel sea hermano de un títere--. Ahora, la historia es muy típica en el mundo muppet, números musicales, moralejas y el característico humor blanco.
Cada uno de los personajes principales tiene su momento, lo cual se agradece, pero a mi parecer le dieron demasiada importancia a Walter –el muppet nuevo—, su protagonismo debió de terminar al momento en que todo el elenco se reunió –o hacerlo menos ñoño--; aún así, Miss Piggy se roba cada una de las escenas en las que aparece con su clásico humor de diva –aparte de sus cambios repentinos de vestuario—y Gonzo hace lo suyo con los números “suicidas”. Entiendo que era imposible incluir a todos los personajes, sin embargo, unos hacen su fugaz aparición –muy fugaz diría yo--.
El elenco humano es acertado, Jason Segel cumple como el hombre y hermano entregado a sus relaciones, Amy Adams en un papel similar al de Encantada y por lo que veo esto de la cantada se le da.
Disney revitalizó a Los Muppets, supo jugar bien el regreso triunfal de la pandilla y además sabe que las generaciones que vieron nacer a las creaciones de Jim Henson jalarían con sus hijos; Ahora el reto de Disney es convencer a las generaciones actuales y mantener el interés de una técnica que para el público infantil podría resultar fallida, pero presiento que el humor ingenioso y reflexivo será del agrado de los peques –recuerden, 31 Minutos el programa chileno resultó un hitazo hace un par de años--.
Además de la fórmula clásica de la película y como en cintas anteriores de los Muppets, los cameos de los famosos son comunes y en esta ocasión no podían faltar. Selena Gomez, Emily Blunt y Neil Parker Harris por mencionar algunos son los que se prestaron en esta ocasión –menciono sólo esos porque ya se habían anunciado antes y no quiero estropearles las demás apariciones--.
Sólo les digo que es hora de ir al cine, tocar la música, encender las luces, y de que lleves a cuanto niño pueda a ver Los Muppets y con toda certeza saldrán del cine como nuevos fanáticos de estos personajes. Físicamente podrán verse anticuados, pero su encanto no está atado al paso del tiempo.
P.D. Morí de risa con Miss Piggy y su chiste sobre la máscara, además de sus ojos de furiosa. Moi is Fan From Hell de la cerdita.

Hace un tiempo que Los Teleñecos no tenían una película en la gran pantalla...e incluso cuando las tuvieron tampoco fueron nunca tan buenas como su show de televisión. Tanto el original como el infravalorado "Muppets Tonight" de los noventa eran verdadera televisión de calidad con momentos de humor absurdo del bueno y cierto toque irreverente para tratarse de un producto para todos los públicos.

El problema de su traslado a cine es que generalmente los argumentos se quedaban algo cojos o infantiles para sostener los gags y no resultaban productos tan entretenidos ni tan apropiados para todos los públicos. Dicho de otra forma, o eres muy fan de los personajes o se hacen algo pesados.

No obstante, la primera película se deja ver y supongo que las otras dos hechas en vida de Jim Henson también (aunque aún no las he visto) y las que hubo en los noventa que versionaban historias como "Cuento de navidad" o "La isla del tesoro" no estaban mal. Otras como "Los teleñecos en el espacio" eran flojillas y después ya se pasaron al directo a video/dvd con la pérdida de calidad que eso supone.

"Los Muppets"-que debería haberse titulado Los Teleñecos en España- tiene un equipo inusual, un director y un compositor que salen de la telecomedia indie "Los Conchords", un protagonista y guionista que viene de "Cómo conocí a vuestra madre", otro guionista que viene de "Forgetting Sarah Marsall" y "Todo sobre mi desmadre" y una coprotagonista que funciona en productos de diverso calado, además del gran Chris Cooper.

El resultado es muy bueno, aunque no excelente. En el lado positivo tenemos a los protagonistas humanos. Tanto el entrañable Jason Segel como la encantadora Amy Adams son perfectos para una película de este tipo (y encajan mucho mejor que la mayoría de los intérpretes de las otras pelis de Los Teleñecos...y eso que la primera tenía hasta a Orson Welles). Chris Cooper, también está fantástico como el villano, aunque quizá no tiene suficiente peso o desarrollo, pero su sobreactuación caricaturizada es perfecta para el filme.

El segundo aspecto que destaca son los números musicales, que son maravillosos. Las canciones, alegres unas, tristes otras, son sumamente pegadizas y hay una buena mezcla de temas creados para la película, otros recuperados del primer filme o del show de la tele y otras que sólo forman parte de la banda sonora, pero acompañan determinados momentos (We Built This City en la escena en la que limpian el teatro).

Lo tercero es el nuevo teleñeco, Walter. No sólo no roba demasiado protagonismo a Gustavo y Peggy sino que encaja a la hora de presentarlos a una nueva generación y se le coge cariño. Y la idea de que sea hermano de Jason Segel funciona muy bien en el universo absurdo de los teleñecos.

Lo cuarto son los cameos de actores de la tele y del cine, que funcionan bien y resultan curiosos.

Finalmente lo quinto lo incluyo , a la vez, en lo mejor y lo peor. En Spoiler por falta de espacio.

¡Que estos no lo son!. ¡Que me los han cambiado!
¿Donde está la ironía demoledora con que nos deleitaban?. ¿Y los números musicales de alto nivel?. ¿Y los invitados de lujo?.

Este despropósito que se supone debería ser un homenaje tiene una dirección lamentable, es aburrido con avaricia, la historia de la parejita protagonista con cara de panoli es de un cursi que tumba de espaldas, la música es mediocre por no decir mala -aparte de totalmente descontextualizada- y los bailecitos horteras -entre estilo años cincuenta y Bollywood- con el lechero vestido de blanco y todo, en fin....
Mientras tanto los que deberían lucirse..., de meros comparsas. Uno espera a que llegue el momento del Show propiamente dicho a ver si allí el tema recupera, pero tampoco....

Lo más triste es que no refleja en absoluto de qué iban los auténticos teleñecos ni la calidad que tenían; los que vean esto ahora nunca entenderán lo bien que nos lo pasábamos.
Quienes quieran hacerse una idea pueden teclear -por ejemplo- en Youtube "Muppet Show Moreno and Animal" y a partir de allí también otras múltiples entradas.

Los Muppets se ríen de sí mismos en una película consciente tanto del legado como del ocaso mediático de estas marionetas. Pero la ironía va más allá, y debemos reconocer el cinismo que destila. En la película estos perosnajillos se reúnen para salvar el Teatro Muppet de un petrolero ambicioso; organizan una teletón con el fin de recaudar suficiente dinero para anular un contrato firmado por la Rana René. Esto, además de ser el ariete temático, se me antoja como una suerte de guiño acerca de lo que se trata todo este bodrio: una simple y llana excusa para recaudar dinero en la taquilla, capitalizando con la celebridad de unos muñecos pasados de moda la fibra nostálgica de las masas, como si eso bastara para solapar el hecho de que se trata de un espectáculo improvisado y chapucero, con chistes, situaciones y canciones carentes de ingenio y por lo demás cutres.