Increíble, no hay otra palabra. Me siento muy bien de ser uno de los pocos de este país que conocen a Rush. Durante el documental, te muestra un grupo que siempre hizo lo que le apetecía, no se vendió, no tuvieron excesos y siempre fieles a la música. Eso es lo realmente impresionante de este grupo, que durante 30 años han sido espectaculares.

Por un lado, me molesta que no sean más conocidos en España, por ello de que no vengan aquí. Pero, por otro lado, en cierto sentido me gusta porque demuestra que nunca se vendieron y que no hace falta ser venerado por la crítica o tener el disco más vendido, para ser grandes músicos. Para mí, es el mejor powe trío que ha existido, con uno de los mejores músicos que ha habido; Geddy Lee(bajista, cantante y teclista); probablemente, para mí, el mejor batería de la historia; y un guitarrista espectacular y que ha sido influencia de muchísimos artistas posteriores, y no tan posteriores a él.

Era sabido lo que le gusta al director de Sunshine transportarnos a diversos lugares y mundos exóticos, pero en 127 horas, nos lleva a algo jamás visto. En realidad, es una historia muy simple, con un guión difícil de escribir. Un tipo, cuyo hobbie es la aventura, queda atrapado en una grieta de una montaña en Utah. Pues ante esa idea simple, Danny Boyle utiliza todo tipo de recursos con la cámara, la fotografía, el montaje y los flashbacks... Y todos estos elementos, sirven para que no te despegues de la pantalla en ningún momento porque lo que hace muy buena a 127 horas, es que sabes lo que va a pasar, pero lo que se te pasa todo el rato por la cabeza, es cuando y cómo.

Como decía antes, la historia es simple, aunque para escribir un guión así, perdón por la expresión, hay que tenerlos cuadrados. Es un guión que no pierde ritmo en ningún momento, excepto algunos flashbacks que se hacen repetitivos. Es un guión que te hace estar tenso, al igual que triste, aunque también te hace sonréir, pasando por algunas partes en las que te preguntas si tú harías eso. Y todo eso, sin apenas diálogos.

James Franco tenía una difícil tarea, que era llevar el peso de la película, y la cumple con matrícula. El actor de Superfumados, se mete de lleno en el papel y pasa de ser un chico jovial, a ser un hombre apagado, y que pierde cada vez más, la esperanza. Usa muchos recursos en su actuación, no hay más que ver la escena del "programa de radio". James lleva años demostrando que es un gran actor, y con esta película, ha sabido aprovechar su oportunidad para ganarse el respeto que se merece.

Tiene una historia emotiva, grandes actuaciones, un gran montaje, y un buen guión. Es una película que conmueve y la única a la que veo con grandes posibilidades de hacer frente a Fincher y sus informáticos. El reparto lo hace muy bien y están muy bien dirigidos. A un lado del ring, está Christian Bale ofreciendo una grandísima actuación(como nos tiene acostumbrados) y siendo serio candidato al Oscar por ella de hombre-ruina, que tiene la posibilidad de tenerlo todo, y no tiene nada. En frente, Mark Walhberg que realiza uno de los grandes papeles de sus vida. Realiza una actuación a la que no nos tiene acostumbrados: no es el padre atormentado de The Lovely Bones; ni el tipo duro de Infiltrados, 4 hermanos y Max Payne; ni tampoco el policía cómico de Los otros dos; sino, que hace un papel totalmente distinto a éstos, y, francamente, es un papel difícil de realizar y él, lo borda. Como mánagers, hay otro grandísimo duelo entre Melissa Leo y Amy Adams. Melissa Leo, que es otra seria candidata al Oscar, nos deleita con una espectacular actuacion que te crees en todo momento. Y Amy Adams, aunque no se queda muy atrás, no llega al nivel de Leo. La historia tiene enganche y está muy bien dirigida, ya que la película te mantiene atento.

Con una gran dirección, un montaje increíble y un guión hipnotizador, Darren Aronofsky regresa tras The Wrestler a lo grande. El director de Pi, cautiva con esta película que nos envuelve con su manto de suspense y no te despegas de la película en ningún momento. Se introduce de lleno en el mundo del ballet, un mundo competitivo y despiadado, de un manera increíble, haciendo un seguimiento perfecto de cada baile, y de cada personaje, de tal manera, que hace que te sientas observado como algún protagonista del film. Con cada movimiento de cámara, te hace creer que tú eres el bailarín, y que tú eres el que lo hace bien o el que se equivoca. La historia está muy bien desarrollada y plasmada en un guión que no pierde el ritmo en ningún momento y mantiene el suspense hasta el final. Con un tono macabro, todos los personajes están muy bien descritos y desarollados.

La película, desde que comienza, pertenece total y absolutamente, a Natalie Portman. La actriz de Closer realiza la actuación de su vida, en este papel bien digno de un Oscar. La evolución del personaje y, como lo lleva a cabo Portman, es algo asombroso. Pero, no hay que olvidar a Mila Kunis, que realiza una buena actuación, no voy a decir de qué porque cuanto menos sepáis, mucho mejor.

La parte negativa del film, es precisamente ese tono macabro. Hay momentos muy subiditos de tono, que no creo que vayan a gustar demasiado en la Meca del cine. Al igual que hay momentos de gran cine, hay otros de errores que ya ha tenido antes Aronofsky, debido a que hay momentos de la película que se hacen algo pesados.

Me sorprendió gratamente ver este documental en el Festival de Jóvenes Realizadores de Granada, primero, porque lo realizaron lasdelcine, granadinas de la cabeza a los pies; lo segundo, no soy fan del grupo y no esperaba que me impactase tanto la historia de los rockeros murcianos más famosos. Las entrevistas, conjuntadas perfectamente con recortes de periódicos, entradas de conciertos, imágenes a lo "Casi Famosos", crean un ambiente muy "rockero" y de que estás viendo algo verdaderamente bien hecho y con mucho talento. Esto es, sobre todo, gracias a una dirección magistral y a un montaje casi perfecto que hace que el seguimiento de la historia se haga sin ningún esfuerzo, sólo te sientas y disfrutas. Quizá lo que más me gustó fue que, sin ser un gran fan del grupo, llegué a mi casa y me escuché aquellos primeros discos en los que eran los "Black Crowes murcianos", etapa, por la que este humilde espectador siente más respeto.

Como conclusión diré que si buscas un documental que te entretenga, que sea serio y que te emocione, este es el que estás buscando. Porque las calles siguen ardiendo.