La película desata a una bestia que quiere arrasar con todo y que nos mantendrá encadenados desde el principio hasta el final a la butaca del cine; ésta bestia es Django.

El film empieza a atraparnos en el momento en el que Christph Waltz y Jamie Foxx aparecen en pantalla, uno como dentista, otro como esclavo. El guión comienza a rodar, el doctor propone a Django ser su socio como caza-recompensa y éste acepta sin dudarlo. Entre ellos surgirá una química extraordinaria. El doctor Schultz es un defensor de la libertad negra y, cuando Django le cuenta su historia y de su mujer, no duda en intentar ayudarle a conseguir salvar a su doncella de las garras de un descomunal dragón, interpretado por Leonardo DiCaprio.
Como fiel escudero de Calvin Candie (Leonardo DiCaprio), amante de las peleas de negros, aparece un esclavo liberado mucho tiempo atrás y que luchará por descubrir la verdad sobre la visita del doctor y su "negro a caballo", estoy hablando de Samuel L. Jackson.

Las interpretaciones de Waltz, DiCaprio y Foxx, se merecen la estatuilla dorada de los Oscar, pues son sencillamente magistrales.
Tarantino una vez más nos sorprende y crea una película que no disgustará a casi nadie. Los planos cortos, las escenas largas, la sangre, los diálogos y el sentido del humor del director nos hacen enamorarnos y odiar a los personajes.
La banda sonora es sencillamente sublime, imposible estar más acertada.

El mundo se divide en dos , los que han visto "Django Desencadenado" y los que no lo han echo aún. Sencillamente estamos ante una obra maestra, una película de culto que pasará a la historia por ser un prodigioso Western, una fantástica película de drama y un valiente documento histórico.

Creo que no me equivoco si afirmo que la mayoría de quienes hemos ido a ver esta película, íbamos conociendo la historia tan célebre de Víctor Hugo. Precisamente, por quienes no la conocieran, me veo en la obligación de poner un 9 en lugar del 10, pues me parece que en ciertos momentos ha ido a trompicones, sobretodo al principio y pudiera entender que algún espectador no entendiera ciertos acontecimientos de la historia.

Si omitimos éstos errores, fruto de la limitación de duración de un film, tengo que decir que es una tremenda adaptación del musical.

Especialmente Fantine me ha emocionado, cuando canta "Soñé Con Ser Otra Mujer", siento como su voz y su mirada están observando a través de mi y escudriñando en lo más íntimo de mi ser. Russell Crowe, me ha sorprendido para bien, no conocía su faceta cantante, aunque he de decir que en comparación con el musical queda un poco flojo, pero le pondría un 7 sobre 10. A destacar, Hugh Jackman, creo que hace un papel muy complicado y creo que sabe cantar, actuar y emocionar como muy pocos. Que hablar del triángulo amoroso entre Eponine, Marius y Cosette... como en el musical, Eponine hace vibrar al espectador con su desamor, nos hace preguntarnos por nuestra propia vida y hace que por nuestros poros se exude pasión. Creo que la de Cosette es la más floja de las actuaciones y que Marius está espectacular cuando llora por sus amigos caídos en "Sillas y Mesas Vacías".

Entras al cine esperanzado porque vuelve un gran director, uno de los mejores, y por si fuera poco la crítica eleva el film a la altura de una obra de Hitchcock. Y sucede, algo que se está convirtiendo en una constante en el cine de nuestros días, pasas dos horas viendo como uno de los grandes se cae desde lo mas alto y te preguntas porque los críticos no se dan cuenta y te evitan pasar por semejante trago.

Un guión que hace aguas por todos los lados y unas actuaciones penosas, salvando a Ewan McGregor (Pierce Brosnan está en las ultimas), logran sacarte totalmente de la trama. Aun así, sigues esperando la intriga, ya no al nivel de Hitchcock sino al de telefilm por lo menos ó un giro argumental que conduzca a alguna parte, pero ninguna de las dos cosas llegan. Y entonces llega el final, momento en el que Polanski se encarga de que no quede nadie en la sala al que la pelicula no le parezca un total despropósito.

A ésta película solo la podemos reprochar que no sea más larga, porque Benjamin Button se mete tanto en nuestra cabeza y sentimientos, que se nos hace duro separarnos de él.

Consigue emocionarnos cuando el se emociona, consigue alegrarnos cuando él se alegra y consigue hacernos reír cuando él ríe.

Hay que ser objetivo a la hora de valorar la interpretación de Brad Pitt, y sólo cabe decir una palabra: ¡Colosal!, consigue sentir lo que siente el personaje desde que es viejo hasta que tiene veinte años. Cuida cada detalle, cada gesto, cada movimiento. Ayudado por los avances técnicos en el cine, Brad Pitt nos ha hecho viajar al futuro del cine, donde nada es imposible y menos para un actor como él.

Cate Blanchett no se queda corta en su interpretación. Siente amor desde pequeña por Benjamin y cada vez que le ve se nota en su mirada. A medida que envejece se ve en el brillo de sus ojos que su amor es muy difícil. Una gran interpretación la de esta actriz.

El argumento es impresionante, con un fin moral que se queda grabado en nuestra mente desde el momento en que Button comienza a hablar. Esta perfectamente narrado y de cada palabra que se dice se puede sacar una lección para la vida. Hay frases estelares que dicen los personajes de la película que nos hace identificarnos con ellos. Las palabras que nos narra Button suenan como música en nuestros oídos.

Es la consagración de David Fincher y con ésta película pasará a la historia del cine.

¡¡MAGISTRAL!!

La frase que pongo en el título de mi crítica, es totalmente representativa de la idea que el grandioso Steven Spielberg quiere resaltar sobre uno de los grandes presidentes de los Estados Unidos, Abraham Lincoln.
El film se sitúa entre el tercer y cuarto año de la Guerra de Secesión norteamericana, entre los Estados del Sur y los del Norte. En este contexto, el presidente Lincoln intenta sacar adelante la decimotercera enmienda constitucional de los EEUU, la cual trata el problema de la esclavitud.

Spielberg nos mantiene envueltos en un argumento histórico que no nos deja respirar hasta, prácticamente, el final de la película. Soberbio como siempre el director.
La película está dirigida a todos aquellos amantes del cine histórico, del cine bélico, de los amantes de las conspiraciones, de aquellos interesados en aprender siempre un poco más de historia, en definitiva, para la inmensa mayoría del público.

Los actores Day-Lewis y Tommy Lee Jones están soberbios. Siempre que nos hablaban de A.Lincoln nos imaginábamos a un hombre alto, de cara alargada y delgada con la siempre característica barba de la época, con su sombrero y Day-Lewis consigue representar perfectamente ese personaje, que por otra parte, no era nada fácil de interpretar.
La banda sonora es realmente buena, en verdad, creo que parte indispensable de ésta película.

Por todo, me parece que ésta película es regresar a un cine más clásico y perfeccionista, nos hace pensar que necesitamos políticos como Lincoln y, en definitiva, una obra maestra del género político.