No tengo ganas de ponerme a hablar sobre los diferentes aspectos de la película (básicamente es la misma opinión que la mayoría respecto a la escena Leia Mary Poppins, las gilipolleces sin gracia que hace Mark Hamill como sacudirse el polvo del hombro o los bichitos que solo los han creado para poder vender peluches). Todo eso ya se sabe y la gente no quiere leer cada dos por tres lo mismo.
No soy de los mayores fans de Star Wars, de chico no vi ninguna, es más, vi las 6 antes del estreno de “El despertar de la fuerza”, y en general las disfruté todas bastante. Y quitando la poca imaginación que está adquiriendo esta nueva historia, la culpa no es de los guionistas (en parte), sino del tiempo que tienen para escribir el guión.
Si veis los años de estreno de todas las películas, se puede ver que salían cada tres años (1977-1980-1983) de esta forma tenían tiempo más que suficiente para hacer un buen material, y es obvio que esa primera trilogía está considerada de culto, porque son unas obras maestras. La trilogía precuela, aunque es un poco peor, también se daban su tiempo para realizarla, otros tres años (1999-2002-2005).
Ahora, con esta saga que transcurre 30 años después de la original, y después de que Disney comprara Lucasfilm, no tenemos ni un maldito año de descanso. Desde 2015, tras el gran estreno de “El despertar de la fuerza”, cada año estamos y estaremos invadidos por más de dos horas de guerras láser: 2016 con Rogue One, 2017 con esta, en 2018 tendremos la de Han Solo, en 2019 la última de la nueva trilogía y en 2020 otra más que no se que es. Y estas solo son las anunciadas, cuando estemos ya en 2020 estoy muy seguro de que habrá anunciadas muchas más. Esto hace que los guionistas tengan muy poco tiempo para crear una historia en condiciones, y es una lástima, porque podrían hacer auténticas maravilllas.
En fin, Disney, sigue así, ya que como tu propósito es atraer a público infantil, vas por buen camino.