Siempre me voló la cabeza esta serie. Además de amar la ciencia ficción, la clave de Black Mirror está en la proximidad: cada capítulo se agarra de algún comportamiento muy reconocible en la sociedad actual, o de algún invento en vías de desarrollo; algo que está a no más de dos, tres pasos de distancia.
Eso le da poder. El poder de lo inminente. Pero siempre espiamos, aunque sea por una hendija entre los dedos, eso que nos da miedo. Algunos capítulos se destacan mucho más que otros.
Para mí, el pecado de Black Mirror es que pareciera caer en una fórmula, en una repetición.
A veces se queda en sólo mostrar ese posible avance, pero no ve el lado B, no se involucra lo suficiente. A veces la brevedad de sus capítulos le corta un poco las alas. Sobre todo en la cuarta temporada.
Otros capítulos tienen conceptos geniales.
Mis favoritos: "15 million credits", "White bear", "White christmas", "San Junípero", "Hang the DJ", "El hombre contra el fuego".

Bojack Horseman es la serie animada que más tocó mis fibras emocionales ya siendo un adulto más difícil de impresionar. Si algo me encanta de Bojack, es esa constante búsqueda de contar de otras maneras, probando quizás una nueva perspectiva durante un capítulo entero, como cuando vemos qué pasa por la mente de Bojack las 24 hs del día; cuando Bojack no puede comunicarse; o en el genial "La flecha del tiempo".
En fin, es una serie que mete el dedo en la llaga, que, mechando con comedia, trata decenas de temas como el fracking, la fama, la presión social por la figura, el machismo, la asexualidad y mil otros.
Sus personajes son geniales. Todd, Mr Peanutbutter, etc
La única contra que le puedo agregar es cuando, en su tema hollywoodense, hace bromas sobre los actores que el público estadounidense va a entender perfecto pero, acá en Argentina, a mí me pasan de largo.
¡Quiero más, Bojack! Te quiero con tus crisis y todo.