Tengo que reconocer que, de primeras, no me esperaba mucho de esta película. No sé si por eso me pareció tan buena, ácida y molesta, pero así fue. ¿A quién no le han entrado ganas de actuar como los héroes de la peli? Cómo cinéfilo que me considero, apoyo muchas de las reinvindicaciones de estos personajes y comparto muchas de sus fobias: basta de comer en el cine, basta de hablar en mitad de la proyección, basta de entrar con la película empezada, basta de cine estúpido...

Ya para acabar, una reflexión: no deja de ser irónico que alguien como John Waters, criticado por muchos bienpensantes y defensores de la virtud, dé toda una lección de modales, respeto al prójimo y a la inteligencia a muchos de éstos. Esto bien merece un tatuaje en el brazo que ponga "John Waters".

Como alguien ya lo escribió en su día y sabía mucho de estos temas, me voy a permitir exponer algunos de sus principios.

(Extraído de "Los once principios de la propaganda", de Goebbels).

Principio de simplificación y del enemigo único: Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo.

Principio del método de contagio: Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.

Principio de la vulgarización: Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar.

Principio de orquestación: La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. De aquí viene también la famosa frase: "Si una mentira se repite lo suficiente, acaba por convertirse en verdad".

Principio de la verosimilitud: Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sonda o de informaciones fragmentarias.

Principio de la silenciación: Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.

Principio de la transfusión:
Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.

Principio de la unanimidad:
Llegar a convencer a mucha gente de que piensa "como todo el mundo", creando una falsa impresión de unanimidad.

Si no fuera por los textos, que intentan encauzar y posicionar al espectador, habría sido una obra perfecta para el estudio del comportamiento de las masas; pena que el director no tuviese esa intención (en el documental incluso se tilda de héroe a un miembro de la extrema derecha que fallece). Eso sí, formalmente es impresionante, como viene siendo habitual en todos sus films.

P.D.- Con la situación actual de Ucrania parece más una parodia (muy negra) que otra cosa: se ha cambiado a un corrupto por otro y el país está en una situación mucho peor que antes (en una guerra civil no declarada y con una situación económica desastrosa).

Sólo fui capaz de soportar 15 minutos, y aguanté tanto porque no acababa de creer lo que estaba viendo... Hay grabaciones caseras con más estilo y mejor contadas.

Ya para acabar, ¿Cómo puede este hombre conseguir dinero para sus "películas"? Porque eso sí que tiene mérito...

Decía John Huston que no sabía por qué se hacían segundas partes de películas excelentes, y que en todo caso habría que hacerlas de las que salieron mal pero tenían potencial para ser muy buenas...

De hecho, no consigo acabar de ver esta película, y no porque sea mala, si no porque la primera, "El Buscavidas", era tan buena que prefiero quedarme con ese final: ese Eddie Felson que tuvo que perder para ganar.

Hace un par de meses, por fin conseguí (pidiendo el dvd por internet, porque difusión no se le ha dado mucha, que digamos) ver este documental. Tengo que decir que las expectativas eran grandes, ya que los temas que trataba me interesan especialmente (la defensa de la diversidad cultural y cómo la música es un lenguaje universal que sirve para acercar pueblos).

Si el qué me parece muy interesante, el cómo creo que está bastante mal resuelto: simplemente esboza la aventura que tuvo que ser ese viaje, pero se me hace muy corto y superficial. No te queda claro cómo se comunican unos músicos con los otros, cómo conviven, el margen a la improvisación que se dá en las grabaciones, ni siquiera dejan que te metas en las actuaciones... y todo debido a ese montaje picado y videoclipero; con el recorrido que hacen a lo largo del documental, tengo la impresión de que sería casi más interesante ver el bruto del material grabado que la propia película.

En fin, un maravilloso intento que, con los tiempos que corren, no está nada mal.