Olía mal después de una "poco acertada" primera entrega... apestaba tras una desastrosa secuela... y, ahora, una vez más, Alvin y sus ardillas se estrellan en esta innecesaria tercera parte (eso sí, en esta ocasión contra el mar).

Es difícil encontrar un punto con el que empezar a hablar de semejante barbaridad cinematográfica, pero quizá se pueda comenzar remitiendo al fallido reparto (al fin y al cabo, qué se puede esperar de una película en la que se ha invertido más dinero en digitalizar a seis ardillas cantarinas que en contratar a intérpretes de calidad); por su parte, el guión pasa completamente inadvertido, ya sea por la nulidad argumental o por la falta de coherencia narrativa; la labor del director... ¡ah!, ¿pero es que la hay?... y así podría continuar con un sin fin de matices (y aspectos más serios) que se precipitan a las profundidades del océano.

Por destacar algo positivo (y obligándome a pensar hasta la saciedad para encontrar algo), cabría mencionar las avanzadas técnicas de animación utilizadas para crear a las pequeñas ardillas que protagonizan una destartalada aventura en una isla desierta en la que bien podrían haberse perdido para evitar una posible nueva secuela.

"La boda de mi mejor amiga" podría haber sido una comedia original y divertida, ya que plantea una forma género alternativa a la simple comedia romántica (de hecho, de romántica tiene poco). Sin embargo, durante todo el metraje se reduce precisamente a eso: a un planteamiento del que se podría haber sacado mucho más jugo.

Las situaciones, además de absurdas e inverosímiles, se recrean en un humor burdo, grosero y destartalado que se ciñe a bromas infantiles con muy poca gracia. Además, el guión plantea unos personajes con los que el espectador no empatiza; parecen sacados de un mundo paralelo en el que los humanos son completamente distintos a los de nuestro propio universo.

Como único aspecto positivo, me atrevería a ensalzar la extraordinaria labor del reparto en general, en especial de todas y cada una de las actrices secundarias (Melissa McCarthy y Rose Byrne realizan unos papeles impresionantes).

Pero ni con el constante esfuerzo de un reparto digno se puede rescatar el conjunto general de una comedia que naufraga en su propio humor y se hunde hasta tocar fondo.

Cuando todo el mundo pensaba que era imposible hacer una adaptación digna del personaje de Tintín, llegó Steven Spielberg y nos demostró que estábamos equivocados.

No solo destacan las avanzadas técnicas de animación y sonido que hacen posible cada plano y cada secuencia (y que, todo sea dicho, enriquecen de una manera impensable el conjunto general del filme), sino que la película sobresale en cada uno de los apartados cinematográficos que la componen.

Se sustenta en un guión sólido que, pese a flaquear en algunos momentos completamente alejados de la realidad de la película, podría calificarse de consistente y firme. Así mismo, la exquisita banda sonora del maestro John Williams, rodea de manera magistral la trama plano a plano. Si a todo esto le sumamos las compensadas dosis de humor, acción, misterio y fantasía, llegamos a la conclusión de estar ante un gran espectáculo cinematográfico.

Además, las esporádicas alusiones (o guiños, según se vea) al comic original resultan adecuadas para el espectador y emotivas para los incondicionales del personaje de Hergé. Puede que la caracterización del capitán Haddock diste un poco de la ofrecida en los tebeos originales, pero el conjunto es muy cercano a la idea que ofrecían los comics.

En definitiva, Spielberg y Jackson hacen un trabajo deslumbrante, ofreciéndonos una gran película que, sin lugar a dudas, se convertirá en un clásico del cine con el paso de los años.

Quién iba a decirles a Chris Wedge y a Carlos Saldanha que crearían una de las sagas más importantes de historia de la animación. A juzgar por el resultado, no es para menos.

Esta primera entrega se desenvuelve en un ambiente ácido y divertido, ofreciendo una historia entrañable para los más aventureros. Además, se sostiene en un sólido guión que, si bien no es excelente, sirve para dar coherencia a las situaciones más disparatadas.

Los personajes cumplen con nota (sobresaliendo la ardilla Scrat) y la banda sonora acompaña de forma correcta al conjunto. Por otro lado, no hay nada que objetar técnicamente; la animación es fluida y de calidad.

En definitiva, una buena película para toda la familia que supera la media de creaciones animadas de los últimos años. Muy recomendable.

Es duro comprobar cómo se puede llegar a destrozar un libro digno con una película tan irrespetuosa; de hecho, cuesta encontrar la más mínima semejanza con la novela original. Aunque, para ser sincero, las graves carencias de esta película no se limitan únicamente a su escasa fidelidad con respecto a la novela en la que supuestamente está basada: el guión da risa, las interpretaciones son aún más irrisorias (si cabe la posibilidad), los personajes resultan vanales, la banda sonora se reduce a pura música de acompañamiento y el escaso argumento oscila en irregulares bucles que carecen de lógica y explicación.

Si no le he dado la peor de las calificaciones es porque el planteamiento (lo único que conserva de la historia original) no es malo y porque los efectos visuales podrían estar a la altura del género.

Sin embargo, el resultado final es tan insalvable que ni siquiera las técnicas por ordenador pueden ocultar el desastre.