La poesía es un vehículo por el que el poeta pretende manifestar sus sentimientos al receptor por medio de un uso retórico de los medios de los que dispone para hacerlo (lenguaje en literatura, apartado visual en cine).

Y como un buen estilista que es, John Woo convierte el que podría ser un arquetípico argumento de piñas y cañonazos en una tragedia in crescendo cual Shakespeare posmoderno se tratara, con una visión personal de la violencia, la belleza y el ser humano realmente sugestiva y que plasma a la perfección en esta sangrienta poesía en la que las balas atronan por doquier y el dolor empapa la pantalla. Y es que 'The killer', que bien podría ser su obra maestra, trata algunos de los temas presentes en algunas de las grandes tragedias con gran acierto y hermosura, regidas aquí por los códigos del western más añejo y reformuladas bajo un cine de acción explosivo y brillante.

-EL AMOR: La historia de amor que aquí nos muestra su director es realmente hermosa, no exenta de un lado oscuro y perverso pero en la que el sentimiento se encuentra a flor de piel, y sin la necesidad de saturar al respetable con escenas melosas y carantoñas, que de hecho no hay prácticamente ninguna.

-LA REDENCIÓN: A pesar de que siga siendo del género que es, en pocas películas y pocos personajes como el que aquí interpreta Chow Yun-Fat se aprecia de mejor manera el ocaso de un antihéroe que sabe que sus días de gloria están cada vez más cerca de su final, y que más pronto que tarde la providencia le hará pagar por todos sus delitos terrenales, con una evolución y un sentido de la tragedia verdaderamente increíble.

-LA AMISTAD: Nunca sabes donde puedes encontrar a un amigo, ni tampoco a un enemigo. Y mediante esa frase parece deslizar John Woo una tangible metáfora sobre como su protagonista encuentra ambas cosas en el detective que no cesa en perseguirle, y en el compañero de profesión en el que cree confiar, y que sin embargo ambos acaban por demostrarle que más allá de los actos la persona contiene una esencia que solo los más cercanos son capaces de valorar, y a él ya nunca jamás los podrá perder. Escenas tan tristes como la del policía llorando o la del compañero que daría su vida por el amigo al que siente que debe algo son impagables.

Y es que conseguir que todos estos elementos encajen a la perfección entre un sinfín de balas, persecuciones y explosiones es algo realmente complicado, así como el hecho de definir y hacer evolucionar la actitud de sus personajes en medio de la acción es algo realmente encomiable y al alcance de muy pocos. Todo ello convierte a Woo en un director con una gran personalidad y un estilo realmente singular con el que da rienda suelta a obras atípicas, dotadas de trepidantes y coreográficas escenas de acción intercaladas entre momentos intimistas dotados de gran emoción, lo que da pie a películas más complejas de lo que a priori pudieran parecer y que acaban por hacer sentir a quien guste de su estilo de algo cada vez más difícil en el cine actual: dejar satisfecho al espectador tras su conclusión.

Es triste que se conozca antes a John Woo por las flipadas mediocres que hizo en EEUU en cuanto le soltaron un buen presupuesto con el que dinamitar aviones, barcos y hasta montañas, que por las notables piezas de género que dejó en su país y que superan en demasía toda la mugre que pergeñó al otro lado del océano. Llámenme terco, pero me resisto a tomar como máximos exponentes de su cine a 'MII 2', 'Cara a cara', y otros subproductos para los que ya sobran las palabras como 'Broken Arrow'.
Prefiero viajar hasta un diminuto ¿país? de Asia Oriental donde un auténtico autor dejó como obra cumbre de su filmografía a una de las mejores películas del género.

·LO MEJOR: La gran habilidad de su director para mezclar espectaculares escenas de acción con emociones y sentimientos desatados.

·LO PEOR: Un final demasiado precipitado.

No soy un admirador ferviente del agente secreto más famoso del cine y sus aventuras me agradan sin causarme expectación o fervor. Sin embargo, 'Solo para sus ojos' conforma a mi modo de ver una de las más entretenidas y conseguidas de las películas del agente 007. Parte de ello radica en su gran apuesta por la acción sin límites y sin descanso, logrando no aburrir en ningún momento de la duración de su metraje ni perder apenas el ritmo como sucede en muchas películas de esta saga. Asi mismo se fomenta la espectacularidad y si bien se puede apreciar como fallo, se deja bastante atrás el guión que sostiene el argumento.

En lo referente a las interpretaciones, un simpático Roger Moore seguía demostrando su buen hacer y su gran carisma a la hora de interpretar a su personaje más conocido y que le dió la fama. Carole Bouquet se aleja un poco del prototipo de chica Bond y su química con Moore es excelente, más allá de su indiscutible belleza. El resto cumple de manera aceptable, sin más.

En resumen, una interesante película de acción, mucho más trepidante y abrumadora que las de el resto de la saga y que asegura el entretenimiento y la emoción durante todo su metraje. Gustará a todo fan que siga las aventuras de James Bond.

·LO MEJOR: lo bien rodadas que están las secuencias de acción, como siempre para nada exentas de espectacularidad. Su apuesta por la trepidancia y el frenetismo.

·LO PEOR: el guión queda muy olvidado.

Suelen agradarme las comedias de humor británico que suelen despegarse lo tópico que presenta lo americano, descubriendo joyas como 'Zombies party' o 'Arma fatal'. Esperaba encontrar en 'Gosford Park' otro claro exponente del género que retornara además a un argumento clásico como es el de un asesinato en una mansión repleta de invitados. Finalmente el resultado se me presentó en un frío amalgama de personajes que intentan escapar de los tópicos al uso; con un montón de historias que quieren contarnos en tan poco tiempo para que podamos conocer su psicología y que absolutamente nada aportan, solo aún más frialdad por su parte; el frío e imponente escenario de la mansión escocesa que viene a ser un personaje más pero que finalmente no aporta nada. La película se encuentra dividida en dos partes: la primera abarca hasta antes de la media hora final, contando las historias de los personajes que no interesan absolutamente nada y que aburren soberanamente, sin que nada gracioso o divertido suceda en dicho transcurso de tiempo. En la segunda se da paso al argumento del crimen, con un final previsible y que después de lo mostrado anteriormente no sirve para nada, solo para adornar el argumento que Altman intenta rematar de esta forma para implantarle algún hecho destacable al argumento.

En lo referente a las interpretaciones, el gran reparto cumple de buena manera con sus respectivos roles, sin aportarles tampoco demasiada personalidad a sus personajes. En cuanto al guión, los diálogos resultan bastante interesantes y a pesar del intento de profundización en la psicología de cada uno de los personajes falla al alargar demasiado este apartado, siendo nulo en cuanto a comedia sin que no haya nada divertido o gracioso a lo largo del metraje y fallido en cuanto a intriga dada la previsibilidad del descubrimiento del asesino.

En resumen, un flojo drama que pretende ser una comedia de intriga con un variado de personajes, que desaprovecha un magnífico argumento que podría haber dado mucho más de sí y que falla debido a unas larguísimas explicaciones y al retrato de los personajes y de sus historias que no interesan absolutamente nada, naufragando finalmente e inexorablemente bajo los terrenos de la indiferencia y del olvido colectivo.

·LO MEJOR: la dirección. El imponente y cumplidor reparto.

·LO PEOR: lo desaprovechadísimo que se encuentra el argumento. El interminable tostón que explica los hechos y las motivaciones de los personajes. Llamar a esto comedia sin que tenga ni un solo chiste a lo largo del metraje.

Con unas elevadísimas expectativas y confiando en el buen hacer de Forman, me dispuse a conseguir 'la versión del director' de esta apreciada y respetada joyita del séptimo arte con la intención de visionar la obra maestra absoluta que se supone que es. Sin embargo, el resultado final se me antoja bastante irregular.

Porque a pesar de sus muchos logros y virtudes, 'Amadeus' sale difícilmente del bache que le suponen los elementos negativos presentes en la obra.
Y es que a lo largo de todo el metraje parece como si el guión nunca fuera capaz de encontrar el tono adecuado, con momentos puramente de comedia y un estilo desenfadado y otros momentos mucho más oscuros y dramáticos que no conjugan en absoluto entre ellos, dejando una sensación que resulta desaborida y que deja cierto regusto a un guión incompleto. Tampoco me agrada sus altibajos de ritmo y de dirección, con momentos de enorme intensidad (los maravillosos números musicales) que dan lugar a conversaciones entre los personajes que resultan planas y rutinarias, y ni siquiera con perlas dignas de mención.

A pesar de todo merece recalcar el film por sus virtudes, más allá de momentos de enorme intensidad y emoción o por la notablísima banda sonora capaz de conjugar cine y música en un único híbrido cercano a la perfección. Un estupendo reparto que se adueña literalmente de la pantalla, encabezado por un soberbio Tom Hulce de risa inolvidable y divertida a rabiar, y seguido de un F. Murray Abraham no menos notorio y una Elizabeth Berridge que enamora al espectador tanto como al propio genio y compositor.

Queda así una estupenda biografía (no oficial por cierto, no busquen grandes comparaciones entre los hechos relatados en esta película con la historia real y oficial del compositor vienés) que además de ahondar de manera realista en la psicología de los personajes, se encarga también de crear una cuasi perfecta conjugación entre cine, música y arte; y de la que lamentablemente debido a unos errores que acaban resultando imperdonables no alcanza la perfección que ya de por sí la majestuosa banda sonora, el buen hacer del reparto y la intensidad de Forman en los momentos cumbres del guión ya de por sí otorgaban.

·LO MEJOR: la intensidad en los momentos cumbres del guión. El excepcional reparto.

·LO PEOR: sus desequilibrios de ritmo, dirección y tono.

El argumento de psicópata chiflado y vengativo está ya demasiado trillado y casi siempre los resultados que se obtienen sus malos (salvo en la saga de Hannibal Lecter y 'El cabo del miedo' y alguna más que sea también rescatable) y nada creíbles. En unos argumentos en lo que todo ha sido visto ya y que debido a ello todo resulta tan tópico y anodino que da asco. No es ese el caso de 'Copycat', una intrigante cinta de asesinos en serie que consigue eludir a los casi ineludibles tópicos del género, (y digo elude porque en todo thriller comercial como éste nunca pueden faltar los típicos sustitos sonrojantes y la violencia y el sexo en cantidades desmedidas, cosa que Jon Amiel evita y que aún así consigue mezclarse un poco con el género de terror) además de brindar una magnífica propuesta que llega más lejos que la de ser un simple pasarratos. Añado además la nota de que se añaden a la cinta tramas personales de los policías que ayudan a Sigourney Weaver y que por una sola vez no desvían la atención del filme ni están metidas con calzador.
El comienzo no puede ser mejor y desde ahí ya es posible respirar la atmósfera que otorga el filme, procurando la sensación de desprotección respecto al psicópata y en ocasiones, de angustia propiamente dicha. La escena del baño con Sigourney Weaver a merced del demente es lo mejor de la cinta, junto con la que finaliza la película, que bebe claramente de lo acontecido en el comienzo y que además deja una escena tensa y angustiosa en la que todo puede pasar, y así es. No obstante, no se le pueden perdonar algunas lagunas al guión, errores que analizaré en el spoiler.

La interpretación protagónica de Sigourney Weaver es como siempre convincente y se ve bien respaldada de Holly Hunter y Dermot Mulroney, que para mi gusto son buenos secundarios a la altura de la gran actriz.

En fin, una buena película de psicópatas y asesinos en serie, con algunas cosas algo inverosímiles pero que desde luego consigue elevar sus propuestas y su argumento por encima de lo que nos tienen acostumbrados otros filmes de similares características.

·LO MEJOR: elude a ''los malos tópicos'' del género. El buen pulso de Amiel para las escenas de tensión.

·LO PEOR: algunos fallos en el transcurso del guión.