Pregunta que se hace uno cuando finaliza de ver (no sin esfuezo y dedicación) películas como ésta.
Vamos a ver, hacer una película cuesta un "pastón": hay que contratar actores, técnicos de todo tipo, extras varios, dobles de acción, coordinar rodajes, localizar exteriores, trasladar equipos de aquí para allá, crear decorados, y después de haberte gastado todo ese dinero.... ¿haces "Momentum"?.
Por cierto, que en castellano podrían haberla llamado "Monumentum", porque es un auténtico monumento al despropósito: actores de cartón piedra en un guión sin pies ni cabeza. A lo mejor pensaron que poniendo una chica mona salvaban la papeleta, pero ni por esas,... Mala, mala, mala....

.... vaya película me acabo de tragar, si esto es el cine del siglo XXI yo me bajo.
No hace falta guión, no hacen falta actores,...tan sólo un montón de efectos especiales puestos uno detrás de otro durante 2 horas de una única escena: una persecución por el desierto en los autos locos, con el único aliciente de ver cual es el siguiente invento que aparece montado sobre ruedas o hasta dónde se le puede ir la olla al que los diseñó.
Al lado de esto, las originales de Mad Max (que no estaban del todo mal) parecen pura delicatessen.
Eso sí, si quieres pasar dos horas viendo efectos especiales, bastante bien hechos todo hay que decirlo, es la ocasión ideal.
Por cierto, que me he quedado de piedra al ver que el Max de esta película es el Fitzgerald de "The Revenant". Es verdad que en ésta última va muy caracterizado, pero me dió buena impresión, porque lo que es como Max, me ha parecido especialmente anodino.

Hace poco leí una entrevista donde Tarantino afirmaba algo así como que no quería convertirse en uno de esos directores que según se van haciendo "viejos" empiezan a hacer peores películas y parecen no darse cuenta (yo pensé en el caso de Woody Allen). Pero a lo mejor debería hacérselo mirar porque, en mi modesta opinión, él mismo está entrando en esa fase.

Tras sus inicios rompedores que nos dejaron a (casi) todos sorprendidos por su estilo de hacer cine, creo sinceramente que Tarantino ya no encuentra la manera de hacer "cosas nuevas", y se limita a volver a plantearnos la misma película, ahora ambientada a medio camino entre una del oeste y una de esclavos.

No cabe duda de que la peli está bien hecha (vestuario, ambientación,...), de que parte de una idea cuando menos original, de que los actores están acertados (sobre todo Samuel L. Jackson y Christoper Waltz), de que estás ante una película de Tarantino (munición de calibre superior),... pero a mí, me dejó un poco frío.
A ello hay que sumar ese empeño en hacer películas de casi 3 horas: si condensaran la historia en hora y media, el filme tendría mas ritmo, pero la verdad es que por momentos se me hizo un poco pesada, con algunas escenas muy alargadas.

Si fuera una película de cualquier director "del montón" quizás le daría mas puntuación pero, al menos yo, esperaba más.

La historia de misterio que nos presentan no pasa de ser, mas o menos, igual que cualquier otra que podemos encontrar en un episodio de CSI u otra serie de asesinatos.
Y es que lo bueno, lo muy bueno diría yo, de esta serie es que el esfuerzo creativo se ha puesto no tanto en qué nos cuentan, sino en cómo nos lo cuentan.
Aquí no hacen faltan volteretas argumentales ni giros sorprendentes, simplemente personajes magníficamente interpretados (sobre todo un Matthew McConaughey increíble) en un ambiente perfectamente recreado (¿existe realmente esa Louisiana?).
He disfrutado como hacía tiempo que no lo hacía conociendo a un par de personajes de los que dejan huella, compartiendo sus vidas, sus reflexiones, sus debilidades mundanas,...

Es más, diría que a mí apenas me ha interesado el final de la historia, ni siquiera quien es el asesino,... ¡qué mas da!
Estamos ante uno de esos casos en los que el camino ha sido mucho mas interesante que el destino.

Venía yo de ver un par de películas bastante lamentables (Momentum y Los Juegos del Hambre), así que se me ocurrió tirar de este título para reconfortarme un poco con el mundo del cine.
Las premisas eran buenas: director y actor principal mas que solventes, guión de los hermanos Cohen, una trama de espionaje, la guerra fría,... pero siendo sincero, la verdad es que, sin llegar a ser una mala película, creo que deja bastante que desear.
Nada que objetar a un Tom Hanks tan eficaz como de costumbre, Mark Rylance realiza otra buena interpretación, una puesta en escena y ambientación bastante aceptable,... pero la película no alcanza en ningún momento la intensidad que parece prometer. No hay la tensión que uno esperaría de una películas de este género, y así los minutos van pasando sin que ocurra nada que merezca la pena.
No voy a entrar en disquisiciones políticas pero, y a pesar de que en algún momento parece querer huir del maniqueísmo, la película no puede huir de la visión típica americana del asunto (nada nuevo bajo el sol).
Vamos, que la siguiente vez que quiera ver buen cine, me parece que rebuscaré entre los clasicos.