Dixie Chicks – Shut Up And Sing

Las Dixie Chicks ('Chicas del sur' en inglés: las 3 componentes son de Texas) eran el grupo femenino más exitoso de la historia de la música en USA (llegaron a vender más de 10 millones de discos de un solo álbum) con unas canciones de country-pop melodiosas y agradables. Todo lo que tocaban era fulminantemente nº1.

Aunque viendo las carátulas de sus discos parecían 3 'spice-girls' cantando folk, en absoluto eran tal: a diferencia de muchos de los músicos "comerciales" del planeta, que dependen por completo de los grandes Media, hablaban sin tapujos sobre lo que opinaban del mundo, su visión de las cosas, temas políticos, sociales, etc.

Estando de gira en Londres en el año 2003, la temperamental líder del grupo (Natalie Maines) declaró a la prensa que, ante la inminente invasión de Irak por Estados Unidos, sentía «vergüenza de que mi presidente (Bush) sea de mi estado (Texas)».

La respuesta de la profesión y los fans fue implacable: la conservadora industria de la música country americana las eliminó de las listas, prohibieron sus canciones, se dejó de escuchar cualquier canción suya en las radios de todo el país, recibieron amenazas de muerte, tuvieron que cancelar conciertos... el boicot fue total e inmisericorde. Maines sólo dijo una frase de 13 palabras «I am ashamed that President Bush is from my home state of Texas» y desaparecieron por completo del panorama musical.

Este año 2006 volvieron por fin con un nuevo disco (Taking the Long Way, del sello Columbia Records), algo lógico (alguna vez tendrían que volver), y nada pasaría si, obviamente, todos estuvieran expectantes a ver qué iba a pasar con un grupo tan famoso tras la ignominia sufrida: ¿Pedirían perdón?¿Ignorarían el asunto?¿Hablarían del tema?

La respuesta fue una de las canciones de pop-country más hermosas del año (2006): «Not Ready to Make Nice», una estupenda balada, al tiempo tierna y potente, cuya letra muestra toda una declaración de intenciones.

Este documental de explícito título: «Cállate y canta», y cuya leyenda en el poster reza «La libertad de expresión está bien, siempre que no lo hagas en público», está dirigido por Barbara Kopple, realizadora que también siguió a Woody Allen y su banda de jazz en 'Wild Man Blues', 1997. El film acompaña a las protagonistas a lo largo de una temporada, contando la historia de este valiente grupo de country y del boicot que sufrieron por parte de un país (especialmente de los estados del Sur) que las había previamente adorado.