La ví hace dos o tres años por segunda vez, y la verdad es que resulta bastante floja. Bastante mala, ridícula en muchos aspectos. Cuando empieza están en un río, en el amazonas o algo así, y una araña muerde a uno de los de la expedición provocándole la muerte. Luego, esa misma araña, se cuela dentro del ataúd del muerto, y llega a un pueblo de los estados unidos.

En fin, no es que sea muy original, además cuando el cuerpo llega esta completamente seco de sangre, parece una especie de desastre vampirizado, y el tipo que esta allí dice: "Desconozco qué métodos de conservación utilizan en ese país"
Y entonces se escapa la araña, una bien grande, comienza a reproducirse con las arañas locales, y empiezan a sembrar el terror... Jajaja.

Esta la vi en el cine, en el desaparecido Gran Cinema de Las Arenas. Estaba lleno hasta arriba, todo el morbo de la película estaba en el repelús que podían causar las arañas. Entonces empecé a notar algo en mi cuello, me di la vuelta, y era un señor con un periódico enrollado que quería gastar una broma. "Señor, sea formal, eh" le dije.

Aracnofonia. Socorro... han llegado ¡y te van a picar!

No envejecen, nunca mueren...
es divertido ser así.

Eso salía en el cartel de la película. Estaba puesto en el escaparate de un video club, al lado de donde nos dejaba el bus después del colegio. Nos hacía gracia y nos lo aprendimos de memoria.

Es una película de los ochenta, yo creo que bastante conocida. Inverosímil, y según como se mire, puede ser malísima. Pero en fin, mezcla todos los tópicos del mundo de los vampiros, ajo, estacas etc. La verdad es que es una tontería, mas que de terror, yo diría que es una película cómica. Resulta entretenida, pasas el rato, y te puedes reír bastante. Tengo que admitir que la habré visto entre 5 y 9 veces.

Eastwood es un mujeriego ayudante de sheriff de Arizona que viaja a Nueva York con el propósito de trasladar a un prisionero. Secuencias de acción, persecuciones, y lo mejor, las divertidas secuencias de galanteo con una policía local. Destaca una secuencia donde Eastwood se adentra en la noche hippie del nueva york de los 60, psicolelia y luces por todas partes, y él con su sombrero de cowboy y sus botas. Llega donde la chica que estaba buscando--acompañada por dos macarras-- y, después de unos diálogos memorables, se ve obligado a darles unas cuantas hostias.
La he visto varias veces desde que era niño, pero la última vez me sorprendió lo buena que es. Yo quiero ser como Coogan.

La verdad, una porquería de primera, tal y como dice el amigo de arriba. Eso sí, te puedes reir bastante con una persecución de arañas saltarinas a unos motoristas. Una auténtica basura. Recuerdo que la vi una mañana anodina en digital +.

Si después de ver la portada de la película, te decides a verla, entonces no es para quejarse. No defrauda. La he visto ya un par de veces, y aunque no la recuerdo con detalle, se pasa un buen rato. De hecho me divirtió bastante. Los concursos son paranormales, y sí, esa emoción del final, el éxito que se avecinaba—con todos los tópicos que eso incluye—, me hicieron reír sin parar.