La primera temporada está llena de acción, sexo, pasión, sadismo, odios, venganzas... todo lo que engancha al espectador y hace que la serie se siga con interés y curiosidad.
Está bien ambientada aunque el momento histórico elegido no sea particularmente interesante para los espectadores de fuera de las Islas Británicas.
En resumidas cuentas los protagonistas son muy guapos, los malos son muy malos, los tontos son muy tontos y la excusa para viajar al pasado es penosa.
La segunda temporada ni te molestes en verla. Tostón verbenero.