Del mismo modo que cualquiera reconoce el estilo de Tim Burton en todas sus películas, Del Toro ha logrado una grandiosa seña de identidad que tras "El laberinto del Fauno", se consolida completamente -quien iba a decirlo- con Hellboy 2.

La primera parte me pareció un truño infumable. La segunda y contra todo pronóstico, es magnífica. Uno de los espectáculos visuales más impresionantes y cuidados que he tenido ocasión de disfrutar. Del Toro ha tirado la casa por la ventana dando rienda suelta a su excepcional imaginación y dejándonos con la boca abierta.

El guión quizá flojea por momentos y desde luego, no se puede exigir una temática profunda, pero no hay duda de que el gran Guille ha sido capaz de transformar una burda historia de superhéroes en un cuento maravilloso, desplegando una colección de criaturas, monstruos y detalles de auténtico lujo.

Ni siquiera los detractores del género podrán negar la altísima calidad de ésta cinta.

Yo ya no tengo dudas: "El hobbit" está en las mejores manos.

Gracias, Del Toro.