Un magistral thriller que cuenta con un reparto de lujo y posiblemente una de las mejores adaptaciones de cómic de todos los tiempos. Se nos ofrece una historia troceada en escenas y con protagonistas diferentes que nos van aportando información y desvelando hechos, de manera que entre esos personajes existe una evidente conexión. Ese desarrollo consigue que el interés vaya aumentando cada vez más, de manera que hasta el final no conseguiremos comprender muchas cosas. Son historias de personajes atormentados que buscan justicia en una sociedad corrupta

Se juega hábilmente con los planos y el movimiento, así como con la fotografía cuidada y detallista en la que al margen de sus tonalidades predominantes de blancos y oscuros se destaca el color rojo en las chicas o el amarillo de otro personaje. La intención es claramente metafórica y no es otra que destacar el erotismo y la maldad respectivamente. O lo que es lo mismo, convertir la película en un auténtico cómic gracias a todos estos aspectos.

Estética aparte, las diferentes historias se desarrollan a un ritmo adecuado mezclando tanto escenas de crudeza y violencia como otras de carácter más psicológico. Especialmente algunas concretas que interpreta Bruce Willis que encarna la interpretación más efectiva de la película junto con Mickey Rourke.