Esta todo pasado de vueltas, sin ningún sentido temporal y donde el aire canalla y sin vergüenza, lo convierten en algo muy fácil de fumar.

A todo eso, súmale los mensaje de lucha contra ciertos problemas actuales, ya sean de racismo o machismo. Me gustan porque, se ríen de los antepasados y de cómo hacían las cosas, demostrando que si en algún momento pecaron de algo, ahora mismo se ríen de aquello. La verdad, que reírse de los errores que uno cometió, porque ya los ha aprendido, es la mejor lección.

Otro punto que me ha encantado, es la inmensa cantidad de referencias a la cultura popular. Desde escenas de las películas más míticas, hasta bromas de calado actual como, propias sátiras de lo que esta ocurriendo en la película.

Un seguido de sinsentidos, creada un sábado por la noche mientras se iban pasando un porrazo como mi antebrazo. ¡Joder! Estas son las cosas que hacen falta, que la gente tenga libertad para hacer dentro de las ficciones, lo que le salga de la zona del perineo. Al final tanto ser políticamente correcto, con tanta inclusión, tantos mensajes edulcorados y tanto estereotipo moderno, pues que quieres que te diga, cansa.

Critica a la presión social sufrida por los niños y su evolución dentro de estos barrios, donde huir de lo comúnmente establecido, es meterse en el camino del opresor. Centrando la homosexualidad como el eje de todo conflicto interno del protagonista, la película es justa y presenta los temas de la sexualidad y el sexo, que son claves, de una manera muy puritana y tímida tal vez siendo reflejo estos del carácter del director.

A pesar de lo inesperado de lo ocurrido, tarda demasiado en dar giros dramáticos, se recrea en demostrar una y otra vez lo que sienten los personajes, pudiendo introducir nuevos estímulos sin alargar tanto el film, que después de la hora y media cuesta digerir.

Una propuesta más que interesante del olvidado cine independiente español. Guión magistralmente construido. con las historias entrelazadas y contadas en un mismo espacio. Estética narrativa semejante a "Los Odiosos Ocho" aunque guardando la distancia. Sin más, remarcar la necesidad de apoyar a este tipo de cine.

Desde luego una buena comedia japonesa capaz de arrancarte unas risas, sin ser una pieza que vaya a destacar en la cartelera europea la interpretación del día a día de esta familia te hará pasar un buen rato. Interesante semejanza a la serie de animación Shin Chan