Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de Vivoleyendo
<< 1 2 3 4 10 349 >>
Críticas 1.745
Críticas ordenadas por utilidad
10
19 de septiembre de 2007
195 de 239 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todo lo que he visto me recuerda a ese cuento del lobo que se disfrazaba con una piel de cordero para engañar a sus víctimas. O quizás sea mucho más complejo que eso. Me recuerda a un relato que escuché en otra película en el que un violador pedía perdón a su víctima mientras cometía su atroz acto.
El ser humano es la única criatura del mundo que se destruye a sí misma a conciencia.
Lars Von Trier propina un mazazo brutal a los cimientos de la sociedad. Muy lejos de ofrecer algún atisbo de esperanza o de posibilidad de redención, nos muestra los infectos suburbios interiores de la estructura social, en los que los peores impulsos de la condición humana se hallan acechantes, aguardando tras un hipócrita barniz de aparente cordialidad y bondad el momento de abalanzarse sobre la presa ideal.
Dogville es un pueblo simbólico. Utilizando una cámara inquieta y activa, con imágenes de documental, y representando el pueblo de una forma meramente esquematizada, como un plano, la puesta en escena se revela como una de las más originales que he visto. Con la genialidad de la sencillez, descubrimos que no son necesarios unos escenarios grandiosos ni representados al detalle. Se apela a nuestra imaginación visual para recrear en nuestra mente las calles, las casas y los panoramas que se observan desde las ventanas. Una técnica adoptada del teatro, en el cual se nos presupone una aceptación previa de un esfuerzo imaginativo por nuestra parte para "ver" los ambientes, apenas esbozados en el escenario con unos cuantos objetos que sugieren los espacios y los lugares. Recurso brillantemente empleado en la película. De hecho, parece ser que Von Trier reivindica la vuelta a los orígenes escénicos, a la simplicidad de la puesta en escena destinada a exigir un esfuerzo por parte del espectador, el cual tenderá a crear y ampliar en su mente lo que apenas se insinúa ante sus ojos.
Si a este peculiar recurso le añadimos unos actores que interpretan con genialidad, entonces realmente descubrimos que se puede prescindir de toda parafernalia escénica.
Teniendo asumido ya que Von Trier no busca distraernos con una hermosa fotografía ni cambios de escenarios, sino centrarse por completo en la esencia de la sociedad que disecciona, nos envolvemos totalmente en una trama que va creciendo por momentos hasta convertirse en un verdadero gigante que oprime aplastantemente nuestra conciencia.
Hablaba antes de que la sociedad es un lobo con piel de cordero, un animal de apariencia afable que oculta a una bestia carnívora y voraz. Como todas las fieras voraces, anda en busca de una presa. Y esa presa la encuentra en los seres que de alguna forma relucen por sí mismos, brillan porque poseen esa cualidad tan frágil, envidiada y odiada: la integridad.
Sigo en el spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Vivoleyendo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
21 de julio de 2008
176 de 208 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es posible sondear hasta dónde pueden llegar las heridas infligidas a los cimientos de un niño.
Nunca se cierran.
Tres chavalines de once años. Un rapto. Un árbol joven deshojado y mancillado.
Estás jugando inocentemente en la puerta de tu casa, y eres demasiado joven aún para ser muy consciente de que las calles no son seguras en ninguna parte. Ni siquiera la tuya.
Uno se marchó en aquel coche, los otros dos se quedaron fuera.
Pero, en realidad, ¿quién se quedó fuera?
El tiempo pasa, el barrio es el mismo, los niños han crecido y han ido haciendo sus elecciones y tomando sus decisiones. Son los mismos, pero con la carga de más años, con todo lo que los años conllevan. Responsabilidades, familia. Hijos. Amor, esperanza. Dolor. Uno se quedó para siempre en aquel coche, los otros dos siempre lo contemplarían marcharse y perderse en una amenaza a la que ellos también, de alguna forma, estaban condenados.
El pasado vuelve, nunca se marcha. Y regresa para demostrar que no perdona. Es muy astuto y ha ido dejando unas huellas que no se han borrado y que siguen salpicando a través de las décadas.
Y alguien pagará por ello.
Todos pagarán por ello.
De nuevo mi inconmensurable Eastwood me conduce de la mano por otra de sus maravillas fílmicas. Tratando de lleno una trama repleta de drama y de suspense soberbiamente desarrollados, me muestra como una bofetada y como un escalofrío creciente una historia sobre traumas en carne viva, sobre rencillas y odios que terminan por estallar, sobre pérdidas irreparables, sobre silencios culpables, sobre coincidencias fatales, sobre dudas obsesivas, sobre errores aplastantes, sobre certezas abrumadoras, sobre conciencias que nunca se podrán acallar.
Sobre el sufrimiento de vivir cuando te han robado tu infancia. Cuando has perdido al ser que más amabas. Cuando tu mundo se ha derrumbado. Cuando te sientes tan solo que el silencio crepita a tu alrededor.
La fotografía es tan hipnótica, a veces tan etérea y volátil con esos fundidos magistrales y esos planos magníficos, que acaricia la vista. La música, tan impresionante y delicada como sólo alguien con la sensibilidad de Eastwood sabe mimetizar en sus películas. Un reparto de actores sensacional y sublime, gigantes a las órdenes de un gigante. Y un guión que absorbe y machaca desde la primera a la última secuencia. Cargado de unas nubes oscuras que acechan en la lejanía, siempre dispuestas a cubrir el cielo. Cargado de una cadencia a veces verdaderamente poética. Cargado de todas esas cosas que nunca se llegan a decir cuando tenían que haberse dicho. Cargado de miradas de amor, de despedida, de culpa y de miedo.
Vivoleyendo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
26 de diciembre de 2007
185 de 229 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es fácil recrear un mundo hipotético, ya sea futurista, del presente o del pasado o de cualquier dimensión espacio-temporal. La dificultad de inventar un mundo paralelo, que tal vez existió alguna vez, que podría haber existido o que pudiera ser una posibilidad futura... Siempre me ha parecido fascinante. Me atrapa buena parte de la literatura dedicada a esos temas, como "1984" de Orwell, "Un mundo feliz" de Huxley, "Temblor" de Rosa Montero, la trilogía de la Tierra de Jordi Sierra i Fabra, "El Señor de los Anillos", incluso "Harry Potter" (sí, no se burlen, incluso la historia de Harry), aunque no he tenido el placer de leer la que inspira esta película... Cada cual con sus matices, pero todas abrumadoras y tan complejas como puede ser nuestra propia existencia en el mundo conocido. Y tal vez el nexo de unión entre todas ellas es que son historias sobre nosotros mismos. Sobre la esencia de la Humanidad. No importan los escenarios, los seres, las circunstancias. Todas realizan un sobresaliente análisis de la condición humana.
También en el cine, si algún director es lo suficientemente creativo e intuitivo para plasmar con maestría y naturalidad en la pantalla lo que los artistas de la pluma son capaces de desplegar en sus libros, entonces a buen seguro se ganarán en mí una seguidora leal.
Ante todo tengo que alabar la ingente labor de colocar ante mis retinas una ciudad del futuro cercano, con esa antológica y apabullante arquitectura que llega al máximo extremo en cuanto a la masificación y mezcolanza se refiere. La agobiante sucesión de construcciones gigantescas y complejas que reflejan lo que podría ser la vida en las ciudades: excesiva, repleta de personas de toda condición y nacionalidad, con calles oscuras y tenebrosas que se pierden bajo la inmensidad de los edificios, la gente atestando calles infectas, ruidosas, carteles publicitarios por todas partes destellando sus mensajes consumistas, luces discordantes, todo el mundo afanándose en medio del caos, humos, malos olores, lluvias ácidas incesantes, un cielo casi siempre crepuscular cuya luz solar nunca llega lo bastante abajo para eliminar las sombras perpetuas...
Y con esa atrayente y variopinta ambientación como escenario, un planteamiento brillante sobre el hecho de ser humanos, sobre nuestra capacidad creadora y destructiva, y sobre la ruptura de los límites de la ética cuando entra en juego la creación de criaturas artificiales que sin embargo viven y son similares a nosotros.
Un enfrentamiento verdaderamente lírico, amargo, dulce y peligroso entre creadores y criaturas. Cuando los seres artificiales pero que están tan vivos como los humanos (¿quién es más humano, o menos, en realidad?) se rebelan contra el yugo para el que fueron creados y buscan la libertad a la que tienen derecho, ¿basta una simple orden de arriba que indique a los blade runners que deben tirar a matar a los replicantes, a los "no humanos"? ¿Es tan sencillo como matar a una cucaracha?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Vivoleyendo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10
25 de enero de 2008
189 de 238 usuarios han encontrado esta crítica útil
Puede que éste sea el mejor musical que he visto en mis treinta y un años. Y he visto bastantes.
Recuerdo cuando, en las Navidades de finales del año 2002, fui a Madrid para ver expresamente el musical "La bella y la bestia" en el teatro Lope de Vega, que tanto éxito estaba cosechando. Nunca se me olvidará la sensación de maravilla que me invadió durante toda la representación. Fue como volver al misterio de la infancia, a aquellos años dorados en los que yo creía que existía el polvo de hadas y de estrellas que transformaba el mundo en el escenario de un cuento sin fin.
Pues así he vuelto a sentirme viendo "Once".
Ningún otro drama (o comedia) musical ha atrapado mis fibras como si supiera exactamente cuáles tenía que tocar para extasiarme. Como esos músicos que componen y tocan por puro instinto, que sin que nadie les enseñe saben pulsar las cuerdas o las teclas precisas, "Once" va directo a mis cuerdas y mis teclas y obtiene de mi alma una melodía que yo ni siquiera sospeché que estuviese ahí.
"Once" es más que un musical. Es la vida escrita en partituras e interpretada bajo los sones de una guitarra y de un piano y las voces dulces de dos personas repletas de luz. Es el amor que nunca se podrá expresar con palabras y que jamás será tan bello como cuando fluye a través de una canción. Es el desengaño diluido en magia. Es uno de los medios más hermosos de remontarse hasta el cielo, de abarcar el océano y caminar sobre los rayos de la luna.
Mientras yo bebía cada escena y escuchaba con veneración, sentía que el don de la música es un milagro. ¿Quién puede sustraerse a su embrujo? Yo, que no sé tocar una sola nota, quisiera ser capaz de acariciar las teclas de un piano y extraer de ellas sonidos que trasciendan las barreras del mundo. Sonidos con los que tocar la eternidad, aunque no sea más que un sencillo e insignificante ser mortal. Tal y como ellos, los protagonistas de esta historia, lo hacen sin esfuerzo.
Me he enamorado de esas personas consagradas, tocadas por la musa Euterpe. Esas personas corrientes que, en los húmedos días de Dublín, convierten la cotidianeidad en prodigio.
¿Y qué mejor hechizo existe para un amor naciente que una banda sonora de primera mano, de la que los propios enamorados son los artífices? ¿Puede ser suficiente tal hechizo para unir para siempre dos almas lastimadas?
Bellísimo, sublime drama musical cotidiano que nos conduce por las calles de Dublín y las historias sencillas que laten en ellas. Que nos muestra la rutina de unas personas que no han abandonado sus sueños. Que pone divertidas sonrisas en nuestros rostros y nos llena de esperanza.
Y una de las mejores bandas sonoras desde que el cine existe.
Vivoleyendo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10
15 de enero de 2008
165 de 193 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cada director se caracteriza por poseer un sello único e inconfundible con el que impregna todas sus obras. Y el sello de Lars Von Trier casi siempre lleva las señas de identidad de un pesimismo brutal, una visión absolutamente negra del mundo que analiza, sin dejar concesiones a la esperanza o a la benevolencia.
Tras haber visto otros filmes suyos como "Bailar en la oscuridad", "Dogville" y "Manderlay" (dejando aparte "Rompiendo las olas", que, saliéndose de la línea habitual, apuesta por un mensaje esperanzador), no me cabía duda de que, una vez más, me aguardaba un viaje de pesadilla. Un descenso cada vez más profundo a los infiernos hasta que no queda un solo destello de luz.
Siguiendo su esquema acostumbrado, Von Trier emplea un protagonista que, llegado desde el exterior, se sumerge en una sociedad que le es ajena. Este protagonista siempre sigue unos patrones de personalidad que lo hacen destacar del grupo en el que trata de integrarse: se ha criado interiorizando unos principios de justicia e igualdad; cree en la bondad intrínseca de la Humanidad; está convencido de que las cosas se pueden cambiar para mejor; ve en la paz la única forma de redimir la corrupción del mundo y no desea involucrarse en ningún conflicto. Podríamos decir que es un objetor de conciencia moral, que rechaza la violencia y se siente horrorizado ante las maldades. Este protagonista ha recibido unos ideales que le impulsan a tratar de hacer algo por ayudar a la gente. Y, en su afán por ayudar, se mete en la boca del lobo. Y siempre acaba descubriendo que el ser humano puede llegar a ser la plaga más infecta sobre la faz de la Tierra. Y que todos sus ideales resultan inútiles, asfixiados en medio de la malevolencia que se va cerrando en torno a ellos hasta estrangularlos.
Centrándose en la Alemania que se lame sus heridas al término de la Segunda Guerra Mundial, Von Trier vuelve a crear con mano severa e inmisericorde un retrato que podría semejarse al que mostraba la profunda corrupción del alma de Dorian Gray en la genial novela de Oscar Wilde. Nadie se libra de la quema, nadie sale impune.
Acostumbrados como estamos a que en las películas nos muestren el corazón de las guerras, sin embargo no es tan frecuente que algún film se centre en lo que queda justo cuando la guerra termina. Pero, ¿realmente termina? En agosto de 1945, el mundo entero respiró y oficialmente se declaró el final de los conflictos. ¿El final? ¿Acaso habían acabado? Tras la guerra, las heridas están demasiado recientes... Y los odios palpitan bajo la frágil superficie.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Vivoleyendo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 10 349 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow