La esquemática necesaria para el desarrollo de toda película de acción, aquí se convierte en un elemento más que aporta todo cuanto resulta imprescindible para alcanzar las cuotas de exigencia que en la actualidad, el espectador reclama.

Cuando en algo se pone empeño, y aquí tanto la producción (Tom Cruise) como su director Crhristopher McQuarrie lo dan todo para crear una situación, que sin ser nueva, lo parezca; el acierto y el triunfo lo tenemos de nuestro lado.

La clave del éxito en el cine siempre es la misma, y después de más de cien años, muchos parecen ignorarla: Buen guión, ritmo adecuado, actuaciones creíbles; pues aunque todos sabemos que el cine es mentira nos agrada la "sinceridad" como es el caso de esta sexta entrega, de la saga.

Todos parecían salir satisfechos de la sala. Yo también.

Una película basada en un libro de tanto éxito resulta complicado llevarla al cine.

Creo que el cine debe utilizar códigos propios,que emocionen desde otro ángulo, y aunque debe reflejar la esencia de la novela. No tendría que trasladarse de manera lineal.

Los tiempos, la intimidad entre sus protagonistas, los silencios, los planos cortos o largos, el ritmo.... Son elementos fundamentales del cine, que aquí no se han usado con sensibilidad. El resultado por tanto es una obra simple que recaudará dinero, porque la gente espera descubrir algo de esa magia que proyectó la novela, sobre cada uno de quienes la leímos.

Muy bien ambientada, y a la vez... profundamente increíble. Ninguna muchacha sevillana de los años 20 que no fuera prostituta tendría esos comportamientos, besándose en público con un muchacho que acaba de conocer. Ya desde el primer capítulo, los errores de actitud, se suceden.

Los guionistas parecen olvidar, o sus referencias son inciertas, que siempre hubo mujeres que vivían su vida como les apetecía, pero incluso ellas, se veían obligadas a guardar las apariencias.

Es complicado acometer una serie donde se habla de personajes que vivieron casi cien años atrás; pues esa constante búsqueda de una originalidad, arrastra a productores y guionistas a incurrir en errores, que tal vez por la poca exigencia y falta de rigor en las nuevas generaciones, lleva a livianizar proyectos en los que se invierten fuertes sumas en vestuario y ambientación y menos en cuidar tramas, diálogos, formas y maneras.
Una lástima que se invierta tanto en cuidar la cáscara y tan poco en el relleno.

Intenta ofrecernos un aspecto profundo y metafísico, pero carece absolutamente de él, resultando intrascendente, larga y poco creíble.

Tampoco convence su lenguaje narrativo, incluso valorando su metáfora argumental. La veracidad de los hechos, podría ser cuestionada.

Ambientación y fotografía, brillantes. Considero que la firma de Martin Scorsese ha sido fundamental para no ser mayoritariamente denostada.

Estoy de acuerdo con los críticos que la critican. Es lo mismo de siempre, con una Jennifer López en el momento justo para interpretarla, antes que comience su inevitable declive físico.

El visionado de Obsesión, hace que recordemos viejas y emblemáticas joyas (ATRACCIÓN FATAL) de mismo género pero cuidada presentación, donde todo estaba al servicio de un producto de calidad que al fina resiste el paso del tiempo, como los buenos vinos.