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México México · Puebla
Críticas de wraparty
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Críticas 208
Críticas ordenadas por utilidad
3
4 de enero de 2019
25 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde su debut como cineasta, el danés Lars von Trier se ha caracterizado por salirse de los cánones y realizar cintas que distan mucho de ser convencionales. Como fundador del movimiento Dogma 95, el cual abogaba por el regreso de historias más creíbles en el cine minimizando el uso de efectos especiales, ha entregado cintas tan relevantes como Dogville y Melancholia y otras más controvertidas como Antichrist y Nynphomaniac. En esta ocasión, el realizador pretende sumergir al espectador en la retorcida mente de un asesino en serie, con resultados que, como suele suceder cuando se trata de las películas que siguen esta línea, son bastante discutibles.

La cinta es una especie de viaje introspectivo de Jack, quien le cuenta a un ser misterioso los pormenores de su vida criminal. Dividida en cinco “incidentes”, el multiasesino relata (y von Trier demuestra) con lujo de detalle las motivaciones y métodos que lo llevaron a cometer atrocidades que incluyen mutilaciones, fusilamientos, experimentos militares de exterminio e incluso taxidermia humana. Inducido por su trastorno obsesivo compulsivo, el personaje descarga sus frustraciones como arquitecto mediocre en cada una de sus víctimas para denominarse a sí mismo como Mr. Sophistication, buscando en todo momento perfeccionar sus sádicos sistemas para matar.

De forma demasiado explícita, von Trier no tiene reparo en mostrar con exceso de violencia cada uno de los asesinatos que comete su personaje. Durante más de dos horas de tormento visual, el también guionista pretende justificarse introduciendo elementos filosóficos relacionados con las relaciones familiares, la naturaleza del ser humano, el papel de la mujer en la sociedad, ideologías políticas e incluso la esencia del arte. Así, el cineasta utiliza a Jack como su portavoz para intentar convencer al público de que este frenesí sin sentido en realidad tiene un trasfondo ideológico, el cual no es evidente para el ojo común.

No obstante, la realidad es que von Trier solo busca impactar a su audiencia con escenas violentas mientras lo engaña haciéndole creer que debe de pensar más para entender su obra. Sin embargo, la realidad es que toda la retórica que maneja no es más que un sinsentido, una fallida pretensión de mostrar que el baño de sangre es un analogía de lo que pasa en el mundo. Ni siquiera el buen trabajo de Manuel Alberto Caro (Antichrist, Nynphomaniac) en la fotografía, ni la excelente actuación de Matt Dillon (Crash) interpretando a Jack, hacen que valga la pena dedicar tiempo para ver este filme.

Es así como von Trier triunfa una vez más, pero no como cineasta, sino como un personaje curioso que goza de crear controversias, si bien una vez se ganó el repudio general en Cannes por declararse como un admirador del nazismo, en esta ocasión logró sacar a un gran número de espectadores en el mismo evento, los cuales de inmediato adivinaron su gastada estrategia y decidieron no volver a caer en su juego provocador.

Calificación: TÚ DECIDES.

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wraparty
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8
25 de julio de 2017
17 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de conseguir la inclusión al MCU (Marvel Cinematic Universe) del superhéroe más emblemático de la franquicia en Captain America: Civil War, el advenimiento de una película de Spider-Man en solitario resultó ser uno de los más esperados en el 2017. De la mano del director Jon Watts (Cop Car) y media docena de guionistas llega Spider-Man Homecoming, el sexto largometraje inspirado en el arácnido en un periodo de 15 años. Desde su aparición al lado de Avengers el año pasado, el camino que tomaría la nueva historia de Peter Parker estaba definido: se trataría de un adolescente inexperto e incapaz de controlar sus recién adquiridos poderes, dándole un nuevo enfoque a las historias que el público estaba acostumbrado a ver en el cine con relación a este personaje.

La nueva película de Spider-Man se desarrolla inmediatamente después de los eventos suscitados en Civil War. Después de haber luchado codo a codo con Iron Man y compañía, el joven superhéroe regresa a casa para retomar su rutina habitual como adolescente. Así, el joven tendrá que regresar a la preparatoria y lidiar con los problemas típicos de su edad: abusos de sus compañeros, indiferencia de las niñas, regaños de los profesores, además de un eterno aburrimiento al no presentarse ninguna aventura que siquiera se asemeje a lo vivido en días anteriores. En cuanto suena el timbre, el muchacho se pone su nuevo súper traje (cortesía de Stark) para iniciar su patrullaje por el barrio en busca de ese gran supervillano que le permita demostrar su valía como candidato a formar parte de los poderosos Avengers. Los deseos de Peter se harán realidad con la aparición de Vulture un traficante de armas con poderes indescriptibles desarrolladas gracias a la tecnología alienígena que la batalla contra Loki dejó esparcida por toda la ciudad.

El filme cuenta con el mérito de ofrecer una imagen distinta a lo que ha manejado MCU en sus entregas anteriores, mostrándose como una película de adolescentes cuyo protagonista cuenta con súper poderes (algo que en su momento resultó ser el gran éxito de la serie de televisión Smallville). De esta forma, los enemigos principales de Peter Parker serán inexperiencia, su timidez y su falta de valor para afrontar a los abusones de la escuela, los cuales se cruzarán inesperadamente cuando tenga que verse las caras con Vulture. En términos generales puede decirse que se trata de una cinta excelente, la historia es entretenida y logra combinar atinadamente comedia y acción, apoyándose como siempre de magníficos efectos especiales y agregando buenas actuaciones.

No obstante, el esfuerzo por encajar a Spider-Man en el MCU y sobre todo de hacerlo “actual” derivó en un desapego excesivo con la historia original del personaje. Mientras los fans del arácnido tuvieron un año de superar a una tía May mucho más joven (y atractiva) que se aleja por mucho a su versión original, nunca esperaron ver a un Flash hindú o que el futuro amor de Parker será una chica de raza negra que, a pesar de no llevar el nombre de Mary Jane, anuncia que sus amigos la conocen como “MJ” referencia específica a uno de los personajes estelares e inamovibles de las aventuras del hombre araña, situación que para los fanáticos (o no tanto) cae como un verdadero balde de agua helada.

Por otra parte, la aparición de Iron Man como un mentor genera bastante inconformidad, sobre todo por el hecho de que los poderes del arácnido parecieran ser más un complemento de un traje diseñado por Tony Stark. Hay que recordar que precisamente uno de los atractivos de Spider-Man consistía en la forma en cómo él mismo diseñaba su vestimenta y armamento, situación que fue dejada de lado con tal de hacerlo encajar en el MCU. Aunque se puede decir que el rol del hombre de hierro es acertado al no exceder su protagonismo, este distanciamiento de uno de los puntos esenciales en la naturaleza del personaje principal también resulta bastante cuestionable.

En cuanto a las actuaciones, Tom Holland se desenvuelve adecuadamente sobre la línea trazada para el superhéroe arácnido, logrando imprimirle una personalidad original al personaje. No obstante, Michael Keaton (Birdman, Spotlight) es sin duda el más destacado del filme, demostrando estar tan seguro de su renacimiento como actor al no tener reparos en volver a interpretar a un personaje salido de las historietas, decisión que todos los fans del género le tienen que agradecer por encarnar al mejor de los villanos que se han visto en el MCU. El éxito de Vulture como antagonista se debe a que Adrian Toomes (el hombre detrás del supervillano) resulta ser aún más intimidante cuando no trae puesto su traje, lo cual se acentúa gracias a un atinado giro en el argumento de la historia. Así, se cuenta por fin con un némesis cuya personalidad y objetivos cuentan con un excelente desarrollo, convirtiéndose en uno de los puntos más relevantes de la cinta.

En conclusión, si bien la película es bastante buena, no puede decirse que es la mejor que se ha realizado en torno al personaje. El gran problema es que Spider-Man no es Iron-Man, Captain America y compañía, se trata del superhéroe más popular de Marvel. Si uno cambia a la novia de Thor o Dr. Strange la gente ni siquiera lo notará, modificar los orígenes de Ant-Man o Black Panther no despertará inconformidad alguna, dando un amplio margen para desarrollar historias distintas inspiradas en los personajes del cómic. No obstante, Spider-Man debe de manejarse con más cuidado al ser una historia con personajes conocidos por propios y extraños, por lo que por más que se intente exaltar a la diversidad racial, es de gran importancia apegarse lo más posible al cómic del cual se inspira para evitar desilusionar al público, a menos que el encargado de dirigir sea Chistopher Nolan y cuente con la capacidad de crear extraordinariamente un propio universo para superhéroes emblemáticos.

Calificación: TÚ DECIDES
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5
6 de octubre de 2016
14 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Del director Derek Cianfrance (Blue Valentine, Brother Tied) llega la adaptación al cine de la novela del mismo nombre escrita por M.L. Stedman, la cual aunque presenta una historia interesante, no ha sido llevada de la mejor forma a la gran pantalla. La cinta relata la vida de Tom Sherbourne, un militar retirado que decide aceptar un solitario trabajo como guardián de un faro con tal de dejar atrás a los fantasmas de la “Gran Guerra” y pasar el resto de su vida en total tranquilidad. No obstante, la calma se interrumpe abruptamente cuando conoce a Isabel, una joven de la localidad quien decide que su amor es más grande que el aislamiento y así contraer matrimonio con Tom. Los recién casados viven de forma tranquila como los únicos habitantes de la isla del faro, todo es paz y quietud hasta que la pareja enfrenta dificultades para tener un hijo, situación que inundará sus vidas de pena y tristeza.

En medio de su melancolía, Isabel recibe un inesperado “milagro”, un bote encalla en la isla del faro con dos pasajeros, un hombre muerto y una bebé recién nacida con vida. A pesar de que Tom considera que lo correcto es dar aviso y localizar a los padres de la niña, cede ante las súplicas de Isabel y decide adoptarla sin informar a nadie. No obstante y a pesar de la felicidad que su hija adoptiva le trae tanto a él como a su esposa, el fantasma de la duda no lo dejará descansar en ningún momento, mucho menos cuando al regresar a la localidad descubre la identidad de la verdadera madre. Así, la pareja deberá de enfrentar el dilema moral entre hacer lo correcto o callar con tal de seguir siendo felices con su familia perfecta.

Si bien el argumento de la cinta es bastante interesante, la ejecución de la misma deja mucho que desear. El inicio de la película, dedicado a la forma en cómo Tom e Isabel se enamoran, transcurre de forma muy lenta y carente de emotividad, situación que se extiende incluso cuando se proyectan los primeros meses de los recién casados. Aunque se intenta potencializar el drama ocurrido durante el tiempo en que no pueden tener hijos, el objetivo no se cumple de la mejor manera. De esta forma, el inicio de la película es un prolongado letargo que sólo se interrumpe cuando se descubre la identidad de la verdadera madre de la niña. No obstante, incluso la forma en cómo se proyecta el dilema moral en el cual tanto Tom como Isabel se ven inmersos no llega a ser del todo convincente. Asimismo, existe un fallo de cinematografía puesto que, en realidad, el espectador nunca llega a percibir esa sensación de aislamiento entre el faro y la localidad a la que pertenece, ya que en la película se muestra una gran cercanía entre ambos espacios.

En lo que respecta al reparto, el recién nominado al Oscar como mejor actor, Michael Fassbender (Steve Jobs) es el encargado de interpretar a Tom Sherbourne, desempeñando un buen trabajo al plasmar de forma bastante realista a un hombre carente de sensaciones y visiblemente afectado por la guerra. Por otra parte, la ganadora del Oscar Alicia Vikander (The Danish Girl) encarna a Isabel, cumpliendo con una actuación aceptable al presentar a una mujer cuyo carácter impulsivo es totalmente opuesto al de su marido. Para completar el cuadro, está la también ganadora al Oscar Rachel Weisz (The Constant Gardener) quien se encarga de desempeñar el papel de Hannah, la verdadera madre de la hija adoptiva de los Sherbourne, en un plano secundario que adquiere mayor fuerza conforme avanza la cinta, capaz de despertar antipatía o simpatía dependiendo de la forma en cómo uno juzgue la historia. De esta forma, si bien el reparto principal es de primer nivel, la realidad es que sus actuaciones cumplen con el cometido de la cinta sin llegar a ser extraordinarias.

Considerando lo anterior, si bien la película puede ser efectiva para poner sobre la mesa el debate acerca de si la pareja cometió un secuestro, de la moralidad de sus acciones e incluso acerca de quién puede decirse que en realidad es un padre, éste es más bien mérito de la novela y no de la cinta, puesto que carece de aquellos momentos que hacen que el espectador se vea inmerso en el dilema moral que viven sus personajes.

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5
3 de agosto de 2016
12 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Existe en el cine un “género” que se conoce como chick flick, la palabra chick se refiere a una mujer joven mientras que flick a una película. Así, esta expresión se usa para denominar a aquellas comedias románticas de tramas melosas y excesivamente sentimentales realizadas pensando en el gusto del público femenino, aquellas cuando en una especie de quid pro quo aceptas ver en compensación por haber sido acompañado para ver dos horas y media de intercambios de golpes entre Iron Man y Captain America. No obstante, estas cintas protagonizadas regularmente por Kate Hudson, Katherine Heigl, Jennifer Aniston, Jennifer Garner, Jennifer Connelly y demás Jennifer’s tienen la particularidad de que, a pesar de que sus actuaciones no sean buenas y de que sus historias sean banales y predecibles, pueden ser vistas por todo mundo, al tiempo en que logran sacar más de una sonrisa en el público.

Es así como en los últimos años el director Garry Marshall ha realizado chick flick’s cuyo tema principal es mostrar un mosaico de historias que se relacionan entre sí con motivo de una festividad en particular, inició con Valentine’s Day, a la cual le siguió New Year’s Eve para continuar este año Mother’s Day. Resulta innecesario describir a detalle la trama de esta última entrega, ya que es bastante simple: diversas familias con distintos tipos de madres se ven envueltas en una serie de situaciones y complicaciones teniendo la celebración del día de las madres como entorno. Tampoco vale la pena hacer un balance de las actuaciones debido a que todos conocen cómo se desarrollan este tipo de filmes.

Lo que realmente destaca de Mother’s Day y en general de las películas catalogadas como chick flick es lo fácil que son de digerir por el espectador. Aunque se trata de cintas con poco valor en cuanto a realización en interpretaciones, la realidad es que son productos que abarrotan las salas de cines, ofreciendo un par de horas en las cuales el público se involucra, ríe, llora y se enfada a pesar de lo irreal de sus tramas. Al final, es inevitable ver como todos abandonan la sala con una sonrisa en la cara, propiciada por los clásicos bloopers cuya presentación no puede faltar en este tipo de películas. Inclusive, son las clásicas cintas que uno deja en la televisión cuando está haciendo zapping para pasar una tarde de fin de semana.

Y es que precisamente ese es el objetivo de este tipo de cintas, juntar a un puñado de actores famosos y atractivos para relatar historias con las que el público se sienta identificado (aunque en realidad eso es imposible). Son películas cero pretenciosas que sólo buscan entretener a la audiencia, hacer que se olviden de todo sin quebrarse la cabeza y simplemente pasar el rato. Por ello, aunque quizás su valor cinematográfico sea bajo (o muy bajo) se agradece la existencia de estos filmes, ya que al final el cine es una forma de entretenimiento, una opción para pasar el rato sin que sea obligatorio tener grandes interpretaciones o secuencias muy elaboradas.

Por lo tanto, si tu pareja ya te acompañó a ver Captain America: Civil War o si con motivo del día de las madres piensas ir al cine, esta película es una excelente opción, ya que si bien no es la última joya del cine ni tampoco la historia que revolucionará a la Academia en este año, pasarás un buen rato y te reirás más de una vez con su alocada (aunque surrealista) trama.

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9
9 de febrero de 2018
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los cuentos de hadas han existido desde hace cientos de años, historias fantásticas que tienen su origen en relatos cargados de sensualidad y monstruosidades que fueron transmitidos de boca en boca para que los adultos pudieran enfrentar las adversidades y así sobrevivir en los tiempos difíciles. Posteriormente, éstos fueron utilizados para impartir lecciones a los más pequeños acerca de los dilemas a los cuales tendrán que hacer frente durante el transcurso de su vida. Mientras uno crece, es común que estas narraciones pierdan su valor y que se considere que sus enseñanzas solo aplican en una tierra fantástica y no en una realidad capaz de convertir a las personas en verdaderos monstruos. Afortunadamente, existen directores como Guillermo del Toro (El Laberinto del Fauno, Crimson Peak) que conservan el alma de niño y entregan películas que invitan a hacer un alto y reflexionar acerca cómo se puede salir adelante en un mundo que cada vez parece estar más cargado de odio y discriminación.

Desde el prólogo de The Shape of Water, el director advierte que existe un monstruo. No obstante, las apariencias engañan y será tarea del espectador encontrar quién es el verdadero villano, aquél que ha sido pervertido por su propia ambición. En plena Guerra Fría, específicamente en los años sesenta, una criatura acuática es encontrada en el Amazonas y llevada a un laboratorio estadounidense por un agente sin escrúpulos que no tendrá reparo en desmembrar sus entrañas con la esperanza de encontrar la clave para superar a los soviéticos en la lucha por conquistar el espacio exterior. Durante su encierro, el anfibio será descubierto por Eliza, una mujer muda que se dedica a la limpieza del lugar y que encontrará en el curioso inquilino la comprensión que los de su especie no han sido capaces de brindarle. De esta forma, la protagonista reunirá a un grupo de marginales, una mujer de color y un hombre homosexual entre ellos, para evitar que su nuevo compañero pierda la vida en manos del ejército.

Insertado en la lucha entre dos potencias mundiales que marcó la segunda mitad del siglo XX con su búsqueda de poder sin importar quienes fueran las víctimas de sus acciones, el cuento de Del Toro se desarrolla de forma brillante. Envuelto en una atmósfera completamente acuática, el espectador se sumerge en la narrativa del director para conocer las pasiones y deseos que motivan a cada uno de sus personajes. Así, con guiños al cine y a la música de la época, la experiencia cinematográfica es completa y resulta ser un deleite, entregando una lección al público acerca de cómo lo que define a un monstruo son los prejuicios y la intolerancia, más no su apariencia o condición social. Todo lo anterior agregando una buena dosis de acción y de suspenso y con una música y edición espectaculares.

Los protagonistas de la historia son encarnados magníficamente por el reparto. En primer lugar, Sally Hawkins (Blue Jasmine) realiza un excelente trabajo como Eliza, siendo doble su mérito considerando que en su interpretación no emite palabra alguna. Por otra parte, Michael Shannon (Nocturnal Animals) hace gala nuevamente de sus capacidades histriónicas y se presenta como el perfecto villano. Asimismo, Richard Jenkins (The Visitor) se luce en el papel de Giles, el entrañable vecino y confidente de Eliza que también es víctima de la marginación por sus preferencias sexuales. Por último, la siempre cumplidora Octavia Spencer (The Help) completa al grupo de marginales como Zelda, la compañera de trabajo de Eliza que continua siendo víctima de prejuicios por el color de su piel.

Es importante tomar en cuenta que el filme se realizó como un cuento de hadas, de hecho es inevitable compararla con “La Bella y la Bestia” e incluso considerar exagerada la inclusión de un número musical, el cual tal vez no viene mucho al caso. De esta forma, aunque los héroes y villanos son adaptados de forma muy acertada al contexto temporal en el que se desenvuelve la cinta, toda la narrativa va encaminada hacia la moraleja final. Es por ello que se puede criticar la polaridad de los personajes, ya que se presentan como “muy buenos” y “muy malos”, sin puntos medios. Por lo tanto, la recomendación es que el espectador entre a la sala dispuesto a alejarse de la realidad y sumergirse en el mundo fantástico de Del Toro para disfrutar completamente de la que hasta este momento es su mejor película.

Calificación: TÚ DECIDES.
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