Primer proyecto de Duncan Jones para dirigir antes de “Moon” junto a Sam Rockwell, el film ambientado en Japón con gángsters británicos resultaba demasiado caro de producir por lo que se descartó en 2009. Tras el éxito de “Moon” lo reescribió en un Berlín futurista.

En 2011 dirigió “Código Fuente” una película también muy interesante por lo que se le encumbro como un director con mucho talento, en 2016 el proyecto de “Warcraft” se le fue un poco de las manos una superproducción un tanto confusa basada en el videojuego. Es en 2017 cuando Netflix decide producirle su primer proyecto “Mudo” la cual se la dedica a su padre David Jones (David Bowie) y su niñera Marion Skene.

En el apartado visual no se le puede negar una atmósfera bien diseñada para un film de este estilo que nos recuerda sin dudas a “Blade Runner”gran trabajo del diseñador de producción Gavin Bocquet maestro constructor de mundos de las tres precuelas de “La Guerra de las Galaxias”, pero no funciona nada de lo que nos intenta contar, es un auténtico desastre unos personajes poco creíbles y sosos en un film desastroso, parece que Netflix no consigue dar en la diana en los largometrajes que produce.

El protagonista Alexander Skarsgard interpreta a un amish mudo nada convincente enamorado de una chica con un pasado turbio (Seyneb Saleh), quizá los mejores personajes sean los dos médicos Paul Rudd y Justin Theroux inspirados claramente en “Mash” de Robert Altman. (incluso Rudd lleva los mismos bigotones que usaba Elliot Gould en algunas películas).

Una historia totalmente falsa, carente de interés, aburrida y totalmente fallida.
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