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España España · BARCELONA
Críticas de MONTRESKI
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
La vida privada de las plantas (Miniserie de TV)
MiniserieDocumental
Reino Unido1995
8,2
726
Documental, Intervenciones de: David Attenborough
10
29 de septiembre de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque es un documental de 1995 me ha parecido sencillamente fascinante las imágenes y el contenido divulgativo raya al máximo nivel, como no puede ser de otra manera tratándose de David Attenborough.
Estamos más acostumbrados a los documentales sobre el reino animal y no caemos en la cuenta de la espectacularidad del reino vegetal, tan bien explicado aquí, con su larguísima evolución en el planeta Tierra, que nos parece hasta irreal los recursos sofisticados que les ha permitido sobrevivir en la lucha, despiadada realmente, por la vida.
Me ha maravillado este documental y no puedo dejar de recomendarlo a cualquiera que desee aprender sobre el reino vegetal y la inevitable lucha por la supervivencia.
MONTRESKI
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9
11 de julio de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Francamente, ha sido una sorpresa, que celebro, el haber visto esta película de la que desconocía hasta su existencia. John Ford hace un admirable ejercicio de disección de un país que no acababa nunca de salir del horror de la Guerra Civil, pero que lucha, todavía, por salir de ese tormento. La disección mostrada en unos diálogos impagables que siempre apuntalan y priorizan ciertos valores. Aquéllos que permiten restituir el respeto que todos los ciudadanos se deben a sí mismo y a los demás, comprender y ponderar siempre como hace este singular juez -un juez que juzga y argumenta y no se limita, sin descuidarlo, a seguir al pie de la letra la ley- todo sometido en un entorno que sabe que no han cicatrizado los múltiples dolores de la guerra civil y que es esa la principal necesidad de sus ciudadanos.

Hay que verla y reverla, hay que empaparse con su lluvia de argumentos. La recomiendo vivamente. Y más en estos tiempos en que el respeto brilla por su ausencia, precisamente.
La interpretación de Charles Winninger es maravillosa y buena parte de los secundarios te transmiten las emociones y conflictos que viven en esa comunidad. La catarsis se alcanza y como espectador lo celebras.
MONTRESKI
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8
2 de agosto de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
He descubierto este film de Otto Preminger, que no está entre lo mejor de su filmografía, sin embargo merece recrearse en los muchos detalles del guión, de los encuadres y del ritmo. Los actores están magníficos, aunque hay que destacar al gran secundario Burgess Meredith, que hace creíble el racismo imperante en la población sureña, también me sorprende la sobriedad de Faye Dunaway, en su primer trabajo, y tanto Michael Caine, un perverso exagerado, con poca profundidad, como Jane Fonda lo bordan.
El peso de los prejuicios aflora en cada escena y creo refleja la realidad de una sociedad que aún no ha encontrado paz y estabilidad por sí misma. El dolor que ha causado y causa el racismo está bien visible en este buen guión.
Insisto un buen film que merece ser recuperado.
MONTRESKI
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8
7 de septiembre de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ha sido un descubrimiento esta película del año 1962 con unas interpretaciones admirables, especialmente, la de Shirley McLaine, que no puedes evitar sucumbir ante su mirada, que revela ternura, fragilidad, deseos de vivir y un corazón maravilloso. Robert Mitchum también borda un buen papel, la de un hombre sumido en la desdicha sin comprender ni asimilar el divorcio, vagando por New York, desolado, lleno de tristeza. Es un guión teatral con diálogos honestos como pocos, impropios o mejor inesperados para la época de los 60.
Esta relación de pareja inusual y valiente, que se sostiene y manifiesta en unos diálogos magníficos, en unos planos de los rostros de McLaine y Mitchum sencillamente expresivos. El amor como necesidad, es decir, la necesidad del amor unido al temor... Ambos con sus diferentes temperamentos lo expresan de maravilla. Sus diálogos son tan honestos y punzantes, no hay nunca acaramelamiento, sino verdad en la mirada y en los silencios.
La recomiendo pues me ha dejado tan sorprendido este descubrimiento.
MONTRESKI
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9
18 de marzo de 2018
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
He vuelto a ver este film de Woody Allen, sin duda uno de sus mejores obras, y me admira su capacidad para transmitir la vulnerabilidad de los seres humanos. Su análisis recuerda, y no vagamente, la obra de Dostoyevski cuando nos planteamos los dilemas morales en relación a la existencia o no de un Dios que todo lo ve y a todos nos juzga. ¿Estaría todo permitido si Dios no existiera? Este interrogante revolotea en casi todos los diálogos y nos transmite el sentimiento de angustia que atenaza a los protagonistas y también a los espectadores. La formación religiosa imbuída a Judah, en el seno de una familia judía, le condiciona y le sacude inmisericordemente al oftalmólogo Judah, obsesionado con el Dios que todo lo ve, el ojo de Dios. (extraordinario Martin Landau en este papel) y permite a W. Allen hacer un homenaje a Bergman en la secuencia de la comida familiar con la disputa ética y religiosa, que recuerda a "Fresas salvajes" indudablemente. Los dilemas morales no suelen tener una buena resolución y sumen en el peor desasosiego a quienes caen en ellos. En la lógica tradicional hay un ejemplo habitual de dilema que parece muy apropiado para este film:
1. Los hombres llevan a cabo los asesinatos que projectan o no los llevan a cabo.
2. Si los llevan a cabo, pecan contra la ley de Dios y son culpables.
3. Si no los llevan a cabo, pecan contra su conciencia moral y son culpables.
Por lo tanto, tanto si llevan a cabo cómo si no llevan a cabo los asesinatos que proyectan, son culpables.
Podríamos añadir variantes de todo tipo a este dilema y descubrimos que sin el ojo de Dios que todo lo ve, sobretodo lo menos invisible, nuestras intenciones, nuestro interior, tal vez no hay dilema.
W. Allen en la parte final de la película, en el casual encuentro de los protagonistas de cada una de las historias paralelas, genial broche, reflexiona de tal manera que nos conduce a pensar que el dilema sigue siendo dilema aunque Dios no existiera.
Hay muchos más detalles en esta obra que inducen a reflexionar, por eso merece ser vista en más de una ocasión.
MONTRESKI
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