Luego nos quejamos del cine soviético de propaganda pero Patrullero PT109, terminada de rodar el mismo año que asesinaron a Kennedy, no deja de ser un canto a la gloria del entonces presidente norteamericano con más dotes de comunicación ( Recuerden si no que fue el primer presidente en ganar un debate televisivo al dar una imagen de dandy frente a un Nixon con barba y sin maquillaje).

Patrullero PT 109 gira en torno a un episodio de la vida de Kennedy luego muy publicitado: Su participación en la Marina durante la guerra en el Pacífico. Se nos da en la película una imagen de héroe y de comandante responsable y anegado con sus subordinados. El papel de Kennedy es representado por el anodino Cliff Robertson.

Al final la película parece producida por el Servicio de Propaganda de la Casa Blanca. Como muestra una frase que más o menos era así en la película:

Marino: "Pero señor. Su padre tiene muchas influencias. ¿ por qué pidió ser destinado al Pacífico?

Kennedy: "por servir a mi país".

Me sorprende que esta película tenga una nota tan baja en filmaffinity. Yo le doy un siete por los siguientes motivos:

Primero: porque me entretiene, función principal del cine. La película mantiene muy bien el suspense en un ambiente claustrofóbico, donde el único inocente, el niño, ha de huir de los secuestradores y esquivar al mismo tiempo una serpiente venenosa. Parece casi un videojuego.

Segundo: porque el papel de Susan George, de niñera traidora, está muy bien logrado.

Tercero: Porque evita muy bien convertirse en otra película más de bichos asesinos. La mamba negra es un recurso clave en la película, pero la pelicula no va solo de una serpiente asesina. No es una "Anaconda" en versión londinense.

Y por último: Hasta perdono que haya dos malos actores juntos como el histérico Kinski y el plúmbeo Oliver Reed. Solo por eso le bajo la nota a un siete, en vez del ocho.

Recomendable.

Extraordinaria biografía del científico español Ramón y Cajal, injustamente olvidada y en la que descuella una buenísima interpretación de Adolfo Marsillach que se mete en la piel del científico y parece su doble. Merecido premio a mejor actor en el festival de San Sebastián.

La película no ahorra nada de sufrimiento al espectador. Si ya es difícil ser hoy en día investigador en España imagínense en los albores del siglo pasado. Por eso me quedo con una de las mejores escenas de la película: Cuando en el congreso internacional al que invitan a Ramón y Cajal casi por casualidad todos los científicos asisten aburridos a su charla hasta que al final en medio de las felicitaciones rutinarias del presidente del Congreso científico le coje por el cuello y le dice algo así como "¡pero mire!" mientras le empuja hacia el microscopio.

Y es que para testarudos, los aragoneses.

Y muy buena como la película ahonda la relación padre hija. Me encanta la escena de la dignidad de Marsillach/Ramón y Cajal cuando lleva a su hija a los columpios aunque esté casi sin dinero.

En suma, una película que merece recuperarse del cajón de los olvidos.

Esta miniserie reúne todo lo que una de espías y de nazis de la GM ha de tener basada en el superventas de Jack Higgins: doble juego, tensión, rivales inteligentes, giros inesperados, etc.
La disfruté viéndola en una tarde de sobremesa en el verano de su estreno de una sola tajada, porque precisamente mantiene el interés durante todo su metraje, aunque dura más de doscientos minutos.

En la película un militar americano que conoce los planes del desembarco en Normandía naufraga durante unas maniobras y termina en la isla de Jersey, la isla del Canal de la Mancha ocupada por los alemanes en 1940 y que no fue liberada hasta la firma de la rendición nazi en 1945. El alto mando aliado sabe que si es interrogado puede delatar el plan del la invasión y decide enviar a un agente especial disfrazado de oficial alemán, un convincente George Peppard, para que lo rescate o lo elimine.

Michael York tiene un doble papel como el Mariscal Rommel y un cabo del ejército alemán que se le parece extraordinariamente y que sirvió con él en el Afrika Korps, a quien Rommel le encarga la misión de que se haga pasar por él y lo envía a la isla de Jersey con el fin de ocultar que está en París preparando la conspiración contra Hitler. Aquí hay que ser condescendientes ya que Michael York no es un gran actor y su parecido con Rommel es cuanto menos dudoso.

La chica, Deborah Raffin, se mete en la película un poco con calzador, la razón del guión es porque conoce la isla y tiene contactos, pero permite que una de las mejores escenas de la película pase cuando la Gestapo la arresta en una estación de la Francia ocupada y tiene lugar un interrogatorio en que lo único que sufre daño es un jarrón chino ( y hasta aquí puedo contar..).

Esta película tiene algunos puntos fuertes: la relación entre el general capturado y el comando inglés,( espléndido como siempre Dirk Bogarde), y su equilibrio entre un thriller (¿ llegarán los comandos al otro lado de la isla antes que los alemanes?) y un film bélico al uso.

Otro punto que merece destacarse es que la película se rodó tan solo doce años después de la guerra y, al contrario que otras muchas películas de la época, no retrata a los alemanes como fieras asesinas o estúpidos soldaos zombis.